1. Comienza una lista de cosas que les gustan
Cada cliente, ya sea que haya firmado o no, tendrá sus propias preferencias en cuanto a detalles, productos, servicios y actividades que disfrutan. Algunos son más reservados con esta información, pero los clientes más astutos suelen compartirla fácilmente. Pregunta sobre sus lugares favoritos para comer, los sitios donde pasan su tiempo libre, gadgets electrónicos que usan o les interesan, etc. Hacer pequeñas preguntas como estas durante la conversación puede parecer una charla trivial, pero tú sabes mejor. Haz un hábito de hablar también sobre lo que te gusta, sin que el cliente sienta que está siendo abrumado con demasiada información. Es cuestión de práctica, pero mejorarás con el tiempo. Anota todo en un CRM o en un archivo de texto sobre cada cliente.
2. Organiza eventos y reuniones periódicas en intervalos predecibles
Si no eres de los que suelen organizar grandes fiestas, asegúrate de que estas reuniones tengan gente interesante, como cónyuges o empleados que sepan cómo divertir a todos. Es probable que tengas al menos un empleado o cliente que pueda hacer reír a un auditorio completo, pero también puedes contratar comediantes locales, bandas u otros entretenimientos. La clave es que sean eventos predecibles y tan entretenidos que tus clientes y sus amigos los esperen con ganas. De esta forma, te mantendrás en la mente de tus clientes habituales y ocasionales, para que no te olviden cuando necesiten tus servicios o cuando sus contactos requieran lo que ofreces. Asegúrate de que puedan traer a sus familias, amigos, colegas y contactos de negocios, para que la red de relaciones siga creciendo.
3. Sigue sus perfiles en redes sociales — comparte y comenta cuando sea apropiado
Aunque no tengan mucha presencia en redes sociales, nunca sabes cuándo cambiará eso. Seguirlos, hacer comentarios sinceros y compartir su contenido con tus seguidores es una excelente forma de mostrarles que tienes su atención, incluso si no están usando tus servicios en ese momento. Esto ayuda a mantener la relación, y sus seguidores también te notarán, te seguirán y podrían contactarte cuando necesiten lo que tú ofreces.
4. Invítalos a salir a jugar o a almorzar
¿Quién no disfruta de una partida de golf en un campo exclusivo o de una buena cena de filete o langosta sin tener que pagarla? Para hacer buen ‘schmoozing’, a veces hay que pagar la cuenta y demostrar que no eres tacaño, sino alguien que valora la relación. Solo asegúrate de que les guste la actividad que propones, ofreciendo opciones si no estás seguro de sus preferencias. Lo importante es que sea una experiencia agradable para ambos.
5. Comparte cosas que muestren que ves más allá de lo superficial
Quienes han pensado en el romance con su pareja o alguien especial saben que regalar en exceso no es la mejor forma de conquistar corazones. Todos queremos ser conocidos por nuestras personalidades y gustos únicos. Cuando encuentres contenido que sabes que a un cliente le gustará, compárteselo y hazle saber que pensaste en él específicamente. Puede ser inspiración, humor, noticias o libros, cualquier cosa que refleje su carácter.
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