7 Consejos para Mantenerte Saludable en un Trabajo Estresante

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Presentado por AENO:

Observa a tu alrededor. No hay duda de que estamos viviendo tiempos bastante estresantes y exigentes, ¿verdad? Aunque es fácil culpar la situación actual por la pandemia en curso, la llegada del COVID-19 solo agravó un estado de cosas que ya se deterioraba rápidamente.

Ya estábamos en un punto crítico y esta catástrofe global solo sirvió para acelerar el colapso y la crisis que estamos viviendo ahora. En medio de todo esto, hay empleados sobrecargados y mal pagados, algunos de los cuales deben trabajar en varios empleos a la vez para poder sobrevivir.

Desafortunadamente, no estamos diseñados para soportar períodos tan largos de nerviosismo crónico, presión mental y ansiedad. El cuerpo humano tiene un umbral delicado dentro del cual puede funcionar de manera óptima, y el estrés lo desequilibra. Por eso, la preocupación y tensión prolongadas se han vinculado a condiciones peligrosas como diabetes, enfermedades cardíacas, cáncer, depresión clínica y hipertensión.

A continuación, te compartimos algunas formas de mantenerte en forma incluso cuando todo parece estar colapsando a tu alrededor.

1. Usa técnicas de meditación y concentración

La capacidad de la meditación para reducir el estrés y combatir la depresión no puede subestimarse. Entre muchas otras cosas, la meditación te ayuda a:

  • Desarrollar una alta tolerancia y resiliencia ante la presión mental y el estrés. En otras palabras, fortalece tu fortaleza mental, facilitando superar desafíos aún mayores en el futuro.
  • Crear tu propia pequeña isla de paz y tranquilidad a la que puedas retirarte momentáneamente cuando el estrés amenaza con abrumarte.
  • Establecer una válvula de escape rápida para aliviar la tensión cuando las cosas parecen estar a punto de estallar y afectar tu bienestar emocional.

Lo mejor es que la meditación puede personalizarse para ser una forma única de calmarte lo suficiente para comer bien, dormir o hacer ejercicio incluso en medio de una crisis. Otras técnicas de concentración, como respirar profundo y despejar la mente por unos minutos, han demostrado ser remedios muy efectivos contra el estrés.

2. Enfócate en algo nuevo

Te sorprendería saber lo poderoso que es la mente, especialmente para dictar el estado de tu salud mental. Algo tan simple como tomar un descanso de tu escritorio y dedicarte a una tarea completamente diferente o rutinaria, como cortar el césped, puede hacer maravillas para aliviar esa presión mental que parece estar burbujeando.

Es un truco ancestral que usan líderes empresariales, tecnócratas, presidentes, atletas de élite y empresarios para mantenerse en control y no colapsar bajo presión. Así que, la próxima vez que sientas que nada funciona y el cielo parece a punto de abrirse, toma un respiro y haz algo totalmente diferente por unos minutos y notarás la diferencia.

3. Cuida tu piel y tu cuerpo

Nada combate mejor el estrés y la ansiedad que tener una buena autoestima. Este nivel de confianza en uno mismo proviene de verse y sentirse bien, lo cual ayuda a contrarrestar cualquier negatividad que pueda estar en lo profundo de tu mente. Es lo que mantiene a las personas en marcha incluso en sus momentos más oscuros y difíciles.

Tomar pasos deliberados para lucir bien implica, por supuesto, crear una rutina de cuidado de la piel y ejercicio que esté adaptada para sacar lo mejor de ti. Comienza con pequeños cambios e incrementa gradualmente para perfeccionar tu proyecto de auto-mejoramiento y autocuidado. No tiene que ser nada complicado.

Algo tan simple y económico como reservar una sesión semanal de facial o masaje terapéutico puede parecer un cliché, pero los beneficios que obtendrás serán extraordinarios. Lo mismo aplica a adoptar nuevos hábitos alimenticios que promuevan la salud de tu piel y bienestar mental en general.

4. Escribe tus pensamientos en papel

Llevar un diario y documentar tus pensamientos es una forma interesante de mantener las cosas en perspectiva. Es como si el mundo se aclarara y nuestros problemas desaparecieran mágicamente cuando ponemos la pluma en papel y expresamos nuestros sentimientos y pensamientos más profundos.

Uno de los mayores motivos por los que vivimos en tiempos tan tensos es que nos preocupamos constantemente por lo que otros piensan de nosotros, de nuestro trabajo o del coche que conducimos. Nos preocupamos tanto por la imagen que proyectamos que terminamos reprimiendo nuestras verdaderas emociones para evitar ser juzgados de manera negativa.

