Eficiéncia vs. Efectividad
Tienes una vida, una sola y valiosa. ¿Cómo decides la mejor manera de usar tu tiempo? Los expertos en productividad suelen sugerir que te enfoques en ser efectivo en lugar de solo eficiente.
Ser eficiente significa hacer más cosas en menos tiempo. Ser efectivo, en cambio, significa hacer las cosas correctas. Un famoso consultor de gestión resumió esta idea diciendo: «No hay nada tan inútil como hacer eficientemente algo que no debería hacerse en absoluto.»
En otras palabras, avanzar no solo se trata de ser productivo, sino de ser productivo en las cosas que realmente importan.
Pero, ¿cómo decides cuáles son esas «cosas correctas»? Una de las estrategias más confiables es aplicar el Principio de Pareto, también conocido como la Regla 80/20.
La Regla 80/20 establece que, en cualquier área, una pequeña cantidad de causas genera la mayor parte de los resultados. Por ejemplo, el 80% de la tierra en Italia es propiedad del 20% de las personas. O, el 75% de los campeonatos de la NBA los ganan solo el 20% de los equipos. Los números no tienen que sumar exactamente 100; lo importante es que la mayoría de los resultados provienen de una minoría de causas.
Las ventajas de la Regla 80/20
Aplicada a tu vida y trabajo, la Regla 80/20 puede ayudarte a distinguir lo vital de lo trivial. 1
Por ejemplo, los dueños de negocios pueden descubrir que la mayor parte de sus ingresos proviene de unos pocos clientes clave. La Regla 80/20 recomienda que la acción más efectiva sería concentrarse en atender a estos clientes (y en buscar otros similares), dejando de lado o reduciendo la atención a los demás, ya que representan una pequeña parte de los ingresos.
Esta misma estrategia puede ser útil si inviertes en analizar las fuentes de tus problemas. Quizá descubras que la mayoría de tus quejas provienen de unos pocos clientes problemáticos. La Regla 80/20 sugiere que puedes resolver muchas solicitudes de atención al cliente simplemente dejando de atender a esos clientes problemáticos.
La Regla 80/20 funciona como un tipo de judo para la vida y el trabajo: al encontrar el área correcta para aplicar presión, puedes obtener más resultados con menos esfuerzo. Es una estrategia que he utilizado muchas veces con éxito.
Pero también hay un aspecto negativo que a menudo se pasa por alto, y volvemos a la historia de Audrey Hepburn para ilustrarlo.
El lado negativo de la Regla 80/20
Imagina que es 1967. Audrey Hepburn está en el apogeo de su carrera y debe decidir cómo gastar su tiempo.
Si aplicara la Regla 80/20 en su proceso de decisión, probablemente llegaría a una conclusión clara: hacer más comedias románticas.
Muchas de las mejores películas de Hepburn fueron comedias románticas como Vacaciones en Roma, Sabrina, Desayuno en Tiffany’s y Charade. Entre 1953 y 1966, protagonizó estas cuatro películas, y en ese momento, en 1967, era evidente que otra más sería un éxito. Estas películas atrajeron a grandes audiencias, le valieron premios y eran un camino seguro hacia mayor fama y fortuna. Las comedias románticas eran efectivas para Audrey Hepburn.
Incluso considerando su deseo de ayudar a los niños a través de UNICEF, un análisis 80/20 podría haber mostrado que protagonizar más comedias románticas seguía siendo la mejor opción, ya que maximizaría sus ganancias y podría donar esas ganancias a UNICEF.
Por supuesto, eso sería válido si ella quisiera seguir actuando. Pero no quería ser solo actriz; quería servir. Y ningún análisis racional en 1967 habría sugerido que dedicar su tiempo a UNICEF sería la opción más efectiva.
Este es el lado negativo de la Regla 80/20: una nueva trayectoria nunca parecerá la opción más efectiva al principio.
Optimizando para tu pasado o para tu futuro
Otro ejemplo:
Un emprendedor que en 1994 dejó su trabajo en Wall Street para fundar una compañía en internet, probablemente no habría considerado en ese momento que esa sería la mejor decisión si aplicaba la Regla 80/20. En ese entonces, la opción más efectiva, en términos de ganancias o estatus social, habría sido seguir en el sector financiero.
La Regla 80/20 se basa en tu efectividad reciente. Lo que parece tener más valor en un momento dado dependerá de tus habilidades previas y oportunidades actuales.
Esta regla te ayuda a identificar las cosas útiles del pasado y a obtener más de ellas en el futuro. Pero si quieres que tu futuro sea diferente de tu pasado, necesitas un enfoque distinto.
El problema de ser solo efectivo es que muchas veces se optimiza en función del pasado, no del futuro.
¿Por dónde empezar ahora?
La buena noticia es que, con práctica y tiempo, lo que antes parecía ineficaz puede volverse muy efectivo. Se mejora con la práctica.
Cuando Hepburn redujo su carrera en 1967, hacer voluntariado parecía menos efectivo. Pero décadas después, recibió la Medalla de la Libertad, un reconocimiento que difícilmente habría conseguido solo actuando en más comedias románticas.
Aprender una nueva habilidad, fundar una empresa o emprender una aventura puede parecer inicialmente una pérdida de tiempo. En comparación con lo que ya sabes hacer, lo nuevo puede parecer inútil y no pasar la prueba de la Regla 80/20.
Pero eso no significa que sea una mala decisión.