Paso 1 – Los Fundamentos
Los problemas más evidentes que pueden surgir con equipos remotos son los básicos relacionados con el hardware. Computadoras y laptops dañadas, pantallas o micrófonos defectuosos; incluso puede haber problemas con el cableado. El primer paso para gestionar con éxito un equipo remoto es asegurarse de que todos tengan las herramientas adecuadas para el trabajo.
Quizá sea buena idea ajustar las políticas de tu empresa para incluir la provisión de equipos funcionales a tus empleados. Una vez resueltos los problemas de hardware, puedes pasar a la parte del software.
Paso 2 – Creando la Red
Uno de los aspectos más importantes del trabajo remoto es asegurarse de que todos estén en la misma página, literalmente. Si cada miembro del equipo usa programas o servicios diferentes, la comunicación pronto se verá afectada. Tener sitios y herramientas comunes crea una base de conocimientos compartida y facilita una comunicación mucho más fluida. Herramientas como VoIP hacen que crear una red de comunicación sea más sencillo y ofrecen las funciones necesarias para que tu negocio funcione eficientemente.
Por ejemplo: si tu método preferido de comunicación es a través de Skype, asegúrate de comunicarlo a todos. No ayuda que alguien intente descargar la app cinco minutos antes de la reunión. Trabajar desde un mismo punto de partida facilitará las cosas a largo plazo.
Paso 3 – Comunicación
Una vez que todos los problemas de equipo estén resueltos y los miembros del equipo tengan las aplicaciones y programas necesarios, podrás comenzar a avanzar con el trabajo. Aunque tus empleados trabajen desde casa, deben entender que el profesionalismo sigue siendo fundamental. Reuniones regulares, actualizaciones, informes y una comunicación respetuosa son imprescindibles en el entorno laboral. Puede ser útil pedir a tus equipos que envíen capturas de pantalla periódicas o que ingresen a mensajeros en línea; esto ayuda a mantener todo en orden. Utilizar tecnología de sistema telefónico empresarial como VoIP puede ser esencial para lograr una comunicación confiable con tus empleados.
Trabajar de forma remota puede tener un impacto muy positivo en la moral y productividad de tus empleados. Hay muchos beneficios, pero quizás el más importante es que los trabajadores pueden operar desde la comodidad de su hogar. No gastarán dinero en desplazamientos y podrán trabajar en horarios que se ajusten a sus necesidades.
La flexibilidad de los equipos remotos es clave para fomentar la creatividad en muchos campos digitales modernos. Las personas podrán planificar sus vidas según sus horarios únicos y, con suerte, aprovechar al máximo sus horas de trabajo.
Con equipos remotos y telecomunicaciones, la distancia prácticamente desaparece. Tus candidatos no necesitan vivir cerca de tu empresa; en realidad, solo estás limitado por la calidad de tu conexión. Puedes interactuar instantáneamente con personas de todo el mundo, lo que abre infinitas oportunidades de networking. Además, uno de los mayores obstáculos para las pequeñas empresas suele ser el costo del alquiler de oficinas. Con equipos remotos, no tienes que preocuparte por ese gasto excesivo.
Consideraciones para la Transición a Equipos Remotos
Si aún estás pensando en trasladar tus operaciones a equipos remotos, revisa la encuesta referenciada por Forbes. Los resultados muestran mejoras notables en la productividad de las empresas cuando los empleados trabajan desde casa.
A continuación, un resumen de los hallazgos:
- 47% de aumento en la productividad laboral.
- Los días más efectivos son martes, miércoles y jueves.
- Las llamadas telefónicas, correos electrónicos y conversaciones generales aumentaron más del 100%.
Es evidente que trabajar desde casa trae beneficios reales. Al permitir que tus empleados formen equipos remotos, estarás potenciando su productividad y capacidades de networking. Siguiendo estos pasos sencillos, podrás establecer protocolos y políticas efectivas para tus equipos remotos.