Guía para pequeños empresarios sobre cómo solicitar la bancarrota en 2026

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Comprender los Diferentes Tipos de Quiebra

El primer paso para navegar por la quiebra es saber qué tipo de declaración de quiebra es la más adecuada para tu situación. Los tres capítulos de quiebra más comunes para pequeñas empresas son el Capítulo 7, Capítulo 11 y Capítulo 13. Cada uno tiene sus propias reglas, beneficios y desventajas.

Capítulo 7 (Liquidación de Quiebra)

Si tu negocio está enfrentando más deudas de las que puede pagar y no tiene una vía viable para recuperarse, el Capítulo 7 puede ser la mejor opción. En este proceso, los activos de tu negocio se liquidan para pagar a los acreedores. Este tipo de quiebra generalmente conduce al cierre del negocio, pero puede ayudarte a eliminar la mayoría, si no la totalidad, de tus deudas. El Capítulo 7 se usa típicamente cuando el negocio no tiene esperanza de rentabilidad futura o cuando el propietario desea abandonar por completo la empresa.

Capítulo 11 (Reorganización de Quiebra)

El Capítulo 11 suele ser utilizado por empresas más grandes, pero también puede ser una opción para pequeñas empresas. En este tipo de quiebra, el negocio continúa operando mientras reorganiza sus deudas. El objetivo es restructurar la deuda de manera que sea manejable, permitiendo que el negocio siga en marcha y eventualmente salga de la quiebra como una entidad más saludable. El proceso del Capítulo 11 es complejo y costoso, por lo que generalmente solo se considera si tu negocio tiene una posibilidad realista de recuperación.

Capítulo 13 (Plan de Pago de Deudas)

El Capítulo 13 es más comúnmente utilizado por particulares, pero en ocasiones puede aplicarse a pequeñas empresas estructuradas como negocios unipersonales. Bajo este capítulo, puedes crear un plan de pago que dure de tres a cinco años. Este plan te permite mantener tu negocio en funcionamiento mientras pagas tus deudas con el tiempo. Es una buena opción si tu negocio tiene ingresos constantes y solo necesita un respiro para gestionar sus obligaciones financieras.

Evaluar si la Quiebra es la Opción Correcta

Presentar la declaración de quiebra no es una decisión que se tome a la ligera, y es importante evaluar si es la mejor opción para tu negocio. Pregúntate lo siguiente:

  • ¿Puedo pagar mis deudas de manera realista? Si apenas puedes cumplir con los pagos mínimos o te retrasas cada mes, quizás sea momento de considerar la quiebra.
  • ¿Sigue siendo rentable mi negocio? Si tu negocio aún tiene potencial de rentabilidad pero necesita tiempo para reestructurarse, el Capítulo 11 o 13 podrían ser opciones viables. Pero si ya no es viable, el Capítulo 7 podría ser el mejor camino.
  • ¿He explorado todas las alternativas? Antes de declarar la quiebra, considera otras opciones, como negociar con los acreedores, buscar financiamiento adicional o vender activos no esenciales para obtener efectivo.

Un abogado especializado en quiebras puede ayudarte a evaluar tus opciones y determinar si la quiebra es la mejor solución.

Pasos para Presentar una Quiebra

Una vez que hayas decidido que la quiebra es la opción adecuada para tu pequeña empresa, es momento de iniciar el proceso de declaración. Aquí están los pasos esenciales:

1. Reúne Documentación Financiera Precisa

La base de cualquier caso de quiebra son los registros financieros precisos. Necesitarás recopilar todos los documentos relevantes, incluyendo balances, estados de resultados, declaraciones de impuestos y listas de activos y pasivos. Tener registros actualizados y completos facilitará el proceso y evitará retrasos o complicaciones.

2. Consulta con un Abogado Especializado en Quiebras

Navegar por la proceso de quiebra por tu cuenta es arriesgado y complicado. Contratar a un abogado experto en quiebras es fundamental para asegurarte de presentar correctamente y tomar decisiones estratégicas durante todo el proceso. Tu abogado te ayudará a escoger el tipo de quiebra más adecuado y te guiará en los pasos legales.

3. Presenta tu Petición de Quiebra

Una vez que tú y tu abogado hayan preparado tu caso, deberás presentar una petición de quiebra ante el tribunal. Esta incluye toda tu información financiera, una lista de acreedores y otros detalles relevantes. La presentación activa una suspensión automática, que detiene temporalmente las acciones de cobro, como demandas o embargos, dándote un respiro para avanzar en el proceso.

Después de presentar, asistirás a varias audiencias o reuniones con los acreedores, dependiendo del tipo de quiebra elegida. En los casos del Capítulo 7, por ejemplo, un fideicomisario supervisará la liquidación de tus activos. En los casos del Capítulo 11 o 13, trabajarás con los acreedores para crear un plan de pago o reestructuración de deudas.

Una vez que el tribunal apruebe tu plan de quiebra, es fundamental cumplir con los términos, ya sea realizando pagos o liquidando activos. No hacerlo puede resultar en la cancelación de tu caso, lo que significa que tus deudas no serán descargadas y los acreedores podrán reanudar las acciones de cobro.

El Impacto Potencial de la Quiebra

La quiebra tendrá un impacto significativo en tu historial crediticio, y es importante entender que permanecerá en tu informe crediticio durante varios años (generalmente de siete a diez años, dependiendo del tipo de quiebra). Esto puede dificultar la obtención de préstamos o financiamiento para futuros proyectos empresariales.

Sin embargo, la quiebra también ofrece alivio de deudas abrumadoras, permitiéndote reconstruir tu futuro financiero. Muchos pequeños empresarios que declaran quiebra logran recuperarse, reiniciar y reconstruir sus negocios con el tiempo. Al comenzar el proceso cuanto antes, te das la mejor oportunidad de alcanzar una recuperación financiera completa.

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