Por supuesto, en Librestado queríamos dedicar un artículo para celebrar las muchas y muy buenas noticias tras las elecciones presidenciales de 2025 en Argentina.
¡Ha ganado la libertad!
El pasado noviembre, Argentina dio un paso importante hacia la libertad, con una victoria histórica en muchas provincias argentinas. El candidato presidencial Javier Milei logró ganar las elecciones por un margen de casi 12 puntos:
La Libertad Avanza obtuvo un triunfo impresionante y «inesperado» —aunque, dadas las circunstancias, también lógico dada la situación en la que se encuentra Argentina desde hace décadas—.
Como suele ocurrir en estos casos, los argentinos han tenido que tocar fondo para buscar desesperadamente respuestas que solo pueden encontrarse en la libertad y mediante la misma. Desgraciadamente, es así: a menudo, solo del dolor y la desesperación nace la fuerza necesaria para comenzar un cambio radical.
Nadie se despierta de la noche a la mañana con una inflación de casi el 143 % y una tasa de pobreza del 40 %. Estos datos solo muestran la punta del iceberg de los problemas de este país.
Índice de inflación en Argentina entre enero y octubre de 2025. Fuente: Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC)
Milei no solo representa un freno a las políticas expansivas del Estado argentino, sino también un cambio completo de perspectiva. Tiene una gran responsabilidad no solo ante el pueblo argentino, sino también ante todos los defensores de la libertad en el mundo, como nosotros.
Las cartas están sobre la mesa y Javier Milei ahora lleva las riendas de cómo se perciben y protegen la libertad y los derechos individuales en la sociedad.
Lo más fascinante de la situación actual de Argentina es que todo el país (con la excepción de su formidable selección nacional de fútbol) está sumido en una profunda crisis, lo que lo convierte en un caso de estudio sumamente interesante… y el mundo observa con gran atención. Con la entrada de Milei en el gobierno, Argentina ofrece un potencial ejemplo de cómo la introducción de valores de libertad y reformas liberales podrían cambiar las cosas. Estos acontecimientos podrían demostrar que es posible un futuro mejor si priorizamos la libertad y aplicamos los principios liberales… ¡y así será!
¿Quién es Javier Milei y qué defiende un libertario?
Javier Milei defiende la reconstrucción de Argentina, promete deshacer todos los actos terribles y reprobables cometidos por las fuerzas estatales y populistas para aprovechar al máximo la riqueza de la nación, y aboga por una gestión responsable basada en los conceptos de libertad, autonomía, no intervencionismo y justicia moral. Milei quiere acabar con el declive del país: Argentina fue en su día uno de los países más ricos del mundo… y podría volver a serlo.
Queremos destacar lo importante que es este resultado electoral para Argentina, para toda América Latina y también para el mundo, que actualmente trata de imponer dictaduras (de izquierdas) en todos los continentes. Y no, Javier no es ni de derechas ni de extrema derecha: es libertario y anarcocapitalista —que no deja de ser una forma enrevesada de decir que sostiene que el Estado no tiene (o no debería tener) ningún rol útil, moral o justo en la vida de las personas—. Es similar a nosotros en Librestado, y por eso creemos que se merece un artículo para felicitarlo por su triunfo.
Obligar a una persona a participar en una organización, en un acuerdo o en una decisión es injusto, incorrecto, inviable, inmoral, inaceptable… exprésalo como prefieras.
Si alguien intenta interferir en tu vida y tú dices «NO, GRACIAS: ESO QUE ME OFRECES NO ES LO QUE QUIERO», se acabó el asunto sin mayor discusión (incluso si la persona tiene las mejores intenciones del mundo y solo quiere ayudarte). El problema es que con el Estado no funciona así: su respuesta siempre será «no me importa si quieres o no ni si estás o no de acuerdo: voy a dirigir tu vida de todos modos». El Estado te obliga a obedecer bajo amenaza de multas, penas de prisión, violencia e incluso (en muchos países) la muerte.
El Estado (sea de izquierdas, de derechas, rojo, verde, azul…) en lugar de organizar, solo consigue desorganizar y segregar a través de las diferencias entre los ciudadanos, culpabilizar, excluir y vender privilegios. No define el «derecho» ni lo que está bien o mal, sino que lo adapta a sus necesidades para su propio beneficio (y no para el tuyo, como trata de hacerte creer).
Las buenas ideas no deben forzarse: se consideran realmente buenas cuando las apoyan voluntariamente quienes se benefician de ellas. Nadie puede decidir libremente bajo coacción.
Dado que el Estado inevitablemente existe, la mejor estrategia es minimizar su poder. Esto se logra tomando la iniciativa para aplicar reformas adecuadas que se centren en mejorar la calidad de vida de la gente. Parece que esta es la intención de Milei, que aspira al cargo más alto de una nación para reformar por completo el aparato público bajo planteamientos libertarios. Su meta es organizar el Estado de forma que deje de ser un obstáculo para la justicia, el progreso, la responsabilidad y la creación de valor añadido. Naturalmente, esto también requerirá ciertas concesiones.
Los libertarios suelen ser los «marginados», los «raros», los «locos», los «radicales», los «atípicos»… ¿crees que nadie critica a Librestado? Tenemos un montón de críticos y haters que, en lugar de hacer algo útil u ocuparse de sus propios asuntos, causan problemas en internet y perjudican a los demás.
¿Qué quiere hacer Milei?
