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Por qué agradezco el Día de los Pequeños Negocios
Hay tanto por lo que estar agradecidos en esta temporada, desde las pequeñas bendiciones hasta los grandes logros.
Pero uno de los aspectos que más valoro es el trabajo de los pequeños empresarios, y no solo por motivos personales, ya que soy dueño de una franquicia líder en asesoría de transición profesional en el país.
El Día de los Pequeños Negocios celebra a las personas que no solo sueñan, sino que también actúan. Personas que quieren llevar mejores ideas y productos a sus comunidades y están dispuestas a invertir sus ahorros en ese reto. Estos son los pequeños empresarios, la verdadera columna vertebral de la economía en nuestro país. Tienen el poder de crear empleos reales y contratar localmente. Además, son el motor que impulsa tanto la economía nacional como las locales en sus comunidades.
Según un reciente Informe del Índice Kauffman, cada mes abren sus puertas medio millón de nuevos negocios. De ese total, aproximadamente 18,000 son franquicias, personas que creen en sí mismas y en sus productos o servicios. Son más ágiles que sus grandes competidores y no reducen a sus vecinos a simples números. Son personas comunes que hacen cosas extraordinarias apostando por sí mismas.
Por eso, creo firmemente en celebrar a los pequeños empresarios durante todo el año, pero especialmente en el Día de los Pequeños Negocios, que se celebra el sábado después del Día de Acción de Gracias, en noviembre.
La idea del Día de los Pequeños Negocios surgió, curiosamente, de una gran corporación estadounidense. Reconocieron la importancia de los pequeños negocios en nuestro país y quisieron ponerles atención para apoyarlos en todo el territorio. Desde 2010, esa corporación ha promovido esta iniciativa porque impacta muchas vidas y honra a quienes ayudan a que sus comunidades prosperen.
En 2025, se estimó que más de 125 millones de compradores participaron en el Día de los Pequeños Negocios, generando ventas por más de 17 mil millones de dólares. Es mucho dinero que vuelve a las comunidades, fortaleciendo la economía local y nacional.
La mayoría de estos pequeños empresarios no son desconocidos; son vecinos, miembros de la iglesia, líderes de asociaciones escolares, entrenadores deportivos, que también dedican tiempo a otras actividades voluntarias.
Muchos son sobrevivientes del mundo corporativo. Tras ser despedidos por reestructuraciones o por la edad, se levantaron y decidieron trabajar para ellos mismos. Ahora buscan alcanzar sus metas de ingreso, estilo de vida, patrimonio y equidad (I.L.W.E.™), dejando un legado para sus hijos.
También hay veteranos militares que aportan habilidades como responsabilidad, resolución de problemas, adaptabilidad, disciplina y ética laboral. Aunque las grandes empresas los reclutan intensamente, muchos veteranos prefieren controlar su destino siendo dueños de su propio negocio.
Otros son graduados universitarios o jóvenes que aún estudian y desean crear su propio espacio, sin seguir la idea de éxito de otros. No temen innovar y valoran la propiedad empresarial.
Para estos y miles de pequeños empresarios más, desde el equipo de la fuente de emprendedores los felicitamos por su valentía y por tomar un camino diferente hacia su éxito y el de sus comunidades, pueblos y ciudades.
Que todos aprovechemos este Día de los Pequeños Negocios 2026 para reconocer su esfuerzo y mostrarles nuestra gratitud comprando sus productos y servicios en beneficio de todos.
Y si quieres saber más sobre cómo celebramos a los pequeños negocios cada día en la fuente de emprendedores ayudando a las personas a explorar carreras alternativas como pequeños empresarios, visítanos en https://entrepreneurssource.com/about_us.html.