Cómo afrontar una quiebra y salir adelante en 2026

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¿Es posible trasladar la insolvencia personal a otros países de la UE?

Como puedes ver, los procedimientos de insolvencia en países como Alemania son bastante largos y complicados. Sin embargo, en otros países de la Unión Europea, el proceso suele ser mucho más sencillo y breve. Pero, ¿por qué un ciudadano de la UE puede gestionar su insolvencia en otro país del bloque? La respuesta está en el Reglamento (UE) 2015/848 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 20 de mayo de 2015. Este establece que cualquier Estado miembro debe reconocer una insolvencia llevada a cabo en otro país de la UE, así como la liquidación de la deuda residual resultante.

Es fundamental que el centro de intereses vitales del deudor se haya trasladado realmente al país en cuestión. Los cónyuges y los hijos deben acompañar al deudor y, salvo en visitas breves, la estancia en el país de origen debe ser excluida. Dependiendo del país donde se gestione la insolvencia personal, esto se analiza con especial cuidado. Un cambio de residencia ficticio solo podría empeorar la situación y no es recomendable.

Comparación de las medidas de insolvencia personal en distintos países

Y aquí llega la gran pregunta: ¿qué país resulta más conveniente para un procedimiento de insolvencia? Para ello, compararemos algunos países europeos. Aunque no abordaremos todos los aspectos de cada uno, podremos tener una idea general. Al final, analizaremos cuál consideramos como la opción más favorable en caso de insolvencia.

Irlanda

Plazo hasta la liquidación de la deuda residual: 12 meses

Fase de buena conducta: 12 meses

Impuesto sobre la renta: Cálculo individual, aproximadamente entre el 5 % y el 10 % de los ingresos

Obligaciones en la fase de buena conducta: No es obligatorio trabajar, pero la parte embargable de los ingresos debe abonarse durante 3 años. El trabajo por cuenta propia requiere autorización, y en ningún caso se puede constituir una empresa irlandesa.

Ventajas: Se ofrece la condonación de la deuda residual tras 12 meses, para todas las deudas que no sean multas o sanciones judiciales.

Desventajas: La parte embargable de los ingresos debe pagarse durante 3 años. El trabajo por cuenta propia requiere autorización, y no se puede crear una empresa local. Además, en ciertos casos, futuros derechos de pensión pueden ser embargados.

Requisitos previos: Tener residencia real en Irlanda, establecer allí el centro de intereses económicos, demostrar vida social en Irlanda y que las deudas sean de al menos 20.000 €.

Letonia

Plazo hasta la liquidación de la deuda residual: Entre 12 y 36 meses tras la fase de buena conducta. En condiciones óptimas, puede durar solo 6 meses, aunque no es lo habitual. La duración de la fase de buena conducta depende del porcentaje de deuda que puedas pagar:

  • 50 % o más: 6 meses
  • Al menos 35 %: 12 meses
  • Al menos 20 %: 18 meses
  • Menos del 20 % para deudas inferiores a 30.000 €: 12 meses
  • Menos del 20 % para deudas entre 30.001 € y 150.000 €: 24 meses
  • Menos del 20 % para deudas superiores a 150.000 €: 36 meses

Fase de buena conducta: Hasta 36 meses

Impuesto sobre la renta: 33,33 % (un tercio) de los ingresos

Obligaciones en la fase de buena conducta: Generar ingresos para satisfacer a los acreedores, transferir fondos al administrador en 10 días, elaborar un plan de reembolso, cubrir costes procesales y gestionar los bienes cuidadosamente. Los activos deben transferirse a petición del administrador.

Ventajas: El proceso es más breve, es posible obtener la exoneración inmediata de la deuda residual y no es necesario demostrar intento de acuerdo extrajudicial. Desde la apertura, los acreedores pierden el derecho a cobrar intereses o recargos.

Desventajas: El deudor no puede disponer de sus bienes desde la apertura del procedimiento, solo con autorización del administrador. La exoneración en casos ilícitos (fraude, por ejemplo) suele ser imposible.

Requisitos previos: Trasladar el centro de intereses vitales a Letonia al menos 6 meses antes, pagar impuestos allí durante ese tiempo, tener deudas de al menos 7.000 € y deudas totales superiores a 14.000 € con vencimiento en el próximo año.

España

Plazo hasta la liquidación de la deuda residual: Entre 12 y 16 meses

Fase de buena conducta: Entre 12 y 16 meses

Impuesto sobre la renta: Sistema progresivo, aproximadamente el 10 % de los ingresos

Obligaciones en la fase de buena conducta: La exoneración puede lograrse tras 12 a 16 meses sin necesidad de pasar por una fase de buena conducta formal.

Consideraciones importantes: En España, la carga de la prueba recae en el deudor. Si el tribunal concluye que la insolvencia fue dolosa, la exoneración puede ser denegada y las actividades empresariales restringidas. La exoneración no cubre deudas por fraude ni pensiones alimenticias.

Requisitos previos: Haber residido en España durante al menos 3 meses antes de solicitar, y que los intereses vitales hayan estado en el país durante ese período.

