Cómo quitarse los zapatos en la República Checa en 2026

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¿Quitarse los zapatos en la entrada, solo una costumbre extraña en la República Checa?

Probablemente te haya pasado alguna vez. Llegas a casa de un amigo checo o a la oficina de un compañero y, tras saludarlos en el pasillo, te invitan a sentarte en la sala y de repente te piden que te quites los zapatos. ¿¿Qué pasa aquí? ¿Por qué en una casa checa te piden quitarte los zapatos?

Queríamos comentarte un poco sobre esta confusión, porque, entre muchas de las costumbres checas que pueden parecer extrañas o incluso raras durante tu visita, esta parece ser de las que más llaman la atención de los viajeros.

Quitarse los zapatos en la puerta, ¿solo una costumbre checa extraña?

Hay un sorprendente número de países donde quitarse los zapatos al visitar a alguien en su casa no solo es común, sino que se considera una norma. En Alemania, Austria y muchos países del norte de Europa, la mayoría espera que te quites los zapatos. En el Reino Unido, Irlanda y los Países Bajos, la costumbre se mantiene principalmente por los dueños de casa, pero no tanto por los visitantes.

Por otro lado, hay lugares donde no quitarse los zapatos sería considerado un gran error. La mayoría de los países asiáticos siguen esta tradición, y también muchos países eslavos. La República Checa no está completamente sola en esto, aunque si aún te resulta extraño quitarte los zapatos durante una visita, no es descortés pedirle al dueño que te permita mantenerlos puestos. Además, recuerda que si te piden que te quites los zapatos, puedes solicitar usar pantuflas en su lugar (o que te las pongan).

Ventajas de quitarse los zapatos antes de entrar a un apartamento o casa

Esta costumbre no es solo una de esas pequeñas rarezas que aportan un toque especial a una cultura, aunque también lo hace, sino que tiene beneficios prácticos. Uno de los principales es la limpieza. Tener invitados con los zapatos del exterior puestos puede significar mucho trabajo después de que se van, especialmente en meses de barro, así que tiene sentido quitarse los zapatos y dejarlos en el pasillo.

Otra ventaja posible es que, al ver a tus amigos bien vestidos sentados en cómodas sillas, puede parecer más agradable si llevan pantuflas divertidas. Las pantuflas tienen una cierta cualidad igualadora, y para muchos, usar algo que contrasta con su atuendo genera un humor consciente. En resumen, resalta una actitud de sencillez y apertura que muchos checos disfrutan activamente. Así que la próxima vez que te pidan que te quites los zapatos, únete a la broma y ponte las pantuflas rosas.

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