La fotografía como una forma de contar historias y abrir oportunidades laborales
La fotografía nos permite narrar historias desde cualquier rincón del mundo, y el mundo ofrece infinitas oportunidades laborales para quienes sienten pasión por ella.
Para mí, la fotografía es una de las cosas más especiales que ha llegado a mi vida. No solo por ser una profesión que me ha permitido sobrevivir durante más de una década, sino porque va mucho más allá de lo visual.
Siento que la fotografía es un gran puente de comunicación que me acerca a las personas y me permite conocer sus vidas. Es un pretexto para hablar de sentimientos y emociones, pero también para descubrirlos en los demás. Es una herramienta hermosa que no solo consiste en hacer un «clic», sino que tiene todo un sentido mágico, conceptual y profundo que, si se siente de verdad, puede transportarnos y hacernos vibrar.
Un paisaje puede cautivar, un retrato puede hablar y un momento único puede comenzar a narrar una historia. Una imagen es tan poderosa que puede hablar por sí sola, sanar y motivar a otros a vivir de ella.
Viajar por el mundo haciendo fotografía: el inicio
¿Cómo llegué a la fotografía?
Cuando tenía 18 años, apenas dos días después de graduarme como bachiller, fui reclutado por el Ejército Nacional para prestar servicio militar obligatorio. Confieso que nunca estuve de acuerdo con ello, pero la vida me enseñó una gran lección y tuve la oportunidad de viajar a la Península del Sinaí en Egipto para formar parte de una organización de paz y vivir durante 8 meses en una base en medio del desierto.
La diversidad cultural en la que estuve inmerso, los paisajes surrealistas de ese país, la vida militar y todas las experiencias diarias, me transformaron positivamente y me llevaron a disparar una cámara en lugar de un arma.
Conocí personas de 11 países diferentes como las Islas Fiji, Nueva Zelanda, Australia, Hungría, Noruega, Canadá, entre otros. Esto me acercó a mundos desconocidos para mí en aquel entonces.
Además, visité las pirámides de Egipto, leí un periódico flotando sobre el Mar Muerto en Israel, viajé en helicóptero por primera vez, aprendí a apagar incendios en una estación de bomberos, recibí reconocimientos militares y, sobre todo, me enamoré de la fotografía porque encontré en ella la posibilidad de contar historias y documentar lo que vivía durante ese viaje, para compartirlo con todos en casa.
Al regresar a Colombia, mi interés por la fotografía creció mucho, aunque empecé a estudiar arquitectura. Sin embargo, una materia optativa en fotografía me permitió entrar en un cuarto oscuro, revelar películas, ampliar imágenes en blanco y negro y descubrir la magia de este mundo.
Participé en un concurso de fotografía y tuve la suerte de ganar el primer lugar, que equivalía a unos 150 dólares. Con ese dinero invertí en un curso para seguir aprendiendo. Más adelante, decidí dejar la arquitectura y dedicarme por completo a estudiar algo relacionado con lo visual, logrando excelentes resultados académicos y profesionales.
Durante los años siguientes, trabajé como fotógrafo independiente, complementando mis estudios con cursos en Cuba y Nueva York, buscando ampliar mis horizontes y adquirir herramientas sólidas para conseguir mejores oportunidades laborales.
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Fotógrafo empleado vs. fotógrafo independiente
Hoy en día, la forma de trabajar en muchas profesiones ha evolucionado mucho, llevando a muchas personas a buscar alternativas para recibir un salario y también a romper con los esquemas tradicionales para tener una vida laboral más flexible.
En fotografía, por ejemplo, es más fácil trabajar como empleado para una agencia de publicidad, una revista, un periódico, una institución o entidad oficial. Esto implica firmar un contrato laboral, trabajar 8 horas diarias, de lunes a viernes, con fines de semana libres y un salario fijo al mes.
Probablemente, tengas un jefe o supervisor que te asigna tareas diarias, desde las más sencillas hasta las más complejas, siempre relacionadas con la imagen y la creatividad.
Por otro lado, están los fotógrafos independientes o freelance, que como su nombre indica, disfrutan de mayor libertad y autonomía. Es una de las formas de trabajar en internet.
Estos manejan sus propios clientes, organizan su tiempo y establecen tarifas por horas o días, logrando también recibir un ingreso mensual. Sin embargo, deben mantenerse activos, trabajando profesionalmente con su red de contactos, buscando nuevas oportunidades, consolidando clientes y siendo creativos a diario.
El salario mensual puede variar mucho, dependiendo de la cantidad y calidad de los trabajos realizados. Un par de grandes clientes pueden generar ingresos suficientes en una semana, pero a veces hay que realizar varios trabajos pequeños durante el mes para alcanzar la meta.
Trabajar para alguien puede ser sencillo y muchas veces nos mantiene en una zona de confort. Solo hay que cumplir con lo que nos piden, ejecutarlo y entregar resultados.
Pero si somos fotógrafos independientes, debemos aprovechar esa libertad para trabajar con profesionalismo y creatividad en todo momento. ¡Es mucho más exigente!
Cualquier forma de vivir y trabajar es válida, pero siempre con compromiso y responsabilidad para lograr los resultados deseados.
La pasión es fundamental para que todo salga bien. Aunque trabajar como empleado puede ser una gran oportunidad o bendición, no hay nada como la libertad de viajar por el mundo trabajando como fotógrafo.
