Mis primeras experiencias en el extranjero y cómo evitar ser víctima de estafas
En mi primer gran viaje al extranjero, me estafaron dos veces en un mismo día.
Mi amigo y yo acabábamos de llegar a Tailandia. Estábamos en Bangkok buscando un crucero en barco para recorrer el río Chao Phraya. Un taxista nos recomendó una compañía; fuimos allí y descubrimos que un tour de una hora costaba solo 30 USD.
Sin pensar mucho si era una buena oferta o no, aceptamos. Para nosotros, todavía recordando los precios de casa, esa oferta parecía justa. Solo al terminar el tour en barco nos dimos cuenta de que quizás nos habían estafado (más tarde descubrimos que pagamos el doble del precio).
Luego, después de almorzar, nos dirigimos al Gran Palacio. Cuando llegamos, no vimos a ninguna multitud. Miramos por el lado izquierdo del palacio, luego al derecho.
“¿Dónde está toda la gente?” pregunté.
Un taxista de tuk-tuk muy ingenioso se acercó y nos dijo que el palacio estaba cerrado para almorzar. Scott y yo nos miramos. Quizás tenía razón. Después de todo, muchos museos hacen eso, además no veíamos a nadie por allí. Parecía plausible. Nos ofreció llevarnos a algunos lugares que estaban abiertos.
“Claro,” respondimos, y terminamos visitando no solo algunos templos, sino también una tienda de trajes, una tienda de gemas y una tienda de souvenirs.
Luego, nos llevó de regreso al palacio (que, para nuestra sorpresa, estaba abierto). Nos dimos cuenta de que en realidad nunca había estado cerrado, solo habíamos estado del lado equivocado del edificio.
Habíamos sido víctimas de una estafa.
Mi vida como viajero no empezó con buen pie.
Las estafas en los viajes son reales y varían de país en país. Si llevas una guía de viaje, generalmente te indicará las estafas más comunes en ese lugar.
Para ayudarte a mantenerte seguro, hoy quiero compartir contigo una lista de estafas comunes en los viajes que debes evitar.
Evitar las estafas en los viajes requiere sentido común y una buena dosis de sospecha. Si algo parece demasiado bueno para ser verdad, probablemente lo sea.
A continuación, algunas de las estafas más universales que deberías tener en cuenta:
1. La carga excesiva del taxi
Es una de las estafas más frecuentes. El conductor te dirá que el taxímetro está roto y te cobrará una tarifa exorbitante, o verás que el medidor sube más rápido de lo normal.
Para evitar esta estafa, primero debes saber cuánto debería costar un viaje. Siempre pregunto en la recepción del hostal o del hotel cuál es el precio aproximado para tener una referencia.
Luego, si el taxista intenta negociar la tarifa, le ofrezco la tarifa correcta. Si se niega, busco a alguien que ponga el medidor. Si el medidor sube demasiado rápido, pido que se detenga y me bajo. Muchas oficinas de turismo permiten reportar conductores deshonestos, así que siempre anota su número de identificación cuando subas al taxi.
En caso de duda, pide a la recepción que llame a un taxi. Ellos sabrán cuáles son las compañías confiables.
Y nunca subas a un taxi sin licencia, por más buena que parezca la oferta.
2. Tu alojamiento está “cerrado”
Otra estafa relacionada con los taxis. En esta, el conductor te dice que tu hotel o hostal está sobrevendido o incluso cerrado. Pero en realidad no lo está. No lo habrías reservado si lo estuviera, ¿verdad? Ignóralos y sigue insistiendo en ir allí. Si siguen intentando, continúa insistiendo. Normalmente, se callarán.
Y aunque parezca una estafa difícil de caer, muchas personas caen en ella. He estado en taxis donde insisten en que mi hostal lleva meses cerrado.
Nota sobre los taxis: En esta era de teléfonos inteligentes, tenemos nuestro poder de vuelta. Ya no estamos indefensos porque podemos consultar en el mapa la ruta correcta. Me gusta usar Google Maps para verificar la mejor ruta. Si veo que no la están siguiendo, señalo el mapa y les insisto en que vayan por ese camino. (Una vez, en Bangkok, tuve que bajar de un taxi porque intentó engañarme con una ruta más larga).
Si viajas a un país donde no tendrás acceso a internet, descarga el mapa en tu teléfono. La función GPS funciona sin conexión. Además, los servicios de transporte como Uber hacen que los conductores sean responsables, lo que reduce mucho las posibilidades de ser engañado.
3. El juego de las conchas
Lo veo todo el tiempo — y nunca entenderé cómo la gente cae en esa estafa. Es un truco muy viejo y evidente, ¡está en las películas! Verás a personas en la calle jugando a un juego de cartas (a veces conocido como tres-cartas monte) o escondiendo una pelota bajo un vaso, y alguien adivina dónde está y gana dinero. Luego tú decides jugar y ganas, pero al apostar más y más, terminas perdiendo una y otra vez.
Aquí tienes un video corto que explica cómo funciona el truco:
No te dejes engañar por esto. Recuerda: la casa siempre gana.
4. “Ven a tomar té y ayúdame a escribir una carta”
En Marruecos, alguien intentó esta estafa conmigo. Salía de una tienda cuando un tipo empezó a conversar. Al saber que soy de Nueva York, dijo que tenía un primo allí (la primera pista) y que quería que fuera a su tienda a escribirle una postal (la segunda pista).
El objetivo era que entrara en la tienda, quizás me ofreciera té, y luego me presionara para comprar algo. Usa el principio psicológico de reciprocidad: me dio té, fue amable, y pronto sentiría que debo devolver el favor comprando algo.
