Guía para abrir cuentas bancarias en el extranjero con éxito en 2026

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Abrir cuentas en el extranjero te ayuda a diversificar y no depender de un solo país, pero no siempre es fácil. En este artículo te explicamos los puntos clave que debes tener en cuenta para hacerlo.

No importa qué bancos offshore elijas (nuestro ebook sobre banca internacional puede ayudarte a escoger los bancos más interesantes para ti), una cosa es que tú los hayas seleccionado, otra muy distinta que ellos te acepten y te permitan abrir una cuenta con ellos.

Consideraciones básicas sobre los bancos offshore o en el extranjero

En términos generales, los bancos offshore o extranjeros funcionan igual que los que tienes en tu país. Tener una cuenta bancaria en el extranjero simplemente significa que la tienes en una jurisdicción diferente a la de tu residencia o ciudadanía. Cuando hablamos de cuentas offshore, nos referimos a cuentas en el extranjero, usándose como sinónimo. Sin embargo, las cuentas en países vecinos no suelen considerarse offshore; por ejemplo, si eres español y tienes una cuenta en Portugal o Francia, probablemente esa cuenta no se considere offshore.

Para que una cuenta sea considerada offshore, debe tener algún aspecto adicional, como mayor secreto bancario, ventajas fiscales o una protección adicional, por poner algunos ejemplos.

Consideraciones básicas para abrir una cuenta bancaria en el extranjero

Si vas a abrir una cuenta en el extranjero, lo primero que debes entender es qué espera el banco de ti y qué tipo de cliente busca. Es importante ponerse en la piel del empleado del banco con quien tratarás.

Los bancos valoran mucho la confianza de sus clientes y la licencia bancaria que les permite operar. Lo último que quieren es verse involucrados en evasión fiscal, dinero negro o actividades ilegales. Por eso, prefieren evitar riesgos y solo atender a clientes que no puedan poner en peligro su reputación.

Por otro lado, el empleado del banco busca no complicarse, obtener buenas comisiones y hacer su trabajo, que en este caso es abrir cuentas.

Es preferible que no abran cuentas a personas que puedan generar problemas, pero si el cliente puede ofrecer buenas comisiones, el empleado puede ser más flexible.

Si para ti es importante abrir esa cuenta, cuida tu imagen, sé transparente respecto al origen de tus fondos y ten claro por qué quieres abrirla. Añadir servicios adicionales, como inversiones o seguros, puede facilitar el proceso si hay dudas.

Lo que los bancos querrán saber de ti

Antes de acudir a la sucursal, prepárate para responder varias preguntas, siendo la más importante: ¿por qué quieres abrir una cuenta en ese banco o país en concreto?

¿Qué vínculo tienes con ese país? ¿Tienes inversiones, negocios, sociedades, residencias o propiedades allí? ¿Vives o planeas vivir en ese país? ¿Quieres proteger tu dinero por la estabilidad económica? Todo esto puede influir en su decisión.

Una vez explicado el motivo, te harán otras preguntas para entender:

  1. ¿quién eres?,
  2. ¿de dónde proceden tus fondos?,
  3. ¿qué uso quieres dar a la cuenta?

Por ley, todos los bancos deben conocer a sus clientes (proceso KYC). Querrán saber tu origen, residencia, profesión y otros datos personales.

También te pedirán información sobre la procedencia de tus fondos, cómo y cuándo has obtenido el dinero, para evitar problemas legales o reputacionales.

Además, dependiendo del país y la jurisdicción, te preguntarán sobre el uso que darás a la cuenta. Cuanto más claro seas, menos complicaciones tendrás después.

Si vas a recibir grandes cantidades de dinero, o transferencias desde exchanges de criptomonedas, es recomendable avisar previamente. Lo mismo si la cuenta será de paso.

Recuerda que lo peor no es que no te abran la cuenta, sino que la abran y luego congelen tus fondos.

¿Deberías apoyarte en un intermediario para abrir la cuenta bancaria?

En el mundo offshore no tienes que hacerlo todo tú solo. Muchas veces, para ahorrar tiempo y esfuerzo, puedes recurrir a intermediarios, especialmente para cuentas de empresa. Estos tienen contactos en bancos offshore y pueden remitirte a cambio de una comisión (que suele estar entre 400 y 1200 euros).

Los intermediarios pueden ser abogados, asesores fiscales u otros profesionales financieros. Algunas agencias que gestionan fundaciones y sociedades offshore también insisten en ofrecer cuentas bancarias, aunque sus opciones suelen ser limitadas.

Es importante saber que ni siquiera los intermediarios garantizan la apertura de la cuenta. En el peor caso, pagarás altas comisiones y no conseguirás la cuenta, así que debes ser consciente de ese riesgo.

Un intermediario puede facilitar el proceso, asesorarte en los requisitos y preparar la documentación necesaria. En algunos países, puede ser necesario una introducción para que el banco te acepte, y los intermediarios pueden ayudar en ese aspecto.

Ten en cuenta que los contactos de las agencias suelen ser limitados y que el banco que te propongan puede solo ajustarse parcialmente a tus necesidades. En el mejor de los casos, los proveedores de servicios pueden solicitar pagos adicionales a otros bancos de tu elección. Esto será más probable si la agencia tiene una sucursal física en la jurisdicción correspondiente.

La decisión de hacerlo por ti mismo depende en última instancia de la imagen que proyectes. Si no eres percibido como un cliente confiable, el banco puede negarte la cuenta. Por eso, es fundamental ser transparente, profesional y presentar un plan de negocio con buenas expectativas de ingresos.

El dinero también es un factor clave: debes poder reunir el depósito mínimo o generar un volumen de negocio que cumpla con las expectativas del banco.