Viajando como fotógrafo con YoEmpresario
Desde 2018, he financiado todos mis viajes gracias a la fotografía. Trabajé como fotógrafo en Colombia durante más de cinco años y ahorré lo suficiente para tener una base estable y comenzar a explorar el mundo.
Colaboré con diferentes clientes, revistas y personas que aún valoran mi trabajo. No fue fácil y sacrifiqué muchas cosas, pero eso me permitió abrir mis alas para viajar por Islandia, Kenia, Tanzania, Bolivia, India, Tailandia y Nepal.
Visité Islandia con mis propios ahorros, como cualquier turista, pero como fotógrafo aproveché al máximo el país, realizando muchas fotos y proyectos.
En los meses siguientes, obtuve reconocimientos en convocatorias, publicaciones en revistas y exposiciones colectivas, que aunque no me dieron un salario fijo, enriquecieron mi hoja de vida y me motivaron a seguir adelante.
Luego, viajé a África para realizar voluntariados sociales con YoEmpresario. En Kenia, apoyé una iniciativa educativa y aproveché para conocer lugares y trabajar en historias diferentes en mi tiempo libre.
Logré vender un reportaje sobre animales salvajes en la Reserva Masái Mara y otra historia sobre niños en situación vulnerable que jugaban al fútbol para cambiar sus vidas. Con esas ventas, recuperé lo invertido en el viaje y en un safari.
Después, fui a Tanzania para apoyar otro proyecto social, participando en actividades con niños en una escuela y un orfanato, y generando contenido fotográfico y audiovisual para la web de la organización.
También, hice una gran inversión para subir el Monte Kilimanjaro, la montaña más alta de África, y de allí surgieron mis primeros artículos pagados para esa plataforma. ¡Un ingreso más para seguir viajando!
Meses después, regresé a Suramérica tras ser seleccionado en una convocatoria internacional de fotografía, por un trabajo realizado en Islandia. Participé en un taller de creación con fotógrafos y editores en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia. ¡Un éxito total!
Aproveché para mostrar mi portafolio, conversar con editores y ampliar mi red de contactos para futuros proyectos.
Pasé unos meses en Colombia, compartiendo con mi familia y amigos. También vendí algunas fotos a personas que admiraron paisajes o retratos y querían tener una copia en sus hogares.
En diciembre de 2018, recibí la noticia de que gané un concurso internacional de fotografía con un retrato que hice en Kenia, durante un viaje con YoEmpresario. Era la mirada llena de esperanza de Benson, uno de los niños que conocí en África, y esa foto empezó a volar por el mundo gracias a una mariposa.
A principios de 2019, decidí seguir persiguiendo mis sueños y nació el Blog del Viajero del Sol. También viajé a la India para realizar mi tercer voluntariado con YoEmpresario, en un hostal en Jaisalmer, generando contenido para posicionarlo entre los mejores de la ciudad.
En mi tiempo libre, seguí buscando historias y vendiendo artículos a revistas en Colombia, lo que me ayudó a seguir viajando a bajo costo y con mayor libertad.
Finalmente, pasé una semana en Tailandia, con todos los gastos pagados, como premio del concurso de fotografía que gané en 2018. Conocí un país con una cultura extraordinaria, probé su gastronomía, visité templos budistas y disfruté de lo que más amo en la vida: la fotografía.
Tuve la oportunidad de hacer nuevos contactos con un periódico internacional, que publicó una primera nota sobre ese viaje, y sé que mantener buenas relaciones puede abrir puertas en el futuro.
Ser fotógrafo independiente requiere disciplina, creatividad y pasión
Ser fotógrafo independiente y viajar por el mundo no es tarea sencilla, pero tampoco imposible. Es el resultado de años de trabajo constante que se consolidan con el tiempo, dando frutos poco a poco, y que dependen en gran medida de nuestra actitud y esfuerzo.
Para lograrlo, hay que ser constantes, disciplinados y esforzarse cada día en buscar el camino hacia nuestros sueños. Nada llega sin esfuerzo.
En la vida profesional y personal, enfrentaremos obstáculos y situaciones que intentarán hacernos abandonar, y habrá quienes duden de nuestras capacidades.
Pero todo se basa en la convicción, en creer en nosotros mismos y en que podemos lograr cualquier cosa si trabajamos de manera correcta y persistente.
¿Se puede ser fotógrafo independiente y viajar por el mundo?
Como fotógrafos independientes, debemos ser muy creativos en nuestro trabajo, no solo en la toma de imágenes, sino también en ofrecerlas y vender con calidad para que nuestros ingresos nos permitan seguir viajando.
Es fundamental encontrar potenciales clientes interesados en las historias de nuestros viajes, mostrar trabajos inéditos y diferentes, aprender a negociar y a cobrar justamente por nuestro trabajo.
Participar en actividades relacionadas con la fotografía, asistir a congresos y seguir estudiando son clave para mantenerse actualizado en un mundo que evoluciona rápidamente.
Todo esto debe hacerse desde el corazón, poniendo amor y pasión en cada proyecto. No debemos dejar que esa chispa se apague, porque sería muy difícil volver a encenderla.
Trabajemos motivados, confiando en nuestros proyectos, historias y fotografías. ¡Si vamos a soñar, hagámoslo en grande!
Vive, piensa, ve, imagina, siente y crea fotografías constantemente para mantener encendida la creatividad y poder viajar por el mundo contando historias.
Recuerda que en la plataforma de YoEmpresario puedes encontrar muchas oportunidades para intercambiar tus habilidades como fotógrafo a cambio de alojamiento y otros beneficios.