¿Creatividad: destino o desarrollo?
El pensamiento creativo requiere que nuestro cerebro establezca conexiones entre ideas que parecen no tener relación. ¿Es una habilidad con la que nacemos o la desarrollamos con la práctica? Veamos qué dice la investigación.
En los años 60, un investigador en rendimiento creativo llamado George Land realizó un estudio con 1,600 niños de cinco años y el 98 por ciento de ellos obtuvo resultados en la categoría de “altamente creativos”. El Dr. Land volvió a evaluar a los mismos niños en intervalos de cinco años. Cuando tenían 10 años, solo el 30 por ciento seguía en ese rango. A los 15 años, bajó al 12 por ciento, y a los 25, apenas el 2 por ciento. A medida que crecían, pareciera que la creatividad se entrenaba fuera de ellos. En palabras del Dr. Land, “el comportamiento no creativo se aprende”.
Investigaciones similares han confirmado estas tendencias. Por ejemplo, un estudio con 272,599 estudiantes encontró que, aunque los puntajes de coeficiente intelectual han aumentado desde 1990, las puntuaciones en pensamiento creativo han disminuido.
Esto no significa que la creatividad sea 100 por ciento aprendida. La genética también influye. Según la profesora de psicología Barbara Kerr, “aproximadamente el 22 por ciento de la variación en la creatividad se debe a la influencia de los genes”. Este hallazgo proviene del estudio de las diferencias en el pensamiento creativo entre pares de gemelos.
En definitiva, afirmar que “no soy del tipo creativo” es una excusa débil para evitar pensar de manera creativa. Claro, algunas personas parecen estar más predispuestas a ser creativas, pero casi todos nacen con cierto nivel de habilidad y la mayoría de nuestras capacidades creativas pueden entrenarse.
Ahora que sabemos que la creatividad es una habilidad que se puede mejorar, hablemos de por qué—y cómo—la práctica y el aprendizaje influyen en tu capacidad creativa.
Inteligencia y pensamiento creativo
¿Qué se necesita para liberar tu potencial creativo?
Como mencioné en mi artículo sobre la Teoría del Umbral, estar en el 1 por ciento superior en inteligencia no tiene correlación con ser increíblemente creativo. Solo necesitas ser inteligente (no un genio) y trabajar duro, practicar deliberadamente y repetir el proceso.
Mientras cumplas con un umbral de inteligencia, realizar trabajos creativos brillantes está a tu alcance. Según un estudio de 2014, “una vez que se cumple el umbral de inteligencia, los factores de personalidad se vuelven más predictivos de la creatividad”.
Mentalidad de crecimiento
¿Qué son exactamente estos “factores de personalidad” a los que se refieren los investigadores para potenciar tu pensamiento creativo?
Uno de los componentes más importantes es cómo percibes tus talentos internamente. Es decir, tus habilidades creativas están en gran medida determinadas por si abordas el proceso creativo con una mentalidad fija o de crecimiento.
Las diferencias entre estas dos mentalidades se explican en el excelente libro de Carol Dweck, Mindset: La actitud del éxito.
La idea básica es que, con una mentalidad fija, enfrentamos tareas como si nuestras habilidades fueran inmutables. En cambio, con una mentalidad de crecimiento, creemos que podemos mejorar con esfuerzo y práctica. Curiosamente, podemos inclinarnos fácilmente en una dirección u otra según cómo hablemos y valoremos nuestros esfuerzos.
A continuación, un resumen en palabras de Dweck:
“El movimiento de la autoestima nos enseñó erróneamente que al elogiar la inteligencia, el talento y las habilidades, fomentábamos la confianza y la autoestima, y todo lo positivo seguiría. Pero hemos descubierto que esto puede tener el efecto contrario. Las personas que son elogiadas por su talento ahora se preocupan por hacer lo siguiente, por afrontar tareas difíciles y por no parecer poco talentosas, lo que puede dañar su reputación de brillantez. Entonces, en lugar de eso, se quedan en su zona de confort y se vuelven muy defensivas ante los obstáculos.
¿Qué deberíamos elogiar entonces? El esfuerzo, las estrategias, la perseverancia, la tenacidad, la resiliencia ante los obstáculos, la capacidad de recuperarse cuando las cosas van mal y la disposición para probar qué funciona después. Promover una mentalidad de crecimiento en el trabajo implica transmitir estos valores del proceso, ofrecer retroalimentación y recompensar el compromiso con el proceso, no solo los resultados exitosos”.
—Carol Dweck
Vergüenza y creatividad
¿Cómo podemos aplicar la mentalidad de crecimiento a la creatividad en la práctica? En mi experiencia, todo se reduce a una cosa: la disposición a parecer ridículo al perseguir una actividad.
