¿Qué es una agencia intermediaria?
La agencia intermediaria firma acuerdos comerciales con los clientes de la empresa. Normalmente, se establece un acuerdo entre la empresa y la agencia intermediaria donde se definen las obligaciones de confidencialidad, los encargos específicos y la remuneración. La agencia recibe una comisión previamente acordada por sus servicios. Todas las operaciones son realizadas por la agencia bajo la dirección de la empresa.
¿Qué es una agencia intermediaria?
La agencia intermediaria es una empresa especializada establecida en la Unión Europea que cuenta con el número de IVA, un número de identificación fiscal (NIF) y una cuenta bancaria en el país de la UE donde opera. Esta agencia debe haber sido creada específicamente para este propósito y contar con varios clientes independientes para ser aprobada por las autoridades fiscales, evitando así parecer una estructura fraudulenta.
¿Cómo funciona en la práctica una agencia intermediaria?
En la práctica, la agencia actúa en diversos escenarios, principalmente en el suministro de bienes y servicios a empresas dentro de la UE. Por ejemplo, puede celebrar un acuerdo para comprar trajes a un fabricante en Bulgaria y entregárselos a una empresa de moda en España.
Los productos se entregan en un puerto franco para su transbordo. La empresa búlgara factura a la agencia intermediaria al precio de mercado, incluyendo el número de IVA correspondiente. Como ambas empresas en la UE tienen número de IVA, la agencia no paga IVA en esta transacción.
Luego, la agencia emite una factura a la empresa española de moda. Ambas tienen números de identificación fiscal en la UE, por lo que no se paga IVA en esta operación. La empresa de moda paga la factura a la agencia mediante transferencia SEPA, y esta paga al fabricante.
Las ganancias, menos la comisión acordada, se transfieren directamente a la cuenta del cliente, que puede estar en cualquier país. La comisión por sus servicios suele estar entre el 3% y el 5% según el volumen de pedidos.
Gana tiempo externalizando la gestión de facturación
Una agencia intermediaria no solo facilita las transacciones comerciales. Con creatividad, se pueden desarrollar diversos modelos de negocio aprovechando una Global Agency.
Además de evitar impuestos B2B con una empresa offshore, puede ofrecer ventajas como mantener el anonimato. La agencia suele encargarse de toda la liquidación directa, y algunas se especializan en factoring y cobros, emitiendo y cobrando facturas antes de que los clientes paguen, aunque esto implica costes adicionales.
Como empresa offshore, puedes externalizar todos tus recibos de facturas, centrándote en la parte operativa, ya que en muchas jurisdicciones offshore no es obligatorio llevar contabilidad formal.
La alternativa: compañías de facturación propias
Una opción diferente a la agencia intermediaria es crear empresas de facturación propias en países donde no exista retención en origen, como Chipre o Reino Unido. Estas pueden gestionar cuentas con empresas offshore y transferir beneficios antes de impuestos mediante acuerdos específicos.
Otra alternativa es transferir estas ganancias a un holding offshore, donde se gravan con impuestos finales, como un 1% en San Vicente.
Las compañías de facturación propias son legales y ofrecen ventajas como mayor flexibilidad y confianza. Sin embargo, también implican costos adicionales por su constitución, gestión y cumplimiento fiscal.
Si se diseñan correctamente, estas estructuras pueden estar exentas de IVA, especialmente en el Reino Unido, si la facturación no supera las 85.000 libras. También es posible solicitar un número de IVA si se desea operar por encima de ese umbral.
Entonces, ¿es mejor contratar una agencia intermediaria o crear tu propia empresa de facturación?
Al final, la decisión depende de un análisis detallado. Generalmente, usar una agencia intermediaria resulta más económico que crear una empresa de facturación propia.
Por otro lado, tener tu propia estructura puede ofrecer mayor flexibilidad y beneficios fiscales. La contratación de una agencia tiene un coste de 250€ por contrato, y la comisión suele ser del 3% al 5%.
Crear tu propia estructura doble (empresa de facturación y offshore) puede costar entre 5.000 y 7.000 dólares anuales. Aunque puede parecer elevado para quienes comienzan, las ventajas pueden justificar la inversión.
Reflexiones finales sobre las estructuras offshore
Como has visto, las empresas offshore, a pesar de su mala reputación, ofrecen soluciones viables para diversos problemas y formas de adaptarse a regulaciones en evolución. Es preferible pagar mínimos impuestos y gestionar cierta carga administrativa que evitar impuestos y enfrentarse a tasas bancarias elevadas o pérdida de clientes.
Si necesitas asesoramiento para determinar la mejor estrategia para tu negocio, puedes solicitar una consulta especializada.
¡Porque tu vida es tuya!