El Mito del DIY
La actitud de hacer las cosas por cuenta propia está arraigada en el individualismo. Esto puede ayudarte a romper con el pensamiento convencional, encontrar tu voz y expresar tus talentos únicos en la vida, pero aunque funciona bien para el crecimiento personal, no es la mejor estrategia para un negocio.
“Espera un momento,” dirás. “¿Qué hay de los empresarios que se hicieron a sí mismos? ¿Qué hay de personas como Richard Branson, que dejó la escuela a los 16 años, fundó una revista juvenil llamada ‘Student’ y luego construyó la marca Virgin, valorada en miles de millones?” Aunque Branson genera admiración por su vida y carrera audaces, ha formado numerosos equipos para gestionar sus negocios, desde discos hasta naves espaciales. No es un lobo solitario haciendo todo por sí mismo.
La idea de que alguien se hizo a sí mismo solo es cierta si defines eso como alguien que inicia una idea de negocio sin contar con ventajas como contactos en la industria o financiamiento abundante.
Cualquier negocio requiere demasiado trabajo para que una sola persona pueda hacerlo todo. Incluso si eres un genio que no duerme por las noches, nunca hay suficiente tiempo para completar todo lo que hay que hacer.
Marketing: Tu arma secreta
No importa qué tan bien hayas configurado cada elemento de tu negocio si fallas en tu estrategia de marketing. ¡El marketing es clave para el éxito de tu negocio! Sin él, nada más importa. Con él, todo lo demás puede ajustarse para que funcione correctamente.
Un experto en marketing digital con experiencia, que ha trabajado con múltiples empresas, señala que hay solo un tipo de negocio: un negocio de marketing.
Analicemos esa frase por un momento. No significa que solo exista un negocio en el mundo, sino que cada negocio debe enfocarse principalmente en su estrategia de marketing para crecer y prosperar.
¿Por qué contratar una empresa de marketing?
El marketing no es simplemente publicar un anuncio en Facebook, atraer a un montón de clientes potenciales y guiarlos por un embudo de ventas. Aunque muchas personas que ofrecen cursos de marketing DIY transmiten esa idea, la realidad del mercado es mucho más compleja.
Si las fórmulas simples funcionaran tan bien como dicen, la mayoría de las pequeñas empresas no fracasaría.
La razón por la que muchas startups fallan más que tienen éxito es que el marketing es una actividad compleja que requiere diversas habilidades. Además, necesita de varias personas para distribuir la carga de trabajo.
En otras palabras, quienes intentan hacer todo el marketing por sí mismos están destinados a fracasar antes de empezar.
Beneficios de contratar una empresa de marketing
Al contratar una empresa especializada en marketing, estarás incorporando un equipo de expertos que se encargará de las tareas más pesadas y experimentarás los siguientes beneficios:
- Ahorrarás dinero al evitar gastar en estrategias de marketing no probadas.
- Trabajarás con profesionales que poseen habilidades diversas, y su esfuerzo conjunto aumentará los prospectos y convertirá más clientes potenciales en compradores.
- Disfrutarás de más tiempo para enfocarte en lo que mejor haces. Tal vez tu habilidad principal sea escribir ebooks educativos o crear videos explicativos. Ahora que no tienes que preocuparte por tu estrategia de marketing, podrás dedicar más tiempo a mejorar tu línea de productos.
- Tu empresa utilizará las ideas de marketing más actuales y efectivas. Las tendencias en marketing van y vienen, y es muy fácil invertir esfuerzos en técnicas que ya no funcionan. Una empresa especializada trabaja con muchos clientes y se mantiene al día con las últimas tendencias.
- Comenzarás a disfrutar más del estilo de vida que imaginaste cuando decidiste convertirte en emprendedor. En lugar de estar frenéticamente ocupado con todo, podrás encontrar tiempo para otras actividades además del trabajo.
Trabaja en tu negocio, no solo en él
Muchas personas que inician su propio negocio alguna vez fueron empleados, y es muy difícil dejar atrás la mentalidad de trabajador. La mayoría de los negocios fracasan no porque sus dueños no se esfuerzan lo suficiente, sino porque se vuelven empleados súper dedicados a su propia empresa y no dirigen su negocio en la dirección correcta.