Aunque tengan fama de peligrosas o aterradoras, algunas ciudades de América del Sur resultaron ser sorprendentemente acogedoras y amigables cuando viajé sola.
Viajar sola puede parecer intimidante al principio, pero también puede ser una experiencia muy placentera y te sentirás realizada.
Además, hay algunas precauciones a tener en cuenta, trucos y consejos sobre varias situaciones que pueden surgir durante el viaje.
Por eso, hemos preparado una lista de consejos sobre las ciudades ideales para las mujeres viajeras en América del Sur:
1. Colombia
Mi primer consejo es que el país que más me sorprendió fue: Colombia.
Todos me decían que era mala idea visitar este lugar, un país marcado por años de violencia, tráfico, prostitución, drogas y muchas otras cosas fuertes… ¡Error!
Colombia fue la mejor sorpresa de mi viaje como mochilera por América del Sur. Una prueba de ello es que estuve allí dos meses y terminé quedándome seis, renovando mi visa de forma súper fácil y rápida para poder explorar todos los rincones de este país maravilloso.
En Colombia hay ciudades para todo tipo de viajeros, no importa si eres mochilera, viajera con presupuesto reducido, millonaria o turista.
Cali y Medellín fueron las primeras ciudades que visité, conocí anfitriones increíbles y personas muy animadas y divertidas.
Cali es una ciudad muy tranquila, donde a las 19h casi no se ve a nadie en la calle, solo a los trabajadores regresando a casa. Sin embargo, en la ciudad se respira salsa, el ritmo musical que ha hecho famoso al país en todo el mundo por sus pasos calientes y divertidos. En Cali, puedes encontrar cientos de bares de bailes típicos en un mismo barrio, llenos de locales y principalmente de extranjeros queriendo aprender más sobre esta cultura.
Cartagena fue mi siguiente destino, me quedé un mes y medio en esta ciudad donde el termómetro marca 40 grados a las 8h de la mañana, con turistas de todos lados, vendedores de tours en la calle y casas antiguas llenas de flores, decoradas para participar en el concurso anual de casas organizado por el gobierno (puedes leer más en mi guía completa sobre Cartagena aquí).
Después de estos 45 días en la playa, pasé casi tres meses en Bogotá, la capital de Colombia, y también la ciudad más linda, encantadora, fresca y agradable de todo mi viaje.
Al llegar, me encontré con casas y bloques enteros construidos con ladrillos oscuros, muy al estilo británico, por eso fue amor a primera vista. Nunca supe por qué este tipo de construcción es tan común en Bogotá, quizás por el frío, ya que la ciudad está sobre una montaña a más de 2.600 metros de altura sobre el nivel del mar, así que el aire británico en la ciudad es más intenso cuando recorres sus calles en estas condiciones.
Muchas personas me dijeron que tendría problemas por el machismo y la violencia del país, pero lo único malo que me pasó fue una horrible alergia por una picadura en Medellín. En estos seis meses de viaje, nunca me sentí insegura o amenazada, por eso recomiendo Colombia con los ojos cerrados a todas mis amigas que quieren explorar lugares increíbles sin preocuparse por su condición de mujeres viajando solas o en grupo.
2. Argentina
Cuando llegué al hostal en Buenos Aires, mi primer hostal, me asusté por la situación: me pusieron en una habitación con otros tres hombres, dos venezolanos y un colombiano. Pregunté en recepción si podía cambiarme a una habitación con más mujeres o en la que no fuera la única mujer sola, pero me dijeron que estaban llenos, así que tuve que enfrentar mi miedo y quedarme allí.
La primera noche casi no dormí por el miedo, pero al día siguiente, los chicos se portaron muy bien conmigo (uno incluso se ofreció a ser mi guía en la ciudad, porque llevaba más de dos meses viviendo y trabajando allí), y al final, todos nos hicimos muy buenos amigos.
Después de unos días en la ciudad y convivir con ellos y otros huéspedes, me dio gripe y estuve tan mal que no podía levantarme de la cama. Todos estuvieron pendientes, ofreciéndome remedios y hasta llevándome sopa a la cama.
Recorrimos juntos toda la ciudad, fuimos a fiestas, bares, lugares turísticos y sitios que solo conocen los locales. Me mostraron un Buenos Aires que, sola, nunca habría podido conocer y por eso, estoy muy agradecida con ellos.
3. Brasil
A pesar de su tamaño y las muchas posibilidades, São Paulo es perfecta para quienes quieren hacer cosas diferentes cada día. No tendrás oportunidad de quedarte “sola” si te quedas en un hostal, porque la gente, muy animada, no dejará que nadie se quede fuera del grupo. Además, la ciudad cuenta con parques hermosos y privilegiados, y otras atracciones como los bares de Vila Madalena, la cultura oriental en el barrio de la Liberdade y mucho más.
Otra ciudad que muchas mujeres dejan de visitar es Río de Janeiro, por su historia de violencia y por ser un destino centrado en la playa, donde muchos brasileños tienen la cultura (que necesitan cambiar) de ir siempre acompañados. Sin embargo, no solo en Río, sino también en playas cercanas como Cabo Frio, Búzios y Arraial do Cabo, encontrarás personas increíbles que te harán arrepentirte de no haber ido antes.