De manera similar, en China, una mujer local muy atractiva que quiere practicar inglés puede invitarte a una ceremonia de té en una casa de té cercana a la Ciudad Prohibida. Después, te traen la cuenta, que suele ser muy alta, y el dueño amenaza con llamar a la policía si no pagas. La mayoría de los viajeros, por evitar problemas, terminan pagando.
Para evitarlo, no sigas a desconocidos a otros lugares ni creas que tienen un primo que vive exactamente donde tú.
5. Pulseras gratis, romero u otras cosas que te quieran poner
En esta estafa, común en Europa, una persona amigable se acerca y te coloca una pulsera en la muñeca, un sombrero en la cabeza o te da una ramita de romero. Una vez que tienes algo, te exigirán dinero. Si te niegas, pueden hacer un escándalo para que prefieras pagar que sentirte avergonzado.
No permitas que nadie te ponga nada en el cuerpo y desconfía de lo que te ofrecen gratis. Si alguien te pone algo, quítatelo, devuélveselo y sé firme. Luego, aléjate y continúa con tu día. No te perseguirán.
Otra variación común es el monje falso. Lo verás en cualquier parte, desde Nueva York hasta Europa y Asia. El “monje” te colocará una pulsera budista y pedirá una “donación”. Los verdaderos monjes budistas no recorren las calles vendiendo pulseras baratas, así que ignora a cualquier monje que parezca vender objetos.
6. Derrame en tu ropa
Estás en tu camino y alguien derrama algo sobre ti. Arruina tu día, pero los accidentes pasan, ¿verdad? La persona se disculpa mucho y ofrece limpiar la mancha, pero mientras tú estás nervioso, alguien te está robando. Cuando te das cuenta, ya se han ido.
Esta estafa también es frecuente en Europa. Ten cuidado con las personas que se acerquen demasiado en lugares poco concurridos. Si sucede, aparta a la gente y limpia tú mismo.
Otra variante es el “piso con excremento”. Muy común en India, consiste en que alguien te squirt animal excremento en el zapato cuando no miras. Cuando notas, intentan ayudarte a buscar a alguien que limpie tu zapato, o lo hacen ellos mismos, cobrando una tarifa exorbitante. A veces, solo te roban mientras miras hacia abajo para ver qué pasó.
Sea cual sea el caso, si te ensucian con excremento, ten cuidado.
7. Estafa con la moto
Alquilas una moto y pasas el día explorando. Cuando la devuelves, el dueño exige un pago adicional o reparaciones costosas por daños que no sabías que tenía. En algunos casos, te piden dejar tu pasaporte como garantía en lugar de un depósito, diciendo que así es más fácil. Luego, cuando inspeccionan la moto y “encuentran” daños nuevos, te obligan a pagar mucho dinero porque tienen tu pasaporte en su poder.
Este tipo de estafa es frecuente en el sudeste asiático y en regiones en desarrollo.
Para evitarlo, toma fotos de la moto antes de usarla para documentar daños previos. Recorre la moto con el dueño y asegúrate de que vea las fotos. Usa tu propio candado y estaciona la moto en lugares visibles y alejados de zonas concurridas. A veces, el dueño envía a alguien para dañar o robar la moto y que tengas que pagar.
También, siempre compra un seguro de viaje para poder reclamar en caso de problemas.
(Esta estafa es menos frecuente con autos de alquiler, pero también puede ocurrir. Toma fotos y videos del vehículo antes de salir del estacionamiento y avisa a la compañía que lo estás haciendo).
8. El local coqueto
Al llegar a un país nuevo, vas a un bar y una persona local atractiva se acerca a ti para charlar. La suerte parece estar de tu lado. Tienen una buena conversación y te invita a otro bar o club. Pero después de una noche intensa y muchas bebidas, la mujer desaparece y te ves obligado a pagar una cuenta muy alta, rodeado de personas que te presionan para que pagues, o peor aún, te drogan y despiertas completamente despojado de tus pertenencias.
También debes tener cuidado con los locales atractivos que están solos en un bar, ya que podrían ser “trabajadoras sexuales”. No te pongas en una situación incómoda por malinterpretar la “química”: puede ser solo un negocio que tienes que pagar.
La solución sencilla es desconfiar de los locales atractivos que prometen llevarte a los mejores clubes, invitarte a beber o que son excesivamente coquetos, especialmente si eres extranjero. No creas que llegar en avión aumenta tu atractivo diez veces.
9. La atracción cierra para almorzar
Como mencioné, me pasó y caí en la trampa. Un local amistoso te dice que la atracción que quieres visitar está cerrada por alguna razón (ceremonia religiosa, feriado, etc.). Luego, te guía a otra atracción o tienda, donde te presionan para comprar algo o pagar mucho por la entrada.
Para evitarlo, busca la entrada principal o la taquilla y comprueba por ti mismo. La mayoría de las atracciones no cierran solo para almorzar, sino que cierran por el día. Mejor aún, revisa los horarios en línea antes de ir para saber qué esperar. ¡No repitas mi error!
10. El anillo “encontrado”
Una persona aparentemente inocente recoge un anillo del suelo y pregunta si lo has perdido. Cuando dices que no, mira el anillo detenidamente y muestra una marca que supuestamente prueba que es oro puro. Ofrece venderlo a un mejor precio. Ganan dinero y tú obtienes oro para revender. Pero cuando intentas venderlo en casa, descubres que es falso.
Este truco es frecuente en Europa. En París, casi caí en la trampa, pero intervine a tiempo y la persona se fue. La mejor forma de evitar esta estafa es no comprar el anillo. Si algo parece demasiado bueno para ser verdad, seguramente lo sea.