Fundamentos de la OÜ estonia
Antes de nada, vamos con lo básico: la sociedad de capital estonia, OÜ (Osahüing) en estonio, tiene una estructura similar a la de la Sociedad Limitada (SL) en el ámbito hispano. La aportación al capital social es de 2.500 €, pero no tiene que abonarse en su totalidad. Eso sí, los accionistas son responsables con sus bienes privados hasta dicha cantidad.
Las OÜ estonias pueden tener cualquier cantidad de socios accionistas y directores, y la administración de la empresa es especialmente sencilla gracias a la tarjeta de residencia electrónica, que permite hacer todo a distancia, por internet.
En principio también es posible constituir la sociedad en persona, ante notarios locales en Estonia, pero no vemos realmente ninguna razón para hacerlo.
Importante: A pesar de lo que a menudo la gente supone erróneamente, la residencia digital estonia no supone una residencia fiscal ni tampoco un permiso de residencia en la UE, sino simplemente el derecho a beneficiarse de la infraestructura digital estonia con fines comerciales (es decir, es simplemente una forma de firma electrónica).
Con la tarjeta y el lector adecuados, se puede firmar documentos de forma remota y con reconocimiento legal total, así como completar y rellenar todo tipo de documentos. De este modo, solicitar los documentos para crear la OÜ puede ser un proceso muy sencillo y rápido.
Estonia es pionera en el modelo de la tributación diferida. La tributación diferida consiste en que no se gravan los beneficios obtenidos por las empresas al obtenerlos, sino cuando se distribuyen a los dueños de la empresa.
Por lo tanto, todo lo que la compañía gana y reinvierte, y, por supuesto, también los activos que atesora, permanece exento de impuestos. Solo cuando los dividendos se distribuyen a los accionistas se aplica un impuesto del 20%. Este 20% —y esto es muy importante— no es una retención en origen, sino un impuesto de sociedades diferido. Estonia no aplica una retención de dividendos, lo que la hace sumamente interesante como ubicación para holdings.
Así que mientras no distribuyas ninguna ganancia como accionista, no tendrás que pagar ningún impuesto.
Desde la introducción de este modelo de tributación diferida por Estonia, también otros países han optado por ella. Tenemos modelos similares en Georgia, Letonia, Ucrania y, a partir de 2021, en Polonia.
Los que quieran poder disfrutar del dinero atesorado en su sociedad Estonia sin pagar ese 20% de impuestos están de suerte, pues Estonia incorpora una solución muy interesante para ellos. Esta solución convierte a Estonia en un paraíso fiscal sin tener que aplicar un régimen fiscal especial para extranjeros, que la Unión Europea no permitiría. Por otro lado, existen riesgos teóricos que se deben conocer, pero que tampoco hay por qué temer.
La solución de la que hablamos tiene que ver con el salario que recibes desde la sociedad.
Básicamente, en todos los países de la Unión Europea los ingresos nacionales están sujetos a impuestos localmente, tanto en el caso de los residentes como de los no residentes. Esto significa que a los salarios recibidos desde una sociedad local se paga el impuesto sobre la renta que corresponda.
El truco más habitual para evitar dichos impuestos consiste en concederse mini-préstamos a lo largo del año y devolverlos al finalizar este con el pago de dividendos desde la sociedad. De este modo, se puede mantener un salario bajo, o incluso a cero, y aun así tener la liquidez personal necesaria.
Esta opción, precisamente, está algo restringida en Estonia, han querido así evitar que los allí residentes puedan usarlo. En caso de que no se devuelvan los préstamos de la sociedad, se deberá pagar el impuesto de sociedades diferido del 20%.
Estonia lo hace así para que sus residentes siempre paguen como mínimo un 20% de impuesto de sociedades sobre el beneficio distribuido. Para los residentes estonios, este 20% de dividendos es más que tolerable en comparación con lo que pagarían si recibiesen el dinero en forma de salario. Esto se debe a que en dicho caso al IRPF se le sumaría aproximadamente un 34% de seguridad social.
Por eso, los empresarios residentes en Estonia prefieren mantener sus salarios bajos y pagar luego el impuesto diferido del 20% cuando se distribuyen los dividendos.
El quid de la cuestión es que, si no vives en Estonia, no tienes que pagar allí impuestos (ni seguridad social) sobre tu salario. Estonia solo grava los salarios a los socios accionistas o directores residentes en el país. Es decir, Estonia renuncia a su derecho de gravar a los no residentes sobre los salarios recibidos desde allí.
