Cuando tengas dudas sobre los demás, asume siempre la mejor intención

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Por qué es importante considerar la intención

Aunque la intención tiene múltiples significados, el enfoque principal para esta mentalidad es, “el estado de ánimo con el que se realiza un acto”. Este tema ha sido de gran interés en los últimos años, y la mayoría coincide en que, al asumir las mejores intenciones, puedes beneficiar mucho tu salud mental. Además, puede ser beneficioso para tu organización, ya seas empleado o emprendedor.

Según Bruce Eckfeldt en su artículo, “El poder oculto de asumir intenciones positivas”, es importante identificar las ventajas en situaciones que podrían parecer negativas. En lugar de obsesionarte con el incidente o planear una represalia, enfócate en las oportunidades.

En su publicación en Forbes, Eckfeldt dice: “Los líderes exitosos siempre evalúan los ángulos”. Es fundamental ir más allá de los sentimientos heridos y las emociones; abre tu mente para imaginar cómo podría desarrollarse la situación en un panorama más amplio. Abordar un asunto con un plan y profesionalismo puede sorprenderte gratamente.

Nunca permitas que alguien robe tu paz

Quizá las situaciones que has enfrentado en el trabajo no han sido tan intensas ni requieren tanta planificación o reflexión. Mi recomendación es aplicar esta mentalidad y asumir las mejores intenciones siempre que sea posible.

Esto no significa permitir que otros te traten con falta de respeto o te acosen — en ningún lugar. Asumir las mejores intenciones consiste en pausar y considerar tus opciones antes de reaccionar ante un incidente.

Hace más de una década, ocupaba un puesto de liderazgo en una empresa y tuve la suerte de aprender de grandes líderes. Una de mis gerentes de operaciones más influyentes y empoderadoras cambió mi forma de pensar en el trabajo e incluso influyó en mi visión de la vida en general.

Independientemente de la situación, ella solía recordarme que siempre hay que asumir las mejores intenciones y que nadie debe robarte la paz. Su sabiduría incluía que, aunque es prudente ser consciente de las intenciones de los demás, también hay que evitar ponerse a la defensiva y mantener una perspectiva positiva. Sus palabras resonaron en mí, y desde entonces elegí seguir esa infinita sabiduría.

Quizá ahora pienses: “Esto suena bien en teoría, pero en la práctica puede ser más difícil, especialmente en el trabajo”. Aquí te comparto 3 consejos para fortalecer tu perspectiva:

3 consejos para una mentalidad más saludable

1. Todos llevamos cargas

Aunque intentamos dejar nuestros problemas personales fuera del trabajo, a veces es casi imposible. Cuando alguien dice algo grosero o su lenguaje corporal parece distante, no asumas que tú eres la causa.

Si hay un problema contigo, es responsabilidad de esa persona mencionarlo. Recuerda, su comportamiento no tiene que ver contigo hasta que decidan compartirlo contigo con respeto y profesionalismo.

2. La mayoría de las personas son buenas

No importa cuán desanimado te sientas tras una situación negativa, recuerda que la mayoría de las personas en nuestro planeta son buenas. Por eso, me niego a dejar que unas pocas personas negativas arruinen mi visión optimista de la vida.

Nadie puede “ocupar espacio” en tu mente sin tu permiso, así que, mientras no sea perjudicial para tu bienestar, no vale la pena preocuparse por lo que no se puede controlar.

3. Sé una luz en la oscuridad

La positividad es contagiosa, y si te esfuerzas en encontrar el lado positivo y aprender de las situaciones, te sorprenderá cómo reaccionan los demás a ti. He compartido la mentalidad de asumir las mejores intenciones con colegas y amigos a lo largo de los años. Su respuesta ha sido positiva y agradecida, igual que la mía hace tiempo.

Así que, la próxima vez que alguien te muestre una expresión extraña, diga algo fuera de lugar o tome una decisión que te deje desconcertado, asume las mejores intenciones antes de reaccionar.

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