Cumplimentar la solicitud

Ya sea con o sin intermediario, deberás proporcionar tú mismo la información necesaria en los formularios de solicitud. Que una agencia solo pida tu firma puede ser una señal de advertencia, indicando que el banco no es serio o que no harán nada realmente.

No dudes en pedir ayuda al banco para completar los formularios. Algunos campos pueden ser confusos y requerir explicaciones adicionales. Lo mejor es llamar directamente al banco, ya que suele causar una mejor impresión y demuestra mayor transparencia que enviar correos electrónicos.

La apertura puede fallar si la información está incompleta o faltan documentos. Esto puede ser un problema, ya que cada vez se exigen más requisitos debido a regulaciones más estrictas y al intercambio de información internacional.

Especialmente si no eres residente en el país, deberás superar retos adicionales, como la certificación notarial de documentos, que puede generar dudas.

Certificación, notarización y apostillado

Los bancos están obligados por ley a verificar la identidad de los firmantes y beneficiarios finales. Esto implica que te solicitarán:

  • Nombre completo
  • Ciudadanía
  • Fecha de nacimiento
  • Dirección
  • Correo electrónico
  • Número de teléfono

Debido a regulaciones más estrictas, también te pedirán el número de identificación fiscal (NIF o tax ID) y documentos similares.

Si no validas tu identidad, podrías enfrentarte a graves consecuencias. Los bancos solicitarán documentación adicional y, en muchos casos, copias certificadas de los documentos.

Existen tres niveles de certificación:

Certificación

Es la certificación de una copia del documento original, por ejemplo, que alguien certifique que ha visto el original y que la copia es auténtica. Profesionales como abogados, contadores o directivos suelen realizar estas certificaciones.

Notarización

Es la certificación realizada por un notario autorizado por la ley local, que valida la autenticidad del documento.

Apostilla

Es un proceso creado por un convenio internacional para simplificar la legalización de documentos. La apostilla es válida en 117 jurisdicciones y elimina la necesidad de legalizar documentos en embajadas. Aunque no suele ser imprescindible para la banca offshore, sí puede ser necesaria al obtener residencia en otro país. Si no es posible apostillar, la notarización suele ser suficiente.

La apostilla garantiza que los documentos han sido legalizados por un notario autorizado, en cumplimiento con el Convenio de La Haya.

Apertura de cuentas para particulares

La apertura de cuentas para particulares suele ser más sencilla que para empresas o fundaciones. Los documentos necesarios incluyen:

Pasaporte, cédula o carnet de identidad

El único documento imprescindible para abrir una cuenta en el extranjero es uno que verifique tu identidad, generalmente el pasaporte. En algunos casos, puede aceptarse un documento de identidad o permiso de conducir, especialmente en países de la esfera británica.

Comprobante de domicilio

En muchos casos, también te exigirán un comprobante de domicilio, como una factura de servicios (electricidad, agua, teléfono), extractos bancarios o facturas de tarjetas de crédito que muestren claramente tu nombre y dirección.

Si llevas un estilo de vida nómada, puede ser complicado, pero una opción es usar extractos de cuentas o tarjetas de crédito anteriores a tu cambio de residencia.

Otra alternativa es alquilar temporalmente una vivienda o habitación en el país y obtener las facturas correspondientes. Aunque existen métodos para falsificar documentos, debes tener cuidado, ya que puede ser ilegal y detectar falsificaciones es cada vez más fácil con tecnología avanzada.

Sea cual sea la opción, la dirección debe ser real y tener acceso al correo, ya que te enviarán las tarjetas y documentos del banco. También puedes optar por recoger los documentos en una sucursal.

Otra opción es usar la dirección de un amigo o familiar para evitar problemas.

Finalmente, la opción más segura es tener una residencia real en algún lugar del mundo, con una vivienda a tu disposición.

Referencias

En ocasiones, los bancos solicitan cartas de referencia, generalmente de un banco local donde tengas una cuenta activa. Estas referencias suelen ser fáciles de obtener, aunque a veces solo los directores del banco saben a qué te refieres si pides una. El costo puede variar entre 10 y 100 dólares, dependiendo del banco.

También puede requerirse una referencia profesional, como de un asesor fiscal, abogado, médico u otra profesión acreditada y regulada, que haya mantenido relación contigo durante varios años. En muchos casos, una carta de referencia de un empresario con quien hagas negocios también puede ser suficiente.

Apertura de cuentas para empresas

Las cuentas de empresa siguen criterios similares a las cuentas particulares. Cada socio y administrador debe presentar los mismos documentos que al abrir una cuenta personal. Si utilizas fiduciarios, el banco también requerirá sus documentos de identidad.

Además, las cuentas de empresa suelen necesitar documentos adicionales, como:

  • Estatutos o artículos de constitución
  • Memorando de asociación
  • Certificado de incorporación
  • Certificado de buena situación (que demuestra que la empresa sigue activa)
  • Listado de firmantes autorizados
  • Plan de negocio

No todos los bancos exigen todos estos documentos, pero los mejores generalmente sí. La mayoría requiere que estos documentos estén certificados, y si usas un intermediario, probablemente se encargue de ello.

Cuentas para otras entidades

Para trusts y fundaciones, los requisitos son similares a los de una cuenta de empresa.

Enviar la solicitud

Una vez completados los formularios y reunidos todos los documentos, debes enviarlos mediante un servicio de mensajería seguro al banco o intermediario.

Es fundamental no perder la solicitud, ya que eso implicaría repetir todo el proceso.

El tiempo de respuesta varía: puede ser solo unos días o extenderse varias semanas. Si el banco aprueba, abrirá la cuenta rápidamente y solo tendrás que transferir tu dinero.

Recuerda que en el mundo de la banca internacional, una buena preparación y transparencia son clave para facilitar el proceso y evitar problemas futuros.

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