Protección del patrimonio durante la crisis: los dos principales mantras
¿Qué podemos hacer para proteger nuestro patrimonio ante este escenario pesimista? La respuesta la proporcionan los dos principales mantras de la teoría de las banderas y de la protección de activos. Cuanto más nos atengamos a ellas, mejor superaremos los próximos años sin sufrir graves perjuicios.
El mantra de la teoría de las banderas dice: “Ve allí donde mejor te traten”. Esto significa que el lugar en donde mejor proteger tu patrimonio ya no será tu país de origen si allí existe un peligro de expropiación. Si tu país está en Europa, es verdad que sigue siendo un lugar mejor que muchos otros países del mundo, pero está lejos de ser óptimo. Dependiendo de la bandera, existen diferentes alternativas en varios países. También puede suceder que un país fracase en un aspecto pero brille en otros. Un ejemplo de ello es Chipre, que resulta realmente atractivo para la residencia y la constitución de sociedades, pero que sin embargo tiene un sistema bancario desastroso.
El núcleo de la teoría de las banderas es la diversificación global. Es imprescindible evitar los riesgos explicados al principio. No hay que exagerar, pero por cada clase de inversión habría que poseer 3-5 alternativas en diferentes países, ya sean cuentas bancarias, fondos en brokers, depósitos de metales preciosos u otras propiedades. Pero tampoco hace falta sacar todos los ahorros del país de origen, lo que sí que aconsejamos es tener siempre una reserva en efectivo o en oro disponible para financiar una eventual huida del país.
Para aumentar la utilidad de la teoría de las banderas habría que combinarla con elementos de la protección de activos. El segundo mantra importante dice así: “controla todo, no poseas nada”, pues a quien es pobre, nada se le puede quitar. Existen varias formas de convertirse en pobre oficialmente, pero vivir como un rico, aunque a mucha gente esto le resulte más difícil de entender que la diversificación internacional.
La protección de activos se incluye pues en la estructuración de las formas jurídicas con ayuda de la teoría de las banderas, que separan tu patrimonio de tu persona. El patrimonio forma parte de una estructura que se pertenece a sí misma, pero sobre la que puedes tener cierto control. Esto se logra a través de unos adecuados Estatutos (Operating Agreement) que sean interpretados por personas de confianza como, por ejemplo, el Consejo de una fundación benéfica.
A menudo es posible dirigir las operaciones a través de nuestra propia empresa, que a su vez debe ser miembro del Consejo de la fundación, o también se puede intervenir en la forma de Protector/Guardian Veto contra determinadas disposiciones del Consejo. Lo importante es únicamente que, tanto para cuestiones tributarias como para fines de la protección del patrimonio, el reconocimiento de esas estructuras depende de la cesión real de determinados controles.
Un ejemplo sería constituir una estructura no muy costosa de 3 LLC de EE.UU. anónimas, Sociedades Limitadas-Fundaciones británicas, una serie de otras formas jurídicas o una combinación de estas para que se conviertan en miembros fundadores de una cooperativa. El encubrimiento es un componente importante de la protección de activos, pues lo que no se te puede atribuir, no se te puede quitar.
Una estructura sofisticada de protección del patrimonio combina diferentes formas jurídicas en diferentes países para ofrecer la mayor seguridad posible. Es cierto que los costes administrativos de estas triquiñuelas pueden dispararse rápidamente. Pero solo una estructura prolijamente organizada es suficiente en un caso ideal para eludir los escenarios arriba descritos.
Las fundaciones son una buena solución contra los impuestos sobre el patrimonio. En Europa es habitual que solo se reconozcan las fundaciones familiares de la UE/EEE. La elección óptima aquí es el pequeño Principado de Liechtenstein, donde se creó el concepto de la fundación familiar hace casi 100 años. Una fundación familiar, en combinación con el banco privado correcto y contratos de seguros vinculados al fondo y colocados privadamente serían un hueso duro de roer, en particular si el patrimonio está diversificado en otras filiales extranjeras de una fundación de este tipo.
