Las empresas que ignoran la importancia de un diseño intuitivo a menudo se preguntan por qué no logran convertir a sus prospectos en clientes. Si estás leyendo esto, ya has evitado el error que hace que muchas empresas pierdan clientes de forma drástica.
Las ideas de diseño para embudos de ventas que impulsan el éxito de pequeños negocios incluyen usar la jerarquía visual para crear una experiencia fluida, expresar la identidad de marca a través de los colores, crear contraste para mejorar la legibilidad, destacar elementos dejando espacio negativo y escoger una tipografía útil y efectiva.
Un buen diseño de embudo combina diferentes elementos como color, espacio, distribución y tipografía para ofrecer una experiencia agradable sin sacrificar su atractivo visual. Tomar decisiones de diseño deliberadas puede cambiar positivamente la forma en que los clientes se conectan con tu marca.
En este artículo, te comparto cinco ideas de diseño para embudos que pueden llevar tu pequeño negocio hacia un gran éxito.
5 Conceptos de Diseño de Embudos para el Crecimiento de Pequeños Negocios
1. Prioriza la Jerarquía Visual para una Experiencia Fluida
El diseño involucra elementos como colores, tipografías, imágenes, tamaño y espacio. La forma en que estos elementos se organizan según su importancia se llama jerarquía visual.
En pocas palabras, es un diseño que considera el comportamiento humano y guía la mirada del usuario de una manera específica. Pregúntate: ¿dónde quieres que se concentre la atención de tus visitantes?, ¿qué acción quieres que tomen?, ¿dónde posan naturalmente sus ojos?
Usar demasiados elementos puede confundir y abrumar a tus visitantes. Lo más importante es que si todos los elementos en tu diseño tienen la misma importancia, ninguno destacará realmente.
La página principal de una plataforma de streaming, por ejemplo, usa muy bien la jerarquía visual para facilitar el proceso de suscripción. Lo primero que llama la atención es un texto en letras grandes y negritas que dice: “Películas, series y más, sin límites”.
Luego, aparece una frase más pequeña: “Mira donde quieras. Cancela cuando quieras.” Su mensaje es directo y sigue la política de no rodeos, informando en solo 10 palabras sobre sus servicios.
Utilizan dos llamadas a la acción (CTA) fáciles de localizar por su color rojo brillante. Esto demuestra un uso intuitivo de la jerarquía visual que evita que el cliente tenga que “pensar demasiado” en cómo navegar en tu sitio.
Elementos interactivos como animaciones también son una excelente forma de captar la atención del cliente. No dudes en consultar artículos sobre contenido interactivo en marketing moderno para entender su potencial.
2. Entiende el Color para Expresar la Identidad de Marca
El color en marketing ayuda a proyectar y reforzar los objetivos y valores de tu marca de manera coherente. Es recomendable no usar demasiados colores en tu página principal. En su lugar, opta por una paleta que refleje la identidad de tu marca. Por ejemplo, la combinación de rojo y amarillo suele asociarse con cadenas de comida rápida.
Limítate a usar entre 3 y 5 colores en tu esquema de diseño y asegúrate de que funcionen bien en contrastes claros y oscuros. Puedes usar la rueda de colores para identificar cuáles combinan mejor, garantizando una armonía visual. No olvides experimentar con tonos y valores para evitar que los colores contrastantes se vean saturados o apagados.
Los colores también comunican emociones y sentimientos específicos a tu audiencia, ayudando a transmitir el mensaje correcto.
Por ejemplo, el rojo puede generar sensación de urgencia y entusiasmo, mientras que el azul transmite credibilidad y confianza. El naranja es vibrante y atractivo, usado por marcas como marcas de entretenimiento y tecnología. El verde, asociado con naturalidad y salud, es común en marcas de alimentos saludables y productos ecológicos.
Un experto en marketing dice: “Elegir los colores de tu marca es como escoger un traje de superhéroe. Un personaje usa rojo para ser visible desde lejos y asustar a los malos, mientras que otro usa negro y gris para ser sigiloso.”
3. Usa Contraste de Color para Mejorar la Legibilidad del Texto
Si tu contenido requiere que los usuarios entrecierren los ojos o se acerquen mucho para leer, ya estás perdiendo la batalla antes de empezar.
Muchas veces, el texto se coloca sobre una imagen o fondo de color diferente. En estos casos, escoger el color correcto es clave para que el texto sea legible. Si el color del texto se asemeja al fondo, será difícil distinguir las letras.
Un bajo contraste hace que tu contenido sea difícil de navegar y puede hacer que los usuarios pasen por alto llamadas a la acción o enlaces importantes. Se recomienda mantener una relación de contraste de al menos 4.5:1, usando un fondo oscuro para textos claros y viceversa.
4. El Espacio Negativo es Tu Aliado, Úsalo
El espacio negativo, o espacio en blanco, es el área sin imágenes ni texto en tu contenido. Cuando aprendes a usarlo en equilibrio, puede mejorar mucho la claridad y efectividad de tu diseño. Busca el equilibrio entre que tu contenido no quede vacío ni se vea saturado y confuso.
Este espacio en blanco ayuda a que tu contenido sea más legible y efectivo de dos formas principales: primero, dirige la atención del usuario hacia los elementos importantes, como un botón de llamada a la acción destacado por su color y rodeado de espacio negativo.
Segundo, proporciona un descanso visual, evitando que la vista se sature con demasiados elementos, lo que ayuda a crear una experiencia más relajada y fluida para el cliente.
5. Escoge una Tipografía que Combine Diseño y Funcionalidad
La tipografía cumple un papel clave en definir la estética de tu marca y mejorar su legibilidad y experiencia de usuario. Al igual que los colores, es una herramienta poderosa que comunica la personalidad y objetivos de tu marca, por lo que debe seleccionarse con cuidado.
Puedes optar por usar una sola tipografía o experimentar con varias. Si eliges la segunda opción, selecciona una familia tipográfica amplia para facilitar la experimentación y mantener coherencia en el diseño.
Las tipografías con serifas, que tienen remates en las letras, transmiten formalidad y tradición, y son ideales para textos impresos o en filas horizontales. Las sans-serif, sin remates, ofrecen un aspecto más moderno, limpio y sofisticado, y son preferidas en entornos digitales.
Recuerda que tu texto será visto en diferentes dispositivos, por lo que la fuente debe ser escalable sin perder detalles.
El rendimiento de tu tipografía una vez publicada es crucial para que la experiencia del lector sea fluida. Se recomienda que tu contenido reciba retroalimentación del sistema en menos de 400 milisegundos para mantener la atención y promover la interacción. Elige fuentes con tiempos de carga rápidos para evitar perder interés.
Incluso puedes realizar pruebas A/B para determinar qué tipografía funciona mejor para tu negocio. Artículos sobre optimización de ventas explican cómo implementar estas pruebas como parte de tus estrategias de marketing.