La transformación digital ha sido durante años una prioridad para las empresas en España. Sin embargo, según el II Informe de Pymes y Autónomos de Hiscox 2025, este proceso está perdiendo impulso entre las pequeñas y medianas empresas (pymes). Aunque el 63,9% de estas afirma haber tomado o tener previsto tomar medidas hacia la digitalización, este dato representa una notable caída respecto al 70,8% reportado en 2023.
¿Por qué las pymes están frenando su transformación digital?
El informe revela varios factores que contribuyen a este estancamiento:
- Tamaño y facturación: Las empresas sin empleados (51,3%) y aquellas con facturación menor a 5 millones de euros (63,2%) muestran menos interés en digitalizarse. En cambio, las pymes más grandes y con mayor capacidad económica tienen un compromiso mucho más firme, alcanzando cifras del 91,6%.
- Estrategias definidas: El 45,7% de las pymes no cuenta con una estrategia digital clara. Esto refleja una falta de planificación a largo plazo para integrar herramientas tecnológicas en sus operaciones.
- Inversión limitada: La proyección para 2026 revela una inversión preocupantemente baja en digitalización. Con solo el 12,6% del presupuesto destinado a esta área, en comparación con el 18% de 2023.
Los riesgos de ignorar la transformación digital
En un mercado cada vez más competitivo, la falta de compromiso con la digitalización puede tener consecuencias graves para las pymes españolas. Según expertos en el sector, “las empresas que no avancen en su transformación digital corren el riesgo de quedarse rezagadas en un entorno donde la innovación tecnológica es clave para el desarrollo económico”.
¿Cómo reactivar el compromiso digital?
Para revertir esta tendencia, es fundamental que las pymes consideren la digitalización no como un gasto, sino como una inversión estratégica que potencia su competitividad. La adopción de tecnologías accesibles, como soluciones en la nube y herramientas de gestión automatizada, puede ser un primer paso viable para empresas con recursos limitados.