Gran parte del Nordeste es maravillosa, aunque algunos lugares están algo saturados, como Bahía y Ceará. ¿Por qué no eliges destinos como Pernambuco y buscas aventura en los hermosos hostales de Recife? Famoso por sus bancos de peces, el único peligro sería encontrarte con un tiburón.
Conozco gente apasionada por Minas Gerais porque es un lugar donde solo hay buena gente. En la capital, Belo Horizonte, y en pequeñas ciudades turísticas como Diamantina, Caeté e Ibitipoca, la alegría está garantizada. ¿Cómo no estar feliz cada día paseando por las cuevas más hermosas del estado?
4. Chile
Si aún dudas sobre viajar sola por Sudamérica, debes saber que Chile es el país con mejor calidad de vida en la región. Esto significa menos violencia en las calles, menos personas necesitadas y más gente dispuesta a ayudar.
Comenzar tu viaje en Santiago (como hice yo) es ideal para sentirte más segura y aprender a comunicarte con las personas. Además, sus hermosos paseos por la nieve y su vibrante vida nocturna hacen que sea un excelente punto de partida.
Aprovecha que estás en Chile para visitar San Pedro de Atacama. El desierto chileno también es una buena opción para empezar. Aunque los precios son algo elevados, todo es posible, especialmente si haces voluntariado en uno de los hostales más divertidos del lugar. Aquí, la violencia es cero, ya que la mayoría de los turistas, mochileros y viajeros en general, agradecen la calidez del país.
5. Uruguay
Otro país donde el costo de vida no es tan bajo, pero lo que le falta en economía, lo compensa con belleza. La capital, Montevideo, está llena de hostales increíbles para voluntariado. Y Punta del Este, una de las playas más famosas, también tiene muchas opciones de alojamiento.
Un mes en Uruguay es poco para conocer todos sus lugares, personas y encantos (¡y cuidado con enamorarte de sus guapos y conquistadores!). Además, te volverás adicta al Mate uruguayo.
Antes de viajar a Uruguay, no dejes de leer sobre los 12 mejores lugares para visitar en el país.
6. Bolivia
Cuando pienso en Bolivia, lo primero que me viene a la mente es el Salar de Uyuni. Es hermoso y muy turístico, ya que casi siempre hay que hacer un tour para visitarlo. Otra ciudad que vale mucho la pena es Copacabana, probablemente la playa más conocida del país, ubicada en una región donde vive gente sencilla pero con mucho que enseñarnos. Sin duda, tu corazón latirá más fuerte después de conversar con algunas mujeres inspiradoras del lugar. Además, si te gusta la aventura, puedes visitar el Lago Titicaca.
Para las amantes de la aventura, La Paz ofrece muchas atracciones para mujeres que viajan solas y buscan recorrer caminos diferentes. Cerca de allí, está el Valle de la Luna, con transporte diario desde varios puntos de la ciudad. También puedes visitar la montaña Illimani, con su pico nevado a casi 6.500 metros de altura, una de las postales más famosas del país. ¿No crees que una mujer debe estar preparada para estos retos?
7. Perú
En Perú, las cosas funcionan de manera diferente: en Lima, me di cuenta de que las mujeres mandan incluso más que los hombres en general, y eso me encantó desde el primer momento. A pesar de las miradas, era evidente que solo miraban por curiosidad, porque era extranjera (muy distinto a las miradas en Brasil por ser mujer). La gente tiene una fisionomía muy particular, así que cualquier persona diferente destaca en la multitud.
A diferencia de Cuzco, donde predominan turistas extranjeros y casi no se ven locales, solo en comercios o en la calle, Cuzco tiene un aire puro que no puedo describir, pero que contagia a todos sus visitantes. Es muy tranquilo salir de fiesta por la noche en el casco antiguo y volver tarde sin problemas.
Otra ciudad que quiero conocer en profundidad es Nazca, famosa por sus enigmáticas figuras en el suelo creadas por civilizaciones antiguas. Es un destino turístico y patrimonio cultural, y, aunque humilde, su gente es muy acogedora. Además, si te gusta la aventura, puedes visitar el Lago Titicaca.
8. Ecuador
Tenía muchos prejuicios sobre Ecuador, y me da vergüenza decirlo. Pensaba que sería solo selva con indígenas y muchos insectos. Para mi sorpresa, al llegar a Quito, descubrí que la moneda oficial es el dólar, que es una ciudad muy bien organizada y que tiene taxis amarillos al estilo estadounidense que me dejaron impresionada en los primeros minutos.
Por supuesto, el país tiene selva y hay tours para visitarla, pero también puedes quedarte en la ciudad si prefieres. ¿Sabías que es posible recorrer todo el país en un solo día? Sin duda, uno de los países más bonitos de América del Sur.
Muchas veces, nuestros miedos nos hacen perder oportunidades de hacer nuevos amigos y aprender cosas increíbles en lugares que parecen lejanos.
Lo importante es confiar en tu intuición. Nuestros sentidos nunca fallan, aunque a veces nuestro instinto de supervivencia exagera un poco.
¡Espero que te haya gustado esta lista de ciudades para viajar sola en América del Sur!