Pero tener un diario privado donde puedas ser tú mismo y expresar tus miedos, preocupaciones y nerviosismo puede hacer maravillas por tu salud mental. Es una herramienta muy efectiva y subestimada para canalizar tus frustraciones sin tener que preocuparte por el control de daños más tarde. En resumen, puede ayudarte a:

  • Enfrentar la depresión: Te da la oportunidad de tener una charla positiva contigo mismo y eliminar las vibras negativas que te están afectando.
  • Gestionar el estrés: Escribir en un diario es una forma eficiente de seguir tu estado de ánimo día a día, para que puedas identificar fácilmente tus desencadenantes de ansiedad y aprender mejores maneras de evitarlos.
  • Aliviar la ansiedad: Al escribir tus pensamientos con regularidad, visualizas tus preocupaciones, problemas y miedos de manera que aún tienes una perspectiva clara de qué cosas deberían preocuparte y cuáles no. En definitiva, es una buena forma de asegurarte de no preocuparte por cosas insignificantes.

5. Da un paseo diario

Los horarios agitados que caracterizan el entorno laboral actual pueden significar que apenas tienes tiempo para ti mismo, mucho menos unos minutos para dar un paseo terapéutico cada dos días.

Sí, todos tenemos plazos que cumplir, metas que alcanzar, clientes que complacer y jefes que agradar. Sin embargo, no puedes subestimar la importancia de dar un paseo corto (de unos 30 minutos aproximadamente) solo para despejar la mente y liberar tensiones. Además, un paseo por la naturaleza te ofrece una perspectiva fresca en lugar del enfoque limitado que tienes cuando estás en tu escritorio.

Lo mejor es que ese paseo diario, aunque breve, te permite unos minutos para conversar contigo mismo sin preocuparte por lo que otros puedan pensar. Es como una sesión privada donde puedes reflexionar y entender que lo que te preocupa en ese momento no es tan importante en el gran esquema de las cosas.

6. Realiza ejercicios leves

Ejercitarte físicamente, aunque sea por cortos períodos, libera una serie de hormonas y neurotransmisores conocidos como endorfinas, que te hacen sentir bien. Es como darte una inyección de medicina contra el estrés. Esa dosis de positividad, paz y calma es justo lo que necesitas para afrontar el día, especialmente si trabajas en un entorno muy demandante y estresante.

Además de ser un remedio efectivo contra el estrés, el ejercicio distrae tu mente por unos minutos, suficiente para evitar la ansiedad y episodios leves de depresión que puedan estar comenzando a aparecer. Esto se traduce en beneficios para tu salud física, como un sistema digestivo, cardiovascular e inmunológico en buen estado, lo cual contrarresta los efectos negativos que tu trabajo pueda estar teniendo en tu vida.

Además de aliviar la tensión laboral mediante actividad física, el ejercicio diario mejora tu ciclo de sueño, que suele verse afectado por la depresión, el estrés o la ansiedad relacionada con el trabajo. La mente descansada tendrá un impacto positivo en tu productividad la próxima vez que te pongas a trabajar.

7. Tómate un descanso fuera de la oficina

Hay una razón por la que nos sentimos tan motivados y entusiastas cuando regresamos al trabajo después de unas vacaciones cortas. La psique humana, desafortunadamente, no está diseñada para soportar largos períodos de monotonía, especialmente en el mismo entorno.

¿Recuerdas los descansos breves y oportunos que teníamos en la escuela entre clases? ¿Alguna vez te has preguntado por qué tu productividad y estado de ánimo se deterioran hacia el final de un día largo y agotador?

Aunque no siempre sea posible o práctico tomar unas vacaciones cada día, puedes recrear los efectos curativos de un descanso simplemente tomando un receso de 15 minutos lejos de tu escritorio cada hora de concentración continua. Esto rompe con la rutina monótona y aburrida que caracteriza la lucha por ganar un salario, cumplir plazos o alcanzar metas, aunque sea solo por unos minutos.

Para algunas personas, esto puede marcar la diferencia entre mantener la cordura profesional y colapsar por la presión laboral. Así que, la próxima vez que te sientas abrumado y sobrecargado de trabajo, toma un respiro unos minutos. Quizá descubras que, al final, no es tan grave como parece.

En conclusión

El trabajo es importante, no hay duda de ello. Tener un empleo te permite mostrar tu talento, crear valor y mejorar tus habilidades, todo mientras ganas dinero para cubrir tus necesidades diarias y algunos lujos.

Sin embargo, es fundamental recordar que tu salud mental y física es igual de importante (si no más) que tu trabajo. No te servirá de mucho ganar mucho dinero solo para gastar después en tratar enfermedades relacionadas con el estilo de vida que adquiriste en busca de bienes materiales o avances profesionales.

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