1. Realiza una auditoría
No puedes solucionar un problema si no sabes que existe. Analiza todos los procesos de tu negocio. ¿Qué funciona y qué no? Si te cuesta mirar tus errores sin sentirte emocionalmente afectado, pide a un amigo o mentor que te dé su opinión.
Revisa cada área donde generas ingresos y donde gastas dinero. ¿Qué puedes mejorar en estos aspectos? Ten en cuenta que factores que no generan ingresos también pueden afectar tu éxito. Por ejemplo, ¿qué tan bien capacitados están tus empleados?
2. Mapea tu negocio
El mapeo empresarial ayuda en varias áreas. Primero, te permite identificar zonas desatendidas y enviar allí a tus vendedores. Segundo, entender qué mercados dominan tus competidores y cómo puedes ingresar. Tercero, dividir las zonas de venta y conquistar cada una. Finalmente, reducir tiempos de desplazamiento y entrega mediante la planificación de centros de distribución.
3. Incrementa la contratación y capacitación
Muchas empresas enfrentan dificultades para encontrar candidatos talentosos. Quizá no puedas competir con los salarios y beneficios de las grandes corporaciones, pero sí puedes ofrecer ventajas que ellas no brindan.
Comienza por tu cultura empresarial. ¿Tratas a tus empleados como te gustaría ser tratado? ¿Eres cercano, receptivo y comprensivo? También puedes ofrecer horarios flexibles. Por ejemplo, dos padres pueden dividir un trabajo y trabajar a tiempo parcial para pasar más tiempo con sus hijos pequeños.
Busca otros beneficios que las grandes empresas no ofrecen, como almuerzos gratuitos los viernes, días para llevar a tu mascota al trabajo y eventos divertidos.
Al mismo tiempo, invierte en capacitación y demuestra a tus empleados que estás dispuesto a apoyarlos. Envíalos a conferencias, realiza entrenamientos internos y paga cursos para que aprendan nuevas habilidades. Si aún no estás generando ganancias, incorpora estos elementos una vez que lo hagas.
4. Mejora el flujo de efectivo
Uno de los principales motivos por los que las empresas fracasan es por problemas de flujo de efectivo. Los picos de crecimiento y la falta de dinero entrando pueden ser una combinación peligrosa, especialmente en negocios que dependen del inventario para mantener el dinero en movimiento.
Aunque la pandemia provocó cierres y disminuyó el tráfico en muchas pymes, una encuesta reciente muestra que el 67% de los dueños creen que sus negocios volverán a los niveles previos a la pandemia y a los ingresos de antes en este año.
Mientras tanto, puedes modificar algunas políticas. Por ejemplo, exigir pago por adelantado a los clientes o mejorar tu sistema de facturación. Pide 30 o 60 días netos en órdenes de compra. Busca formas de mantener fondos en tu cuenta en lugar de sacarlos.
Si tienes dificultades para recuperarte del año pasado, considera un préstamo del Programa de Protección de Cheques de Pago (PPP) para mantener las operaciones. Pero asegúrate de usar el dinero como se indica, o podrías tener que devolverlo pronto.
5. Explora nuevos métodos de marketing
Si tu negocio está estancado, ¿por qué seguir intentando las mismas estrategias que no funcionan? En su lugar, busca nuevas formas de promocionarte. Piensa en quién es tu público objetivo y dónde pasa más tiempo.
Las redes sociales son una forma económica de dar a conocer tu negocio sin gastar mucho dinero. La investigación muestra que aproximadamente el 81% de los estadounidenses usan Facebook y alrededor del 69% YouTube. Como mínimo, publica contenido e información en alguna de esas plataformas.
Busca maneras de difundir tu mensaje localmente. Forma un equipo de clientes leales y pídeles ayuda para correr la voz. Encuentra formas creativas de llegar a tus clientes y atraer nuevos negocios.
6. Reduce costos
Si no estás generando ganancias, la principal causa puede ser que estás gastando demasiado. Busca formas de reducir gastos, tanto grandes como pequeños. ¿Puedes contratar otra compañía de recolección de basura y ahorrar unos cientos de dólares al año? ¿Cuánto ahorrarías apagando las luces cuando no las uses?
Revisa tus proveedores externos. Por ejemplo, si te entregan agua, ¿pueden ofrecerte un mejor precio? También, revisa esas suscripciones que no usas pero que siguen facturándote automáticamente cada mes.
Presta atención a cada detalle para evitar gastar en lo que no es necesario. Si una estrategia de marketing no funciona, déjala y prueba algo más económico o diferente. Por ejemplo, si los anuncios en radio no te están ayudando a mejorar tu flujo de efectivo, considera reducir ese gasto y apostar por anuncios en Google. ¿Qué resultados esperarías?
El valor de tus clientes actuales
Existe una vieja canción que habla de amigos nuevos y viejos, uno siendo plata y el otro oro. Cuando construyes tu negocio, no descuides a tus clientes actuales. Es mucho más barato mantener a quienes ya compran que buscar nuevos clientes.
Los negocios que prosperan atienden bien a sus clientes habituales y atraen nuevos a través del boca a boca. Cuanto más felices estén tus clientes actuales, más probable será que te recomienden y hagan lo necesario para que tu negocio siga creciendo.