1. Encuentra la competencia adecuada
Cuando se trata de competencias de planes de negocio, hay cientos y cientos para elegir, tanto a nivel local, estatal, nacional como internacional. También existen categorías para estudiantes de secundaria y universitarios. Pero, a pesar de la gran variedad de opciones, no todas encajarán con tu negocio.
Cada competencia varía en criterios, fondos otorgados y número de participantes permitidos. La mayoría de las competencias universitarias limitan la participación a emprendimientos fundados por estudiantes o exalumnos de esa institución.
Algunas, como esta competencia y otra competencia, permiten la participación de no estudiantes siempre que un número específico de estudiantes actualmente inscritos en la universidad también formen parte del equipo.
Otras competencias limitan la participación a negocios que hayan superado cierto monto de ingresos anuales, que hayan recaudado una cantidad determinada de fondos o que hayan sido establecidos hace varios años.
Una restricción adicional, y quizás la más importante, es el tipo de negocio al que está dirigida la competencia. Muchas se enfocan en tecnología y soluciones de inteligencia artificial, mientras que otras priorizan soluciones sostenibles para diferentes industrias.
Leer cuidadosamente los términos de elegibilidad de cada competencia te ahorrará decepciones y pérdida de tiempo y esfuerzo.
2. Prepárate, prepárate y prepárate
Quizá confíes plenamente en tu plan de negocio actual, que quizás obtuviste de una excelente plantilla, pero eso no significa que ya haya alcanzado su máximo potencial. Reúne a tu equipo y revisen cada parte del plan, desde el resumen ejecutivo hasta la investigación de mercado y el plan financiero.
Tu plan es la mejor representación de tu negocio y quizás la única que los futuros inversores verán. Si aún no tienes un plan de negocio para tu nueva idea, tómate tu tiempo.
Algunas secciones pueden completarse en poco tiempo, pero realizar una investigación de mercado de calidad en solo unas semanas sería imposible. Tu plan debe mostrar la idea de tu equipo y demostrar que puede ejecutarse.
Trabaja en cada sección como si tu vida dependiera de ello. Cuanto más te enfoques, mejor conocerás tu empresa. Y cuanto mejor la conozcas, mejor podrás representarla.
Resalta los puntos clave en tu resumen ejecutivo, menciona tu investigación y respalda tus cifras con hechos. Sin importar la competencia, el plan no debe exceder las 12 páginas. Esto demostrará a los jueces que puedes ser conciso y convincente sin detallar cada aspecto de tu negocio.
Preparar a tu equipo es igual de importante. Los jueces y capitalistas de riesgo querrán saber quién estará a cargo de cada área de la inversión.
Si hay un puesto que aún no se ha cubierto por recortes presupuestarios, menciónalo en tu presentación. Esto asegurará a los interesados que sus fondos ayudarán a que la organización avance aún más.
3. Trabaja en tu presentación
Nadie quiere escuchar una presentación larga y repetitiva. Los jueces de la competencia son profesionales experimentados que han escuchado miles de propuestas, exitosas y rechazadas. No hagas que sientan que están perdiendo su tiempo con tu propuesta.
Tu contenido debe ser breve, enfocándose solo en los hechos más importantes de tu negocio. Concéntrate en el problema, cómo planeas resolverlo, por qué tu solución es mejor que la de la competencia y cómo tus clientes se beneficiarán.
Durante el período de inscripción, notarás que muchas competencias permiten un pitch de 60 a 120 segundos. Aunque parece muy corto, poder presentar todo en ese formato te ayudará a entender mejor a los jueces.
Para un pitch ganador, revisa la plantilla creada por un reconocido inversor de Silicon Valley que recientemente cubrí. Este inversor fue el primer en apostar por una startup con un cheque de medio millón de dólares, que luego se convirtió en más de mil millones en valor.
Además del contenido, trabaja en tu forma de presentar. Tu lenguaje corporal y la manera en que te expresas pueden invitar a escuchar o, por el contrario, hacer que rechacen tu idea. La articulación de tu equipo también es clave. Aunque tengas poco tiempo, tu claridad no debe verse afectada. Dedica tiempo a mejorar tu ritmo y pronunciación.
No olvides tu presentación visual. Asegúrate de que sea atractiva y evita el desorden visual siguiendo reglas como la de Guy Kawasaki 10/20/30 para presentaciones efectivas.