Inclusión
Como líder empresarial, ya tienes el pulso de tu negocio; pero cuando te das cuenta de que es momento de adaptarse, cambiar o innovar más allá de tu modelo actual, es fundamental entender cómo esto afectará a tu personal.
Dependiendo del tamaño de tu organización, puede ser útil involucrar a los líderes de departamento en el proceso de generación de ideas. Esto no solo garantiza que la decisión de avanzar se considere desde todos los ángulos y que cada opinión sea escuchada, sino que también permite a estos líderes, con experiencia en sus áreas, compartir cómo el cambio impactará a sus empleados específicos.
Hazlo Claro
Durante la etapa inicial de la transición, es importante que todos estén alineados. Considera crear un documento detallado que explique cuáles son los cambios, quiénes se verán afectados y qué puede esperar cada departamento. También puede ser útil diseñar un gráfico visual o un esquema para ilustrar estos cambios organizacionales hasta que sean completamente comprensibles. Además, te recomendamos mantener una puerta abierta para que cualquier empleado pueda expresar dudas o inquietudes durante este proceso.
Los empleados son uno de los recursos más valiosos de tu negocio, y apoyarlos facilitará una transición suave y también facilitará que comuniquen estos cambios a clientes y colaboradores.
Planifica un Cronograma
Los cambios organizacionales pueden realizarse en un mes o en un año, dependiendo de la magnitud de las modificaciones. Elaborar un cronograma con sentido común permitirá a tu equipo entender cómo los afectará y si esas expectativas son razonables. Un ejemplo simple sería: “Si tu empresa ha actualizado su software, crea un cronograma que incluya planificación, capacitación, instalación y tiempo para adaptarse. Un cronograma efectivo permitirá capacitar a los empleados antes de que el cambio se implemente por completo.”
Brinda Apoyo
Al implementar cambios a gran escala, siempre habrá obstáculos, errores y ajustes necesarios. Una de las claves para mantener la agilidad es no ignorar estas áreas de fricción. Si aún no tienes uno, crea un plan de comunicación entre departamentos y empleados que permita recibir retroalimentación honesta, incluso de forma anónima.
Destinar tiempo en la planificación para abordar inquietudes es vital para lograr cambios duraderos.
Haz Seguimiento
Tu organización probablemente ha realizado numerosos cambios a lo largo de los años, y medir el éxito te ayudará a entender qué funcionó y qué no. Es recomendable hacer un seguimiento con los empleados, enviando encuestas periódicas y después de que la implementación esté completa.
Preguntas útiles pueden ser: ¿Qué te gustó más? ¿Qué cambiarías? ¿El proceso fue abrumador? ¿Cómo podríamos hacerlo más ameno? Entender los puntos problemáticos de tu transición fortalecerá tus estrategias futuras.
¡Celebra!
“Nunca subestimes el valor de celebrar los logros” explica Spring. Celebrar los éxitos no solo motiva y anima a tu equipo a ser más productivo, sino que también ayuda a generar impulso en experiencias que a veces pueden ser abrumadoras. Un poco de reconocimiento puede marcar la diferencia, así que tómate un momento para reflexionar, enviar un mensaje de celebración o agradecer personalmente a alguien por su esfuerzo. La forma en que tú y tu equipo manejan el éxito y el fracaso marcará el tono de la cultura laboral.
Invertir en el crecimiento y éxito de los empleados es una excelente estrategia para que todos los cambios tengan una impresión positiva en el personal.