¿Qué es la cultura empresarial?
La cultura empresarial es el orden social no hablado de cualquier organización. Incluye la forma en que se resuelven los problemas, cómo se trata a las personas y cómo opera un negocio en relación con su capital humano.
Una cultura empresarial positiva tiene un impacto profundo en la gestión de una empresa. Cuando la cultura favorece la productividad, todos en la organización trabajan hacia un objetivo común, desde la alta dirección hasta los empleados de nivel inicial. Los empleados en todos los niveles saben que serán tratados con respeto y consideración por sus habilidades y talentos personales.
La cultura se comparte entre todos los empleados de una empresa. Es algo que permea y afecta más de un nivel de la organización. La mentalidad, las suposiciones y las motivaciones de los empleados son aspectos invisibles de la cultura empresarial. La forma en que las empresas manejan los problemas, celebran los hitos grupales y acogen a los nuevos empleados también contribuyen a definir la cultura empresarial.
Contar con una cultura positiva hace que clientes y proveedores se sientan más cómodos al hacer negocios con una empresa. Saber que sus solicitudes serán atendidas de manera justa y rápida ayuda a mejorar la reputación del negocio.
Mientras que la interacción entre las personas es una faceta bien conocida de la cultura empresarial, muchas personas no son tan conscientes de que la respuesta de una empresa ante el cambio también es importante. Algunas empresas están preparadas para absorber cambios necesarios, mientras que otras muestran resistencia significativa a ellos.
Las empresas tradicionales tienden a priorizar la estabilidad como su principal característica cultural, mientras que los modelos de negocio más ágiles y modernos están mejor preparados para manejar condiciones flexibles.
Problemas con una cultura negativa
Cuando una empresa funciona mal en el fondo, los clientes lo perciben. Imagina ir a un restaurante y escuchar peleas y palabras malsonantes en la cocina. Es probable que no vuelvas a ese lugar porque su cultura negativa te hace sentir incómodo.
Una cultura empresarial deficiente puede conducir a un bajo rendimiento. Cuando los indicadores de desempeño se usan como el único motivador, los empleados pueden perder la motivación. Es mejor adoptar un modelo donde todos sientan que aportan algo importante y que no son solo piezas en una máquina.
Otro aspecto de una cultura empresarial pobre que debe abordarse es la gestión inconsistente. Un organigrama mal elaborado, con líneas poco claras que conectan empleados y responsabilidades, puede generar confusión.
Peor aún es cuando un empleado reporta a dos supervisores diferentes, y estos están en constante conflicto por el tiempo y atención del empleado. Esto puede causar agotamiento rápido y una rotación costosa. Es mucho mejor tener un organigrama claro, conciso y que todos los gerentes lo respeten.
Por ejemplo, si un gerente quiere usar a un empleado de otro departamento, debe solicitarlo a su supervisor directo y asegurarse de que el empleado tenga tiempo para cumplir con la tarea adicional. De lo contrario, el empleado puede empezar a sentir resentimiento tanto hacia su supervisor directo como hacia el otro gerente.
Cómo pueden ayudar los consultores en rendimiento empresarial
Cuando la dirección percibe que una empresa tiene dificultades, suele contratar consultores para intentar solucionar el problema antes de que sea demasiado tarde. Pueden llamar a diferentes consultores para las áreas que enfrentan mayores desafíos.
Creemos que la mayoría de los problemas empresariales se reducen a una cultura empresarial que necesita mejorar. Mejorar la cultura empresarial implica transformarla desde adentro hacia afuera. Los consultores deben tener experiencia suficiente para conectar con empleados en todos los niveles.
Muchas veces, los consultores llegan, dicen que cambiarán la cultura de la empresa, llenan la sala de palabras de moda y se van. Quedan insatisfechos y los problemas persisten. Para realmente transformar la cultura empresarial, se requiere un enfoque integral. Aunque puede tomar más tiempo que un cambio superficial, el esfuerzo vale la pena.
Reunirse con los empleados para conocer sus principales inquietudes es un excelente punto de partida. Otra opción es realizar una encuesta confidencial, que permite a los empleados expresar sus preocupaciones sin temor a represalias.
Beneficios de mejorar la cultura empresarial
Cuando una empresa cuenta con una cultura positiva, está mejor preparada para afrontar los desafíos del entorno empresarial actual. Sus operaciones serán más fluidas y su situación financiera más estable. Aunque muchas empresas enfrentan dificultades económicas, una cultura positiva ayuda a mantener enfocados y motivados a los empleados existentes.
Creemos que cambiar la cultura empresarial es clave para mejorar el rendimiento del negocio. Entender las particularidades de la cultura empresarial es fundamental para promover las mejores prácticas en el lugar de trabajo.