Lo que realmente quiso decir con “Haz cosas que no escalen” y lo que no quiso decir

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Resumen

  1. Construir relaciones tempranas con los usuarios te ayuda a entender sus necesidades reales antes de escalar.
  2. Realizar tareas que no son escalables no es una estrategia permanente, sino una base para un crecimiento sostenible.
  3. Los esfuerzos no escalables ofrecen insights que los datos por sí solos no pueden revelar, haciendo que tu producto sea realmente valioso.

El consejo de Graham en el mundo de las startups

Las startups reciben consejos de todas partes, especialmente en un mundo tan centrado en la tecnología. Pero hay una pieza de sabiduría que se ha vuelto prácticamente legendaria, gracias a un reconocido inversor: “Haz cosas que no escalen”.

Al principio, suena extraño. ¿Por qué un referente en tecnología recomendaría a los fundadores hacer cosas que no los llevan directamente a un crecimiento explosivo?

En un entorno enfocado en el crecimiento rápido y la escalabilidad, ¿cuál es el sentido de hacer cosas que no escalan? Para entenderlo, hay que analizar qué fue realmente lo que Graham quiso decir — y, tan importante, qué no quiso decir.

¿Qué significa realmente “hacer cosas que no escalen”?

Cuando Paul Graham dijo “hacer cosas que no escalen”, se dirigía directamente a los fundadores en etapas iniciales. Muchas veces, las startups están tan enfocadas en crecer rápidamente que olvidan actividades que pueden sentar las bases para el éxito a largo plazo.

Su consejo es simple pero profundo: en los primeros días, es fundamental dedicar atención personal a los primeros usuarios. Es necesario crear algo que la gente realmente quiera, y para lograrlo, a veces hay que ir más allá de los procesos automatizados y escalables.

Piensa en los fundadores de una plataforma de servicios. En sus primeros días, visitaban puerta por puerta en su ciudad, tomando fotos profesionales de los listados de alquiler.

Este enfoque personal no era escalable, pero les ayudó a entender mejor a sus usuarios y a dar un valor añadido a sus listados.

Este tipo de esfuerzo genera insights y relaciones valiosas. Al escuchar a los usuarios y resolver problemas en el momento, los fundadores pueden construir un producto que realmente cubre necesidades reales.

¿Por qué funciona? Hacer cosas que no escalen te acerca a tus clientes y te ayuda a entender sus puntos de dolor y preferencias. Esto permite crear relaciones sólidas y descubrir insights que a menudo no aparecen en los datos.

Una vez que entiendes bien a tus clientes, estás en mejor posición para crear soluciones escalables que realmente conecten con ellos.

Lo que Graham no quiso decir con este consejo

Vamos a aclarar algunos malentendidos comunes. Paul Graham no recomienda que te quedes atrapado en tareas no escalables para siempre. No está sugiriendo que los fundadores hagan todo manualmente sin buscar formas de automatizar o escalar en el futuro.

Se trata de saber cuándo soltar. Hacer cosas que no escalen es una fase estratégica, no un estado permanente. Cuando empiezas, estos pequeños actos no escalables pueden diferenciarte y ayudarte a entender mejor tu mercado. Pero, a medida que creces, esas tareas deben convertirse en procesos y estructuras que otros puedan tomar o que puedan automatizarse.

Por ejemplo, en una plataforma de pagos en línea, en sus inicios, los fundadores integraban manualmente el software para cada nuevo cliente.

Pudieron haber invertido en sistemas automáticos desde el principio, pero al hacerlo manualmente, adquirieron un profundo conocimiento de las necesidades y dificultades de sus clientes.

Luego, escalaron su modelo para automatizar esos procesos, pero solo después de aprender todo lo posible de esas tareas no escalables.

La diferencia clave: Hacer cosas que no escalen es una fase que prepara el terreno para la escalabilidad. Graham no recomienda que los fundadores hagan trabajo sin fin, sino que realicen estas tareas temporalmente para construir una base sólida.

En algún momento, los fundadores deben sistematizar o delegar partes del proceso. El objetivo es equilibrar la atención personalizada con la escalabilidad a medida que el negocio crece.

Ejemplos reales de “hacer cosas que no escalen”

  1. Entrega puerta a puerta: En sus inicios, un fundador entregaba personalmente los productos a los clientes. Esta interacción directa le ayudó a entender sus expectativas, obtener feedback inmediato y mejorar el producto.

    Hoy en día, la empresa cuenta con un proceso de entrega escalable, pero las lecciones aprendidas en esos primeros días fueron fundamentales.

  2. Emails personalizados a clientes: En los primeros años, un fundador respondía personalmente a las quejas y se comunicaba con los clientes cuando surgían problemas.

    Estas interacciones le permitieron perfeccionar la experiencia del cliente y entender qué valoraban más.

  3. Onboarding manual: Antes de automatizar el proceso, los fundadores guiaban manualmente a los nuevos usuarios, ayudándolos a entender el valor del servicio.

    Este contacto cercano les proporcionó insights sobre dificultades y necesidades, que luego usaron para crear procesos escalables.

Estos fundadores no perdieron tiempo en construir sistemas complejos sin antes entender qué necesitaban realmente sus usuarios. Sus acciones no escalables les enseñaron lecciones cruciales que luego integraron en sistemas escalables.

Relacionándolo con la cultura de “fail fast”

A primera vista, el consejo de Graham de “hacer cosas que no escalen” puede parecer en desacuerdo con la filosofía de “fracasa rápido”, pero en realidad se complementan.

Mientras “fracasa rápido” anima a las startups a probar, aprender y adaptarse rápidamente, hacer cosas no escalables ayuda a entender qué es realmente importante para los usuarios antes de escalar.

Una vez que comprendes a tu audiencia a través de estos esfuerzos personales, puedes probar y escalar de manera más efectiva y con mayor probabilidad de éxito.

Como se explicó en el artículo “Desmitificando el mantra de fracasar rápido”, “fracasar rápido” no es una licencia para experimentar sin control. Al igual que el consejo de Graham, se trata de acciones inteligentes y significativas — experimentos que realmente benefician a tus usuarios y guían tu estrategia.

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