¿Cómo se puede viajar y trabajar al mismo tiempo?
Una de las preguntas que más recibo es cómo combinar viajar y trabajar, y aquí te comparto algunas ideas para que puedas empezar a explorar esa posibilidad.
Quizá esa sea la duda que, con más insistencia, llega a mi bandeja de entrada. Otras similares son: ¿cómo haces para viajar? ¿en qué trabajas? ¿es posible? Y, finalmente: ¿cómo puedes viajar y trabajar al mismo tiempo?
Mi respuesta casi siempre es la misma: no existen fórmulas mágicas ni soluciones definitivas, no hay trucos secretos detrás de todo lo que se ve en el camino.
No se trata de vender la idea de que viajar es el estado ideal, la solución perfecta para todas las angustias, ni que quedarse en una oficina es aburrido, rutinario y malo. La realidad es que convertir el viaje en una forma de vida es una decisión consciente, y las oportunidades que surjan dependerán de las inquietudes, habilidades y creatividad de cada viajero.
¿Cómo se puede viajar y trabajar al mismo tiempo?
En mi caso, soy periodista. Renuncié a mi trabajo de oficina después de siete años cumpliendo horarios y decidí que quería viajar, escribir y vivir de eso. Hoy, después de varios años, vivo de escribir sobre viajes.
No solo tengo un blog que me genera algunos ingresos (aunque no vivo exclusivamente de él), también colaboro con revistas y medios digitales. Combino la escritura con la fotografía, explorando ambas en cada viaje para seguir contando historias.
Sin embargo, sería irresponsable decir que para empezar a ganar dinero y viajar solo basta con abrir un blog o tener una cuenta en redes sociales con fotos perfectas.
Esas ideas, por sí solas, no se sostienen. Detrás de quienes viajamos y trabajamos al mismo tiempo, hay muchas horas dedicadas a hacer lo que sabemos hacer, noches en vela, creatividad, contenido y la intención de que nuestros viajes sean experiencias inspiradoras para quienes nos siguen.
Eso lo digo yo, y también quienes generan contenido de viajes, pero la realidad es que es posible viajar y trabajar al mismo tiempo aprovechando tus habilidades. Aquí te comparto un paso a paso para explorar ese camino, que está al alcance de cualquiera que quiera lanzarse a la aventura.
Antes de empezar, respóndete estas preguntas:
¿Por cuánto tiempo quieres viajar?
La respuesta a esta pregunta definirá mucho lo que viene después. ¿Cuánto tiempo estás dispuesto a viajar y alejarte de lo que consideras “lo seguro”? Si planeas un viaje de al menos tres meses, la opción de trabajar en el camino está sobre la mesa. Es posible mantenerse en ruta si tienes ideas claras y un plan para obtener ingresos a corto plazo.
Definir el tiempo de viaje, o al menos tener una idea aproximada, será clave para determinar qué puedes hacer. Las opciones comenzarán a aparecer conforme vayas definiendo tu ruta.
¿Qué quieres y qué sabes hacer?
Muchos desean comenzar a viajar, pero se detienen por miedo o dudas. Tómate un momento para pensar en esas habilidades que tienes muy claras y cómo puedes desarrollarlas mientras viajas.
¿Eres diseñador gráfico? ¿Sabes cocinar? ¿Pintas bien? ¿Escribes, coses, cantas? ¿Estarías dispuesto a trabajar en una granja? ¿Hablas algún idioma y podrías enseñarlo? ¿Tomas buenas fotos? Tus ingresos dependerán directamente de tus habilidades.
Te recomiendo leer estos consejos para ganar dinero viajando y qué carreras son las mejores para hacerlo.
No hay trucos mágicos: si sabes hacer algo bien, puedes ofrecerlo, cerrar acuerdos y obtener ganancias, avanzando en tu camino. Al principio puede ser poco, pero todo empieza por algún lado y así se aprende.
