1. Retención y gestión de empleados
Uno de los pilares del crecimiento empresarial es la gestión efectiva del empleado. Cuando una empresa es pequeña, el fundador puede encargarse de todas las tareas diarias. Sin embargo, al alcanzar cierto tamaño, resulta imprescindible comenzar a contratar personal. Incorporar empleados con la experiencia y habilidades necesarias para gestionar sus funciones y contribuir al crecimiento del producto es solo una parte del proceso. También es fundamental mantener a los empleados motivados y comprometidos. Un alto índice de rotación puede afectar negativamente el desarrollo del negocio.
Un ejemplo típico es la contratación de personal. Cada empleado contratado debe contar con un contrato sólido que cumpla con las leyes laborales federales, estatales, municipales y del condado, protegiendo tanto al empleador como al trabajador. Por eso, es recomendable consultar a un abogado especializado en derechos laborales en la ciudad y el condado para redactar los contratos laborales. Su equipo de expertos en leyes laborales tiene experiencia en gestionar contratos y derechos de los empleados.
2. Desarrollo continuo del producto
Cualquier empresa en crecimiento debe considerar varias iteraciones en el proceso de desarrollo del producto. Esto es especialmente relevante en la actual fase de avances tecnológicos globales.
Este período, conocido como la Cuarta Revolución Industrial, ha sido definido por el Foro Económico Mundial como una época de cambios fundamentales en la forma en que vivimos, trabajamos y nos relacionamos. Se considera un “nuevo capítulo en el desarrollo humano, impulsado por avances tecnológicos extraordinarios… que están fusionando los mundos físico, digital y biológico de maneras que generan grandes promesas y posibles riesgos”.
Por ello, es crucial que los especialistas en desarrollo de productos o ingenieros estén al tanto de estos cambios tecnológicos rápidos y se mantengan actualizados, especialmente en relación con las iteraciones necesarias en el proceso de desarrollo del producto. El público objetivo no convertirá en clientes habituales si el producto final se queda atrás frente a la competencia.
3. Gestión financiera
Finalmente, otro aspecto fundamental para el crecimiento del negocio es la gestión de las finanzas, incluyendo la posible inversión de capital de riesgo. En términos simples, una empresa no puede convertirse en una organización multinacional si se queda sin fondos. Por eso, es vital administrar correctamente estos recursos.
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