Javier Milei busca estabilizar la economía argentina, probablemente mediante la dolarización y la disolución del Banco Central. Esto se lograría convirtiendo la base monetaria del peso argentino a dólar estadounidense —para lo cual, los activos del banco central jugarían un papel clave—. Sin embargo, los expertos saben que la «dolarización» es más bien un programa engañoso que el público mundial puede captar —aunque no comprender realmente—. De hecho, Milei lo sabe y quiere una competencia de divisas como la que propuso el propio premio Nobel Hayek. Bitcoin y otras criptomonedas tendrán un papel fundamental en este proceso —y, naturalmente, el dólar saldrá victorioso en una competición de este tipo—.
En cualquier caso, ya no habrá ninguna institución financiera que perdone los errores de los políticos: a partir de ahora, estarán obligados a comportarse como es debido y a responsabilizarse de las consecuencias de su ineptitud.
Además, el programa de reformas de Milei también incluye recortes de empleo en el sector público, la abolición de las prestaciones sociales, la privatización total y la liberalización de la economía. Sus apariciones públicas con motosierras representan perfectamente su plan político.
Milei pretende reducir la pobreza mediante el aumento de la riqueza a través del desarrollo nacional, en lugar de recurrir al asistencialismo y la redistribución forzada. Sus planes de reforma fiscal y reducción drástica del Estado enfrentan la oposición de los grupos de interés políticos y corporativistas establecidos.
Lo que Milei busca es neutralizar la capacidad del Estado para crear inflación y hacer locuras irresponsables en las que el pueblo argentino termina siendo la víctima y paga el precio inevitablemente.
Las ideas de Milei no son tan «extremas» ni «locas» como se está difundiendo en los medios. La dolarización de la economía ya ha ocurrido en el pasado. Sus ideas se basan en la «Escuela Austriaca de Economía».
La historia se repite: a finales de los años ochenta, Argentina respondió a los déficits presupuestarios imprimiendo dinero, lo que llevó a una tasa de inflación mensual del 20.000 % y a la regulación de precios.
Tasa de inflación en Argentina: La tasa de inflación alcanzó un 142,7 % en octubre, tras el 138,3 % en septiembre de 2025. La inflación en Argentina se mantuvo en una media del 189,81 % entre 1944 y 2025, alcanzando un máximo histórico de 20.262,8 % en marzo de 1990 y un mínimo histórico del -7 % en febrero de 1954. Fuente: Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC)
La Caja de Conversión fue un régimen monetario introducido en Argentina a principios de los noventa para combatir la hiperinflación y estabilizar la economía. Este sistema vinculaba el valor del peso argentino al dólar estadounidense de forma que un peso equivaliera exactamente a un dólar. La principal función de la Caja de Conversión era garantizar la plena convertibilidad del peso en dólares mediante la cobertura de la masa monetaria del peso con reservas de divisas suficientes. Este régimen pretendía restablecer la confianza en la moneda y frenar la inflación limitando la capacidad del banco central para imprimir dinero sin control… y funcionó.
Fueron las reformas para contener el gasto y la apertura económica para atraer inversión las que remontaron la situación. Medidas como estas también limitan la capacidad del gobierno de pedir «más poderes» para «salvar» la nación —salvarla de los problemas que él mismo provocó—.
Estas medidas frenaron el presupuesto nacional y obligaron al gobierno a asumir responsabilidades e impulsar reformas positivas, algo que el populismo electoral detesta.
El documento «La Caja de Conversión Argentina» narra toda la historia en detalle y llega a las siguientes conclusiones:
- El origen de la inflación en Argentina estuvo estrechamente vinculado a los déficits presupuestarios. Dicho de otra forma: si te parecen altos los precios al hacer la compra, significa que tu poder adquisitivo ha disminuido o que el desempleo y la dificultad para encontrar trabajo han aumentado. En ambos casos, la culpa es del gobierno. En estas situaciones, la gente tiende a culpar a los empresarios o empleadores por el aumento de costos, sin tener en cuenta que estos suelen ser una respuesta directa a los mayores costos de producción, materias primas, energía o impuestos. Estos problemas pueden deberse a decisiones de política económica de los gobiernos, que son la causa fundamental de la inflación y el aumento de precios. La dificultad para encontrar empleo suele deberse a leyes regulatorias que hacen que contratar sea demasiado caro o difícil, protegiendo a los trabajadores en exceso. Estas leyes generan alto desempleo, en lugar de permitir que empresarios y empleados acuerden condiciones laborales. El salario mínimo también crea desempleo, ya que las personas que cobran ese salario suelen ser las más fáciles de sustituir y las que más necesitan trabajo, pero las leyes las dejan fuera del mercado. La política gubernamental, en lugar de promover empleo, a menudo lo reduce, dejando a muchas personas sin trabajo y dependientes de ayudas.
Inflación en Argentina: La tasa de inflación alcanzó un 142,7 % en octubre, tras el 138,3 % en septiembre de 2025. La inflación media entre 1944 y 2025 fue del 189,81 %, con un máximo histórico de 20.262,8 % en marzo de 1990 y un mínimo del -7 % en febrero de 1954. Fuente: INDEC
La Caja de Conversión fue un régimen monetario implementado en los noventa para combatir la hiperinflación y estabilizar la economía. Vinculaba el peso argentino al dólar, garantizando la convertibilidad mediante reservas de divisas. Las reformas para reducir gastos y abrir la economía ayudaron a mejorar la situación, limitando la capacidad del gobierno de pedir «más poderes» para «salvar» el país.
Estas medidas frenaron el gasto público y obligaron a los gobiernos a asumir responsabilidades y promover reformas positivas, en contraste con el populismo que busca perpetuar el control y