Como dice Dweck, la mentalidad de crecimiento se centra más en el proceso que en el resultado. Esto puede parecer sencillo en teoría, pero muy difícil en la práctica. La mayoría de las personas no quieren lidiar con la vergüenza o la humillación que a menudo acompañan a aprender una nueva habilidad.
La lista de errores de los que nunca nos recuperamos es muy corta. La mayoría de nosotros lo sabe en cierto nivel. Sabemos que nuestras vidas no se arruinarán si ese libro que escribimos no se vende o si nos rechazan en una cita o si olvidamos el nombre de alguien al presentarlo. No es tanto lo que pasa después, sino la posibilidad de parecer tontos, sentir humillación o lidiar con la vergüenza lo que nos detiene de empezar.
Para abrazar plenamente la mentalidad de crecimiento y potenciar tu creatividad, debes estar dispuesto a actuar a pesar de estos sentimientos que muchas veces nos frenan.
Cómo ser más creativo
Suponiendo que estás dispuesto a enfrentar tus miedos internos y trabajar con los fracasos, aquí tienes algunas estrategias prácticas para potenciar tu creatividad.
Establece límites. Las restricciones cuidadosamente diseñadas son una de tus mejores herramientas para estimular el pensamiento creativo. Por ejemplo, el famoso escritor de libros infantiles escribió su obra más conocida limitándose a 50 palabras. Los futbolistas desarrollan habilidades más elaboradas cuando juegan en un campo más pequeño. Los diseñadores pueden usar un lienzo de 7,5 cm por 12 cm para crear mejores diseños a gran escala. Cuanto más nos limitamos, más ingeniosos nos volvemos.
Escribe más. Durante casi tres años, publiqué un artículo nuevo cada lunes y jueves en mi sitio web. Cuanto más seguía con ese ritmo, más me daba cuenta de que tenía que escribir unas docenas de ideas promedio antes de encontrar una brillante. Al producir mucho contenido, creaba una superficie mayor para que surgiera una chispa creativa.
¿No te interesa compartir tus escritos públicamente? La rutina de Morning Pages de Julia Cameron es una excelente forma de usar la escritura para aumentar tu creatividad, incluso si no tienes intención de publicar nada.
Amplía tus conocimientos. Una de mis estrategias creativas más efectivas es obligarme a escribir sobre temas y ideas aparentemente dispares. Por ejemplo, tengo que ser creativo al usar estrategias de baloncesto de los años 80, antiguos programas de procesamiento de textos o budismo zen para describir comportamientos cotidianos. En palabras del psicólogo Robert Epstein, “te irá mejor en psicología y en la vida si amplías tu conocimiento”.
Duerme más. En mi artículo sobre cómo dormir mejor, compartí un estudio de la Universidad de Pensilvania que reveló el impacto increíble del sueño en el rendimiento mental. La conclusión principal fue que la deuda de sueño es acumulativa y si duermes 6 horas cada noche durante dos semanas, tu rendimiento mental y físico disminuye al nivel de haber estado despierto 48 horas seguidas. Como todas las funciones cognitivas, el pensamiento creativo se ve significativamente afectado por la falta de sueño.
Disfruta del sol y la naturaleza. Un estudio evaluó a 56 excursionistas con preguntas sobre pensamiento creativo antes y después de un viaje de 4 días. Los investigadores encontraron que, al final del viaje, la creatividad de los participantes aumentó en un 50 por ciento. Esta investigación respalda otros estudios que muestran que pasar tiempo en la naturaleza y exponerse a la luz solar puede elevar los niveles de creatividad.
Practica el pensamiento positivo. Aunque suene un poco superficial, el pensamiento positivo puede mejorar significativamente tu creatividad. ¿Por qué? La investigación en psicología positiva ha demostrado que tendemos a pensar más ampliamente cuando estamos felices. Este concepto, conocido como la Teoría de Ampliar y Construir, facilita que hagamos conexiones creativas entre ideas. Por el contrario, la tristeza y la depresión parecen limitar nuestro pensamiento.
¡Lánzalo! La verdad honesta es que la creatividad requiere mucho trabajo. Lo mejor que puedes hacer es establecer un ritmo que puedas mantener y publicar contenido de manera constante. Comprométete con el proceso y crea según un calendario. La única forma en que la creatividad se vuelve realidad es lanzando tu trabajo al mundo.
Reflexiones finales sobre el pensamiento creativo
La creatividad es un proceso, no un evento. No se trata solo de un momento de inspiración. Tienes que superar barreras mentales y bloqueos internos. Debes comprometerte a practicar tu oficio de manera deliberada. Y necesitas mantenerte en el proceso durante años, quizás incluso décadas como Newton, para que tu genio creativo florezca.
Las ideas de este artículo ofrecen diversas maneras de potenciar tu creatividad. Si buscas estrategias prácticas adicionales para mejorar tus hábitos creativos, te invito a leer mi guía gratuita llamada Dominando la Creatividad.