1. Descubre el interés de tu mercado objetivo
Primero, identifica el mercado objetivo para tu nuevo producto. Puedes hacerlo mediante una encuesta inicial, en la que preguntes a los encuestados sobre su interés en el producto potencial y también solicites información que te permita segmentarlos. A veces, es más económico comenzar dirigiéndote a personas interesadas en un producto similar ya existente.
Ten en cuenta que si tus hallazgos indican que las personas simplemente no están interesadas en tu concepto, esa también es una investigación válida. ¡Incluso la investigación de mercado más completa no vale nada si ignoras los resultados!
Los cuestionarios son una excelente opción para obtener una primera impresión de cómo responderá la gente a tu producto, mientras que las entrevistas pueden ofrecer opiniones más detalladas. Existen diversas herramientas en línea para realizar encuestas, como AskAttest, con opciones para todos los presupuestos.
2. Crea un prototipo y recibe retroalimentación
Una vez que hayas recopilado tus datos iniciales (y confirmado que existe un mercado para tu producto), vale la pena crear un prototipo y obtener opiniones. Un prototipo es mucho mejor que solo encuestas; estas tienen varias desventajas que pueden afectar la validez de los datos recopilados de esta manera.
Las reacciones de las personas a un producto físico pueden diferir de sus respuestas al concepto en sí. Si sugieren cambios, no dudes en considerarlos. Cuando se trata de investigación de mercado, ¡el cliente realmente sabe mejor!
3. Involucra a los consumidores en el proceso
Involucrar a los consumidores en esta etapa temprana es una excelente idea por varias razones: al incluir a posibles clientes en tus actividades de brainstorming y desarrollo, aseguras que habrá personas dispuestas a pagar por tu producto cuando se lance. Además, la co-creación puede ayudarte a crear algunos embajadores de tu marca en el camino.
Los consumidores que participan en la creación de un producto suelen entusiasmarse con él y recomendarlo a amigos y familiares. Numerosos estudios resaltan el valor de involucrar a los consumidores tanto como sea posible, desde etapas tempranas.
Resumen
Aunque es posible realizar investigación de mercado incluso antes de que tu producto exista, debes tener cuidado de no quedarte atascado en esa etapa inicial. No esperes demasiado para lanzar tu producto. Recuerda, una vez alguien dijo: “Si no estás avergonzado de la primera versión de tu producto, has lanzado demasiado tarde”.
Comienza a desarrollar tu producto, lánzalo en el momento adecuado y perfecciónalo en el camino, involucrando a tus consumidores y embajadores de marca, por supuesto.