En primer lugar, se puede jurar y perjurar que no se posee ningún patrimonio; en segundo lugar, se impide a tu propio Estado el acceso directo a los bienes. Así pues, uno puede disfrutar de una acumulación de capital libre de impuestos y libre del impuesto de sucesiones para la siguiente generación, mientras que siempre puede cubrir sus costes de vida como beneficiario de esas inversiones.
Pero es cuestionable si una fundación familiar de este tipo será útil cuando se impongan hipotecas forzosas sobre inmuebles. Dado que estos activos son inmuebles, están expuestos al legislador local sin ninguna protección.
Otros prefieren transferir sus propiedades a una LLC norteamericana o a sociedades anónimas, las cuales a menudo tienen plenas capacidades jurídicas.
Nosotros colaboramos con los mayores expertos de cada campo en el ámbito de las fundaciones familiares de Liechtenstein. Si te interesan estos aspectos de la protección del patrimonio, puedes contactarnos aquí. Además, Librestado puede constituir para ti de primera mano LLC norteamericanas. También somos expertos en asociaciones, trusts y otras formas jurídicas alternativas.
Tu cuenta bancaria: posibilidades dentro del país y en el extranjero
A pesar de que en Librestado tenemos un estudio comparativo sobre bancos internacionales, no creemos que sea conveniente depositar grandes sumas de dinero en estas instituciones. Esto obedece a la simple realidad de que el dinero que está depositado en una cuenta bancaria no te pertenece a ti, sino a tu banco. Y con cada céntimo que se les deposita, los bancos pueden multiplicar la oferta monetaria.
Por eso habría que pensar si no sería mejor asegurar el patrimonio lejos de los bancos y solo mantener en estos un mínimo de liquidez suficiente para el día a día. La cuenta estaría cubierta con lo justo para garantizar el pago de las liquidaciones de las tarjetas de crédito y el resto se podría mantener en otros activos. Al menos así lo hacemos nosotros.
Quien de todos modos desee confiar en los bancos, debería igualmente diversificar los lugares en donde deposite su dinero. Tener una cuenta bancaria en ciertos países de Europa o en Suiza no es mala en comparación con muchos otros países. A muchos clientes incluso les aconsejamos expresamente que abran cuentas en Alemania, puesto que los bancos alemanes ofrecen buenos servicios a precios aceptables con una gran estabilidad. No obstante, aquí no habría que generalizar, sino examinar al detalle cada entidad para minimizar riesgos como las quiebras bancarias o los impuestos a la riqueza.
Una cuenta en el extranjero probablemente no sea de gran ayuda en el caso de un impuesto a la riqueza, pues de igual modo que en el país de origen se ha de tributar por las rentas mundiales, también se recurrirá al patrimonio que esté a nuestro nombre en cualquier parte del mundo en caso de establecer un impuesto a la riqueza. Con el intercambio de información a nivel mundial será cada vez más difícil ocultar nuestro patrimonio en cuentas bancarias y seguramente establecerán también el delito de ocultación del patrimonio para eludir el impuesto a la riqueza. Al menos en la UE ya pueden embargar las cuentas libremente.
Frente a un impuesto a la riqueza solo podrá ayudar situarse dentro del límite correspondiente de exención. Todos aquellos que tengan un patrimonio en cuentas inferior a 200.000€ probablemente no deberían preocuparse.
Diferente es la situación de las posibles quiebras bancarias, que ocurrirán inevitablemente a raíz de la crisis económica ocasionada por la pandemia. Aunque el estado de los bancos del norte de Europa no es tan delicado como el de los del sur de Europa, no hay duda de que todos se verían arrastrados en una eventual caída. Aquí sería insensato fiarse del Fondo de Garantía de Depósitos para cuentas de hasta 100.000€. La ley de garantía de depósitos excluye expresamente un reembolso en caso de crisis bancaria. La garantía de depósitos solo ayuda si, en buenos tiempos económicos, un banco quiebra por mala gestión. En tiempos de crisis, que afectarán a más de un banco, no podemos confiar en eso. Por otra parte, con una garantía de depósitos elevada, aumenta el atractivo de realizar inversiones de riesgo. Total, ya nos rescatará el Estado, es el mantra en los altos círculos bancarios, cosa que es bastante probable vuelva a suceder según un nuevo plan de la UE.
