Entiende lo que estás ofreciendo
Puede parecer sencillo, pero uno de los errores más comunes en un pitch es no explicar de manera clara y concisa qué estás ofreciendo o cómo se verá el éxito.
Si no puedes resumir esto en una sola frase, vuelve a empezar. Simplificar tu objetivo te ayudará a evitar divagar y a que tu mensaje sea claro.
Algunas preguntas útiles para reflexionar son:
- ¿Qué problema resuelve tu producto o servicio?
- ¿Cuál es tu objetivo principal?
- ¿Qué hace que lo que ofreces sea único?
Una vez que tengas una respuesta clara en tu mente, será mucho más fácil diseñar tu pitch.
Dedícate tiempo para prepararte
No caigas en la tentación de dejar la preparación del pitch para último momento. Es común pensar que no tomará mucho tiempo porque tienes otras prioridades en tu lista.
Al comenzar a armar los detalles de tu pitch, te sorprenderá cuántas preguntas surgen. Recuerda que necesitas tener suficiente información para respaldar tu propuesta, ya que seguramente te harán preguntas en profundidad al final.
Ve al grano
No es un secreto que, ahora más que nunca, buscamos emoción y compromiso para mantener nuestra atención. Lo mismo aplica para los pitches. Llega rápidamente al punto.
La estructura del Elevator Pitch de la Harvard Business School es una excelente guía para crear un pitch efectivo y conciso que capte la atención de quien escucha.
A menudo, estamos presentando productos, servicios o ideas que nos apasionan. Es fácil desviarse o entrar en detalles excesivos. ¡Evítalo! Habrá tiempo para preguntas, reflexiones y detalles más adelante. El objetivo principal del pitch es establecer:
- El problema
- La solución o propuesta única de valor (USP)
- Las conclusiones
Incluye una frase pegajosa
¿Alguna vez te has preguntado cómo puedes escuchar una canción varias veces y aprender casi toda la letra?
Nuestra psicología está programada para recordar frases cortas y llamativas. Aunque muchos datos estadísticos pueden olvidarse fácilmente en un pitch, una frase innovadora puede dejar una huella duradera en la mente del oyente.
Un eslogan poderoso también será útil para el marketing y la construcción de marca, así que dedica tiempo a encontrar el adecuado.
Confía en ti mismo
Para dar un pitch efectivo, necesitas transmitir tu mensaje con mucha confianza. Si no pareces seguro de lo que ofreces, ¿quién más lo hará?
Debes demostrar un conocimiento profundo de lo que estás presentando y por qué tu solución es la respuesta al problema.
Si tienes un amigo o colega dispuesto a escuchar tu pitch, pruébalo y pídeles una crítica constructiva. También puedes grabarte y escuchar cómo suenas para identificar áreas de mejora. Pregúntate:
- ¿Creerías en tu pitch si lo estuvieras viendo?
- ¿Qué partes te parecieron buenas? ¿Por qué?
Prepárate para el seguimiento
A veces, uno se enfoca tanto en perfeccionar el pitch que olvida la importancia del seguimiento.
Preparar cómo responderás después del pitch es tan importante como la presentación en sí. No hay nada peor que hacer un pitch excelente y luego descubrir que la competencia consiguió la oportunidad porque no reaccionaste a tiempo.
Considera las siguientes preguntas:
- Si todo va bien, ¿qué respuesta esperas?
- ¿Qué preguntas podría tener tu audiencia?
Planear cómo responderás puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso.
Y lo más importante, ¡disfruta el proceso! Conseguir un pitch (por cualquier motivo) suele ser señal de que estás haciendo algo bien o que ofreces algo que la audiencia quiere conocer más. Aprovecha ese momento para mostrar exactamente por qué.