Viajar implica ensayo y error, pero también aciertos y buenas experiencias. Cuando comienzas a hacer lo que te gusta para generar ingresos, empiezan a surgir oportunidades, porque tu trabajo conecta con otras personas y esa red de contactos crece.
¿Hacia dónde quieres ir?
Muchos viajeros optan por destinos económicos y remotos, como el sudeste asiático, por ejemplo. Llegan con ahorros, establecen un tiempo y trabajan en esa habilidad que descubrieron en sí mismos, ahorrando para futuros viajes más largos.
Estar en un país económico ayuda a que los ingresos rindan más, te saca de tu zona de confort —que muchas veces cuesta— y te prepara para los obstáculos del camino. Eres tú y el viaje, a tu ritmo.
Otros viajeros prefieren la opción de viajes tipo Working Holiday, ahorran durante meses y se mantienen en ruta por más tiempo. Elegir bien el destino para comenzar es fundamental para que el dinero no se escape rápidamente.
- Una pausa importante:
- Una pausa importante:
Ya lo mencioné antes, pero vale reiterar: la idea de viajar solo porque sí no se sostiene por sí sola. Muchas veces, tener un trabajo remoto y estable, que solo requiera buena conexión a internet, será tu ingreso fijo sin importar en qué parte del mundo estés. Además, si puedes desarrollar tus habilidades en el lugar donde viajas, mucho mejor. Todas las ideas suman.
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Explora todas las posibilidades
¿Sabías que puedes cuidar casas o animales mientras viajas? ¿Ofrecer horas de trabajo en una cocina o en una granja a cambio de alojamiento y comida? Hay muchas opciones más.
Conoce qué es YoEmpresario y cómo funciona el intercambio de habilidades por alojamiento y otros beneficios.
Viajar es ampliar la mente, ir más allá de las ideas básicas. Quizá tú seas muy aventurero y armes tu equipo de camping, viajes a dedo y produces en el camino, usando lo que sabes hacer.
Pero quizás prefieras hacer voluntariado en un hostal, ayudando en el bar, en la recepción o en redes sociales.
O tal vez te convenga preparar esa kombi con la que siempre soñaste, planificando gastos y recorriendo lugares, mientras sigues trabajando en ruta. También puedes hacer intercambio de casas y tener un lugar seguro para seguir desarrollando tus habilidades en una ciudad nueva.
O simplemente, te sientes cómodo haciendo couchsurfing, intercambiando experiencias con otros viajeros. Explora todas las opciones y quédate con la que te haga sentir más cómodo. Es tu viaje, tu experiencia, y nadie tiene que decirte cómo disfrutarlo mejor.
Sé realista
Viajar es maravilloso, sí. Pero no todo es color de rosa. Es importante ser consciente de ello para no decepcionarte si las cosas no salen como planeaste.
Conócete a ti mismo y conoce tus límites: no te fuerces a visitar lugares que no te hagan sentir seguro solo por seguir la moda; no tienes que irte lejos si no te sientes cómodo. Este es tu viaje, tus posibilidades y tus metas. Cada experiencia es única.
Establece un presupuesto de gastos
Esto es fundamental. No gastes más de lo que puedas generar, especialmente cuando estás en movimiento. Sé honesto contigo y pon un límite a tus gastos para que la ruta no te sorprenda, y prepárate para lo que pueda pasar.
Viajar nos hace más flexibles, aprendemos a no gastar en lo innecesario y a valorar lo que realmente importa. Cuando llega el momento de darte un gusto, lo disfrutas mucho más, porque esa es una recompensa que vale la pena.
Lo mejor de todo es que el viaje nos enseña en el camino. Si cometes errores, ajusta la ruta, aprende y sigue adelante.
Espero que ahora, cuando te preguntes cómo se puede viajar y trabajar al mismo tiempo, tengas algunas respuestas más claras. Pero sobre todo, que sepas que es posible. No es solo un sueño, cada vez más personas lo logran. Solo recuerda que debes hacerlo por convicción, no por moda, y que cada experiencia suma a tu vida. ¡Buen viaje y… buen trabajo!