Por qué escribo: liderazgo a gran escala
Observa este artículo. No es mucho, solo unas palabras en una página.
Pero estas palabras pueden ser leídas por cualquier persona, en cualquier lugar.
El mes pasado, personas de 150 países diferentes visitaron mi pequeño rincón en internet en JamesClear.com. La mayoría de las personas leerán esto en Estados Unidos (110,083 visitantes el mes pasado), Canadá o el Reino Unido. Pero hay muchas otras opciones también.
- Puedes estar leyendo desde un lugar feliz como Dinamarca (722 visitantes el mes pasado), Costa Rica (109 visitantes) o Bután (3 visitantes).
- Puedes estar leyendo desde un lugar peligroso como Irak (42 visitantes), Afganistán (28 visitantes) o Somalia (4 visitantes).
- Puedes estar leyendo desde un lugar con un nombre increíble. (Un saludo a los 2 lectores en Yibuti. ¡Dile a tus amigos!)
Pero donde sea que estés, estamos conectados porque me senté a escribir estas palabras y tú las estás leyendo. Eso es increíble, si lo piensas.
En 10 años, estas palabras seguirán aquí, esperando a quien llegue. Escribir tiene el poder de inspirar, enseñar, entretener, liderar y conectar — y puede hacer esas cosas mucho después de que las palabras hayan salido de mis manos y llegado al teclado. La mayoría de las personas que leen mis artículos nunca los conoceré en persona. Pero me conocerán a través de mis palabras, y con suerte, el mundo será un poco mejor por ello.
El valor de compartir
Pero, y este es el punto principal de este artículo, estas palabras podrían no haber llegado nunca aquí.
Durante más de un año, no tuve el valor de compartir mi trabajo. Escribía en un documento privado. Jugaba a lo seguro y trataba de proteger mis palabras de críticas y juicios. Finalmente, decidí que era más importante contribuir algo al mundo que protegerme de las críticas. Empecé a ver ser escritor como una forma de liderazgo, defendiendo lo que creía, compartiendo mi misión y motivando a las personas que pensaban igual.
Todos tenemos palabras dentro de nosotros — palabras que podrían cambiar el mundo, entretener y deleitar, enseñar y mejorar — pero estas palabras solo liberan su poder cuando se comparten. Por eso escribo cada semana y por eso creo que el mundo necesita más personas que tengan el valor de hacer su trabajo público.
Comparte tu trabajo. Comparte tu escritura. Hazlo público. Encuentra una manera de liderar a gran escala.1