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Empezar tu propio negocio es una decisión audaz y requiere mucho esfuerzo. Hacer crecer tu pequeña empresa y llevarla al siguiente nivel es otra historia. Una vez que tienes tu negocio en marcha, puedes pensar que ya estás fuera de peligro, pero en realidad, ahí es cuando los desafíos realmente comienzan a llegar.
Se dice que los primeros años de una empresa son los más difíciles. Si logras sobrevivir a este período, tus posibilidades de éxito aumentan considerablemente. Esto se debe a que hay muchos obstáculos que los emprendedores deben superar en los primeros pasos, cuando la empresa todavía está en sus inicios y aprender de los errores es la estrategia principal. Por eso, muchas empresas no logran pasar los tres años.
Pero, en un tono más positivo, los desafíos hacen que toda la experiencia valga la pena, y como no puedes evitarlos, al menos puedes aprender a convivir con ellos. Cuando estás informado, puedes manejar mejor los problemas y aumentar tus chances de supervivencia en el mundo de los negocios. Así que, echemos un vistazo a algunos de los desafíos más comunes que enfrentan los dueños de pequeñas empresas todo el tiempo.
Gestión del dinero
Ningún negocio puede permitirse malgastar sus recursos, pero si los grandes jugadores manejan mejor las dificultades financieras, las pequeñas empresas deben aferrarse a lo que tienen. Saber de dónde viene el dinero y a dónde va es crucial para los dueños de pequeñas empresas. Sin embargo, los problemas de flujo de efectivo son muy comunes entre los emprendedores. Admitámoslo, no es fácil mantenerse al día con todas las facturas, controlar los gastos y aprender a planear un presupuesto cuando no tienes experiencia.
Afortunadamente, la tecnología ayuda mucho. Hoy en día, existen muchas herramientas y recursos que pueden ayudar a los dueños de negocios a ser más organizados y gestionar sus finanzas y otros aspectos de la operación con mayor eficiencia. Usar un software como Timesheets Portal puede facilitar muchísimo estas tareas, evitar problemas comunes de gestión del dinero, optimizar las operaciones y aumentar la productividad.
Agotamiento
Ser dueño de un pequeño negocio generalmente significa tener que usar muchos sombreros. La mayoría de los emprendedores asumen demasiados roles en la gestión de su negocio, hasta convertirlo en un esfuerzo de una sola persona. Es comprensible que, al comenzar, no cuentes con un equipo de profesionales que puedan encargarse de todas las tareas que no tienes tiempo de hacer. Por eso, muchos dueños alcanzan el agotamiento en los primeros años.
Es muy fácil quedar atrapado en las actividades diarias, trabajar hasta altas horas de la madrugada, y antes de darte cuenta, el equilibrio entre trabajo y vida personal desaparece y la fatiga se acumula lentamente. Establecer límites saludables y saber cuándo detenerse y respirar puede ser literalmente un salvavidas.
Delegar tareas
Incluso si tienen suficiente personal para asumir roles clave, algunos dueños de negocios todavía prefieren hacer todo ellos mismos. Desde su perspectiva, esto significa tener control total sobre su negocio, pero desde afuera, parece que la empresa depende demasiado de su fundador. Eso es un problema grande, porque si algo le sucede al dueño y, por alguna razón, no puede cumplir con sus responsabilidades, el negocio inevitablemente se verá afectado.
La solución puede parecer sencilla: el emprendedor debe delegar tareas y soltar algunas responsabilidades, pero si vive con el dicho, “si quieres que algo quede bien, hazlo tú mismo,” la transición puede ser difícil.
Encontrar el talento adecuado
Delegar tareas es mucho más fácil cuando entiendes lo importante que es para el éxito del negocio y cuando cuentas con las personas correctas en tu equipo. Y aquí está el verdadero reto: encontrar personas talentosas que tengan las habilidades y conocimientos necesarios para apoyar tu negocio y ayudarte a alcanzar tus objetivos.
Los emprendedores saben que los empleados son el activo más valioso de una empresa. Las empresas con buena reputación no tienen problema en atraer talento. Hay más que suficientes candidatos esperando en fila para postularse a los trabajos que ofrecen, así que pueden escoger a los mejores.
Pero para las pequeñas empresas y startups, la situación es diferente. Los dueños deben pasar por un proceso largo y agotador para encontrar personas competentes en quienes confiar. Puede tomar tiempo construir un equipo de empleados talentosos que trabajen bien juntos y compartan los valores de la empresa.
Encontrar nuevos clientes
Una empresa puede tener los mejores productos o el mejor servicio del mercado, pero si nadie sabe de ellos, las posibilidades de alcanzar el éxito son bajas. Los clientes son la columna vertebral de cualquier negocio, y si solo dependes de unos pocos clientes, el crecimiento nunca llegará. ¿Qué pasaría si esos pocos clientes deciden llevarse su negocio a otro lado? Tu empresa quedaría en la cuerda floja.
Diversificar la base de clientes debería ser una prioridad para todos los negocios, especialmente para quienes quieren crecer y expandirse. Pero atraer clientes nunca es fácil. Requiere tiempo, esfuerzo y un buen conocimiento de técnicas de marketing efectivas.
Equilibrar calidad y cantidad
El crecimiento del negocio es algo que todos los emprendedores desean. Pero cuando logras expandir tu pequeña empresa, te enfrentas a nuevos desafíos. A veces, el crecimiento implica recortar en la calidad y hacer concesiones. Aunque no es la situación ideal, le pasa a muchas pequeñas empresas que no tienen los recursos para mantener los mismos estándares de calidad al ampliar sus operaciones.
Ampliar la gama de productos o servicios o la base de clientes puede ser muy beneficioso, pero solo si se hace correctamente. Con una mayor demanda, también viene una mayor responsabilidad, y sin una estrategia adecuada para hacer crecer tu negocio, puede que no puedas cumplir con las expectativas que te has puesto.