Así que, prácticamente, puedes sacar el 100% de beneficio poniéndote un salario en tu OÜ estonia. Aquí es importante que te pagues por servicios ofrecidos a la empresa. No valdría las tareas puramente administrativas que resultan en un salario como administrador que sí estaría sujeto al impuesto social estonio.
El salario “libre de impuestos” al detalle, usos y posibles problemas
Aunque las OÜ son sociedades de capital, la realidad es que en la práctica podemos usarla con las ventajas de las partnerships, de forma parecida a lo que ocurre con las LLC estadounidenses.
Quienes no residen en los EE.UU. pueden usar las LLC libres de impuestos, y sin embargo, quien vive en USA tiene que pagar unos impuestos sobre la renta altísimos.
Ambos países, tanto Estonia como Estados Unidos, permiten a los extranjeros utilizar exactamente la misma forma jurídica que los nacionales, pero saliendo los primeros mucho mejor parados en lo referente a impuestos. Gracias a que la forma jurídica y su situación fiscal es en realidad la misma para nacionales y extranjeros, se evitan problemas con las regulaciones de la OCDE que prohíben ofrecer privilegios fiscales únicamente a las sociedades de extranjeros.
En estos casos, los extranjeros no son ni favorecidos ni perjudicados per se, sino que según donde tengan su residencia fiscal acabarán mejor o peor parados. En el caso de las típicas sociedades offshore tan perseguidas por la OCDE, en cambio, lo único que importaba era que la sociedad no operase en el país en el que se ubica la sede de la empresa.
La opción de cobrar un salario libre de impuestos como residente fuera de Estonia existe desde el minuto uno. Sin embargo, algunas de las mayores agencias que ofrecen el servicio de constitución y mantenimiento de sociedades estonias han interpretado la normativa de manera más estricta de lo que correspondía, lo que ha provocado una enorme confusión.
En el pasado, los empresarios con sociedades en Estonia pagaban normalmente la cuota de seguridad social en su totalidad o en parte, ya que se entendía que el salario de un empleado debía estar siempre en cierta relación con el salario de los administradores.
Sin embargo, esto no es así, incluso si eres socio y administrador de una sociedad estonia no estás obligado a pagarte un salario como administrador (que como decíamos, sí está sujeto a impuestos en Estonia), sino que puedes cobrar el dinero como salario de empleado íntegramente. Si quieres alegrarles el día a las autoridades estonias, puedes por supuesto ponerte un pequeño sueldo como administrador, pero asegúrate de mantenerlo bajo.
Haciendo esto, en la práctica, hemos creado una empresa libre de impuestos en la UE. La clave en todo esto es que el tipo de sueldo que nos ponemos debe estar libre de impuestos para el socio, tal y como explicábamos más arriba.
Y aquí es donde nos encontramos con problemas de índole teórica. Esto se debe a que los sueldos se consideran en general un ingreso procedente de empleo, y de acuerdo a los códigos fiscales y los convenios de doble imposición entre países, los ingresos procedentes de empleo por cuenta ajena reciben un trato diferente a los empleo por cuenta propia.
Dado que Estonia renuncia a la tributación, podría darse una situación de traslado de la residencia fiscal de la sociedad. El perceptor del sueldo estaría entonces sujeto a impuestos allí donde resida personalmente, posiblemente también tendría que aportar a la seguridad social de su país.
Vamos con un ejemplo. Un viajero perpetuo que trabajase 60 días al año para un cliente en España, y cada mes se pagase a sí mismo un salario libre de impuestos de 5.000 € desde su empresa en Estonia.
A pesar de que no tiene residencia en ningún lugar y de que está muy por debajo de los 183 días en España, podría correr el riesgo de tener que pagar impuestos por el salario obtenido durante los dos meses de estancia allí, ya que el rendimiento se produjo localmente, durante su estancia allí.
Visto de forma rigurosa se podría considerar fraude fiscal no declarar ese dinero, sin embargo, en la práctica, es muy difícil demostrar los hechos.
En primer lugar, tendrían que determinar la duración de la estancia, lo que no es nada sencillo en la Europa del Espacio Schengen en la que las fronteras casi han desaparecido y no hay un registro de entradas y salidas. Luego habría que decidir el valor que tiene el trabajo que se realizó durante dicha estancia.
Resumiendo, la estancia en el país que sea no supondrá ningún problema si es con fines turísticos o recreativos. Probar que has estado trabajando desde un portátil allí donde te alojaras sería tarea realmente difícil, sin embargo, si has estado en las oficinas de tu cliente trabajando eso ya es otro cantar.
Si eres trabajador por cuenta propia pero te trasladas a menudo al país/oficinas de tus clientes, debes tener cuidado con esta forma de sacar los beneficios de tu empresa estonia.