Portugal se ha convertido en el destino favorito en Europa para nómadas digitales, gracias a su enfoque abierto hacia los trabajadores remotos y leyes favorables que facilitan su vida. Sin embargo, en 2025, se están implementando nuevas reglas y cambios en la visa dorada, una de las formas más populares para empresarios y jubilados de ingresar al país. ¿Cuáles son estos cambios y qué debes esperar? Aquí te compartimos la información más relevante.
¿Qué es la visa dorada en Portugal?
Esta visa ha estado vigente desde 2012 y permite que ciudadanos no pertenecientes a la Unión Europea ingresen a Portugal sin necesidad de empleo o estudios en el país. Esto se logra mediante inversión directa en propiedades portuguesas, ya sean residenciales, comerciales o privadas, bajo ciertas condiciones. Más de diez mil personas han aprovechado esta oportunidad, muchas de las cuales han iniciado negocios o se han quedado por períodos prolongados. De esta manera, Portugal abre sus puertas a nuevas oportunidades financieras, aportando más de cuatro mil millones de euros en los últimos años a su economía. Es, sin duda, una de las situaciones en las que todos ganan.
¿Qué necesitas para obtener la visa dorada?
Debes ser ciudadano de un país fuera de la UE, tener un historial criminal limpio y ser mayor de 18 años. La principal condición para la visa es realizar una inversión. La cantidad de dinero que debes invertir varía principalmente según el área en la que deseas invertir, y esta parte de los requisitos ha tenido algunos cambios recientes. Si la inversión es exitosa, podrás ingresar a Portugal, y esta autorización puede extenderse si tienes vínculos familiares en el país. En muchos aspectos, es una de las formas más sencillas de obtener una visa en Portugal.
¿Cuáles son los cambios en las visas doradas en 2025?
El cambio más importante tiene que ver con el monto de inversión requerido. La cantidad base es de 500.000 euros para propiedades residenciales o comerciales. Este monto también aplica para las islas, como Madeira y las Azores, sin descuentos adicionales. Sin embargo, si inviertes en proyectos de rehabilitación de viviendas o locales comerciales, el mínimo de inversión se reduce a 350.000 euros. Esto también aplica para inversiones en las islas.
Las nuevas regulaciones introdujeron también clasificaciones según las áreas: zonas interiores y áreas de baja densidad. Las zonas interiores son aquellas donde puedes solicitar la visa dorada comprando una propiedad residencial. Estas áreas suelen estar en el interior del país, excluyendo ciudades como Lisboa, Oporto y gran parte de la costa oeste. Para propiedades comerciales, no hay restricciones de ubicación al solicitar la visa dorada.
Por otro lado, las áreas de baja densidad son regiones menos pobladas, que a menudo coinciden con las zonas interiores. Invertir en estas áreas te puede otorgar un descuento adicional del 20%. Si un área es tanto interior como de alta densidad, no se aplican descuentos. Esto permite ahorrar aún más en la obtención de la visa dorada en Portugal, abriendo nuevas oportunidades para disfrutar del país.
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