Mi experiencia viajando sola por Brasil
Mi experiencia viajando sola por Brasil fue intensa. Es un país con altas cifras de violencia, violación y muerte por causa de machismo, pero cuando escuchas las cifras es difícil sentirlo en la piel.
Sin embargo, a la semana de llegar a Brasil, las entendí. También comprendí que, para ser mujer y viajar sola, hay que estar atenta, despierta, conectada con la propia intuición y también con otras mujeres para crear una red de amor, cuidado, alegría, protección y diversión.
Escuché muchas historias de mujeres que viajando por Brasil no tuvieron las mejores experiencias, por eso aquí comparto algunos de mis aprendizajes.
Lo que toda mujer debe saber antes de emprender un viaje sola
1. Conocerte a ti misma en un entorno diferente
Tu primera maestra eres tú misma. Lo primero que debes hacer es aprender a observar.
Cuando llegas a otra cultura, quieres lanzarte de lleno a nuevas experiencias. Sin embargo, es importante primero mirar con calma, observar los comportamientos de las personas, las formas de relacionarse, entender los códigos sociales e incorporarlos.
Esto es relevante no solo siendo mujer, sino también siendo viajera. Aprender a adaptarse es esencial para disfrutar la experiencia, pero para una mujer aún lo es más, porque tristemente somos un grupo más vulnerable.
2. Conocer a otras mujeres de la cultura en la que te encuentras
Ellas serán tus guías y tú podrás ser la guía de ellas. Podrán aconsejarte sobre cómo relacionarse con las personas, qué hacer y qué evitar para tener buenas experiencias.
Ellas tienen la experiencia de vivir en un lugar durante años y pueden compartirla contigo. Tú también puedes compartir con ellas la sensación de libertad, entender que cada cosa en la vida es una elección, y que, aunque se sientan atadas a su situación actual, todo puede cambiar. Las pequeñas decisiones generan grandes cambios.
3. Conocer a otras mujeres viajeras
Serán tus compañeras. Muchas de ellas ya tienen experiencias y pueden ayudarte a encontrar lo que buscas: lugares, rutas, actividades, oportunidades de trabajo, personas que conocer, o quizás tú ya tengas muchas experiencias para compartir y puedas aconsejar a otras viajeras.
Estamos todas en la misma situación, y con muchas podrás compartir caminatas, salidas, fiestas, días en la playa, campamentos, etc. Solo es importante encontrar a la viajera adecuada que comparta tus intereses y con quien disfrutes lo mismo que a ti te hace feliz.
4. Conocer el contexto social
Este es, sin duda, lo más difícil. Es complejo, no solo por la variedad de temas, sino también porque muchas veces no sabes por dónde empezar y es difícil distinguir si una situación fue algo puntual o si forma parte de una dinámica cultural generalizada.
Algunas consideraciones importantes en el contexto cultural:
- Situación social: El nivel de desigualdad en un país puede indicarte dónde poner atención al viajar. Los países más desiguales enfrentan problemas con su población más pobre, como menor acceso a educación, salud, analfabetismo y hambre. En países con menor bienestar social, los colectivos vulnerables enfrentan estos problemas primero, y esto puede darte una idea de cómo son tratadas las mujeres en esos lugares. Para una mujer viajera, esto puede ser un indicador importante.
- Situación política: Es especialmente relevante si eres mujer inmigrante. Puedes enfrentarte a diversas situaciones, desde cruzar fronteras hasta vivir sin problemas, o mantener tus ideales feministas, veganos o vegetarianos.
- Machismo: Uno de los temas más relevantes. El nivel de violencia contra las mujeres no solo indica el riesgo, sino también cómo se relacionan hombres y mujeres en diferentes ámbitos: relaciones amorosas, trabajo, calles, si puedes caminar sola de noche, etc.
Otro elemento cultural clave es el idioma. La lengua define una cultura y es una forma de acceder al mundo.
Si no conoces el idioma del país que visitas, es una buena oportunidad para intentarlo. No solo aprenderás otra lengua, sino que también podrás comunicarte con personas que no hablan idiomas internacionales como el inglés, y así entender mejor la realidad local.
Si sabes el idioma del lugar, podrás conversar con muchas mujeres que quizás no dominen otra lengua, pero sí conocen en profundidad su cultura, y podrán ofrecerte consejos y, en muchos casos, convertirse en grandes amigas.
Pero sobre todo, antes de emprender un viaje sola…
Más que juzgar el lugar donde estás, lo importante es observar, entender y adaptarse para vivir las experiencias que deseas, las que tú eliges y no las que otros quieren para ti.
En mi experiencia, la mayor herramienta es la intuición. Cuando estás conectada con esa sabiduría interior, sabes qué hacer, cómo actuar, dónde ir, cuándo llegar o salir de un lugar. Tienes la certeza de que cada acción y experiencia está alineada con tu búsqueda personal, y que tanto las cosas buenas como las malas forman parte del camino que eliges recorrer.
Espero que estos consejos para viajar sola te sean útiles.
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