Portugal

Plazo hasta la liquidación de la deuda residual: De 3 a 5 años

Fase de buena conducta: De 3 a 5 años

Impuesto sobre la renta: Se calcula individualmente

Obligaciones en la fase de buena conducta: Cumplir con el plan de liquidación, colaborar con el administrador e informar periódicamente sobre la situación financiera.

Ventajas: Posibilidad de exoneración tras 3 a 5 años y disposiciones flexibles en la fase de buena conducta.

Desventajas: El proceso puede ser más largo y con restricciones durante la fase de buena conducta.

República Checa

Plazo hasta la liquidación de la deuda residual: 3 a 5 años

Fase de buena conducta: 3 a 5 años

Impuesto sobre la renta: Se calcula individualmente

Obligaciones en la fase de buena conducta: Cumplir con el plan, colaborar con el administrador e informar periódicamente.

Ventajas: Posibilidad de exoneración tras 3 a 5 años y disposiciones flexibles.

Desventajas: El proceso puede ser largo y con restricciones.

Bulgaria

Plazo hasta la liquidación de la deuda residual: 2 a 5 años

Fase de buena conducta: 2 a 5 años

Impuesto sobre la renta: Se calcula individualmente

Obligaciones en la fase de buena conducta: Cumplir con el plan, colaborar con el administrador e informar periódicamente.

Ventajas: Posibilidad de liquidación abreviada y condiciones flexibles, con menor coste de vida en comparación con otros países de la UE.

Desventajas: Barreras lingüísticas y adaptación cultural pueden ser un reto.

Rumanía

Plazo hasta la liquidación de la deuda residual: 2 a 5 años

Fase de buena conducta: 2 a 5 años

Impuesto sobre la renta: Se calcula individualmente

Obligaciones en la fase de buena conducta: Cumplir con el plan, colaborar con el administrador e informar periódicamente.

Ventajas: Liquidación abreviada y condiciones flexibles, menor coste de vida.

Desventajas: Barreras lingüísticas y culturales pueden ser un obstáculo.

Polonia

Plazo hasta la liquidación de la deuda residual: 3 a 5 años

Fase de buena conducta: 3 a 5 años

Impuesto sobre la renta: Se calcula individualmente

Obligaciones en la fase de buena conducta: Cumplir con el plan, colaborar con el administrador e informar periódicamente.

Ventajas: Posibilidad de liquidación abreviada, condiciones flexibles y menor coste de vida, con mayor diversidad cultural y patrimonio histórico.

Desventajas: Barreras lingüísticas y adaptación cultural.

Lituania

Plazo hasta la liquidación de la deuda residual: 2 a 7 años

Fase de buena conducta: 2 a 7 años

Impuesto sobre la renta: Se calcula individualmente

Obligaciones en la fase de buena conducta: Cumplir con el plan, colaborar con el administrador e informar periódicamente.

Ventajas: Liquidación abreviada, condiciones flexibles, menor coste de vida, paisajes hermosos y ciudades con gran valor cultural.

Desventajas: Barreras lingüísticas y culturales.

Resumen de la comparativa

Al comparar los distintos países, se observa que Alemania presenta el proceso de insolvencia personal más largo, con hasta 36 meses y obligaciones estrictas. España parece una opción favorable por su exoneración en solo un año y ausencia de un período de buena conducta formal. Sin embargo, la prohibición de contraer nuevas deudas durante cinco años tras el proceso puede limitar la actividad económica del deudor, lo que hace que no sea la mejor opción en todos los casos.

Irlanda y Letonia también parecen destinos atractivos por sus plazos cortos para la exoneración, incluso en el caso de Letonia, que puede lograrla en solo 6 meses. Sin embargo, trasladar la insolvencia a estos países requiere establecer allí el centro de intereses vitales y pagar impuestos, lo que puede no ser conveniente para todos. Letonia, con un impuesto del 0 % sobre dividendos y un sistema fiscal diferido, puede ser interesante si se estructura correctamente. Pero sus estrictas directrices a los acreedores y la posibilidad de detener el proceso en cualquier momento reducen su atractivo.

Una desventaja de Irlanda es que se necesita autorización para ejercer actividades por cuenta propia, aunque el sistema non-dom permite operar casi sin impuestos si se establece una nueva vida en el extranjero. Además, es posible cambiar legalmente de nombre en solo 6 semanas mediante un procedimiento reconocido en toda la UE.

En conclusión, Irlanda es la opción más recomendable si la persona está dispuesta a trasladar allí su centro de intereses vitales. Irlanda destaca por sus requisitos rigurosos para los acreedores, pero también por su protección a los deudores, con deudas hipotecarias, de seguros y pensiones inembargables, y un proceso económico con costes bajos.

Al final, cada uno debe decidir qué país se ajusta mejor a su situación personal. Aunque huir de las deudas puede parecer una solución, la realidad suele ser más compleja y requiere una planificación adecuada. La estructura de protección de activos y las opciones que ofrecen los 25 países de la UE pueden ser clave para gestionar la insolvencia de forma efectiva y evitar problemas mayores en el futuro.

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