Si uno desea conservar su dinero en bancos europeos, se recomienda de nuevo una amplia diversificación y mantener importes de solo cinco cifras por cada cuenta y banco. Sería conveniente evitar bancos del sur de Europa (los más castigados por la crisis, con el riesgo añadido de una fuerte devaluación de la moneda nacional en caso de una salida del Euro) o incluso los bancos alemanes Deutsche Bank y el Commerzbank, dado que en el caso de una quiebra de bancos en el sur de Europa, estarían enseguida en aprietos por su alta exposición a deuda de estos países. Mucho más estables son la mayoría de las Sparkasse, los Volksbank y los Raiffeisenbank alemanes. Pero también aquí habría que mirar con lupa cada banco en particular, pues dependiendo de la ciudad pueden haberse producido asignaciones de recursos inadecuadas con alto nivel de riesgo.
El banco alemán considerado en principio más estable en caso de una quiebra bancaria es el DZ Bank. El DZ Bank es relativamente poco conocido, pero es el segundo mayor banco por fondos propios de Alemania después del Deutsche Bank. Al ser el banco matriz de todos los Volksbank y Raiffeisenbank organizados en cooperativa, también es el banco de referencia para las cooperativas. Pero también pueden, por supuesto, abrir allí cuentas negocios las sociedades limitadas y sociedades con otras formas jurídicas. Una sucursal en Luxemburgo podría proporcionar ventajas adicionales.
Una cuenta en el extranjero es en principio conveniente para cualquier persona y puede abrirse de forma totalmente legal en cualquier parte del mundo.
Dentro de la Unión Europea no aconsejamos abrir cuentas más al sur de Suiza. Abrir una cuenta en España, Italia, Grecia, etc., no es muy recomendable en estos tiempos, entre otras cosas porque no ofrecen muchas ventajas y sí mayores riesgos. Hay que tener en cuenta que estos países están altamente endeudados, sus bancos están en una situación muy frágil (entre otras cosas porque tienen gran parte de la deuda pública de sus países en sus balances) y, en caso de una eventual salida del Euro de alguno de estos países, la moneda nacional (peseta, lira o dracma) sufriría una fortísima devaluación, probablemente de más del 50%, y con ello, todo el dinero depositado en sus cuentas, pues sería automáticamente convertido en moneda local.
Creemos que actualmente dentro de los más estables, podemos encontrar los bancos escandinavos de Suecia o Estonia, pues ambos países tienen una reducida deuda soberana en comparación con los demás. Si viajas personalmente, en el SEB Bank se pueden abrir cuentas de manera relativamente fácil, sobre todo en Estonia. En cambio, en Suecia suele ser necesario disponer de un número fiscal sueco. Pero este número es bastante fácil de obtener siendo ciudadano de la UE y no genera una obligación tributaria. Siendo uno de los pocos países que actualmente están totalmente abiertos, podría merecer la pena hacer una pequeña visita a Suecia.
Activado ya el Brexit, una buena alternativa en Europa es el Reino Unido. Con un depósito de más de 25.000 libras, puedes abrirte una cuenta para no-residentes en grandes bancos como Barclays y Lloyds en Inglaterra. A partir de 100.000 libras, también es posible abrir una cuenta en colonias de la Corona, como la Isla de Man, Jersey o Guernsey. En productos de inversión como seguros de vida o depósitos a plazo fijo los importes mínimos pueden ser inferiores. Para no residentes en la UE, los depósitos a plazo fijo mínimos en Lloyds en la Isla de Man empiezan ya a partir de 10.000 libras.
Pese a la pérdida del secreto bancario, precisamente los pequeños bancos privados en Suiza o en Liechtenstein siguen siendo muy recomendables. Aquí hay unos cuantos para elegir.
Nosotros colaboramos con expertos que pueden elegir para ti el banco adecuado para tus propósitos, muchas veces ahorrando el 50% de los costes. Pero para ello tu depósito debería ser de medio millón de euros al menos.
Pero también con sumas más pequeñas se puede hacer algo, sobre todo en Suiza. Entre los círculos