Reglas del romanticismo
¿Te gusta la música de los años 70? Personalmente no, pero muchas personas sí. ¿Por qué aman los clásicos? Probablemente porque sienten nostalgia y se ponen románticos con los viejos tiempos. Lo mismo pasa en los negocios.
Muchos de nosotros somos románticos respecto a nuestras relaciones comerciales. Recordamos esa sensación agradable que sentimos al recibir algo inesperado de una empresa.
¿Sabías por qué los obsequios en ferias siguen funcionando? Porque la gente presta atención a cosas llamativas, visualmente atractivas y que pueden sentir y tocar. Los obsequios interesantes generan conversación y, con suerte, terminan en tu escritorio durante mucho tiempo. Es probable que los mires varias veces al día, recordando subconscientemente el momento en que los recibiste en una feria.
Eso es romanticismo en acción, y las tarjetas navideñas cumplen un papel similar.
Hace poco recibí una tarjeta navideña escrita a mano por un ex socio comercial de otro país. Es una tarjeta sencilla con saludos por la temporada y un mensaje que dice que fue un placer colaborar conmigo. Está firmada por el director general. La tarjeta permaneció en mi mesa durante días; esa pequeña muestra de cariño me hizo pensar en el negocio. Incluso ahora, al escribir esto, recuerdo ese evento ocurrido hace casi un año.
(¡Espero que me envíe otra este año!)
Personalización
Sé que los saludos automáticos que recibes por WhatsApp, Gmail u otras plataformas de empresas de seguros, servicios y organizaciones que hacen negocios contigo pueden parecer un poco aburridos. Pero funcionan, por eso siguen haciéndolo. Sin embargo, ¿qué pasaría si esas empresas mejoraran su estrategia y enviaran tarjetas navideñas personalizadas a sus clientes y ex clientes?
“¡Eso es muy anticuado!” podrías decir. Quizá, pero quizás también soy uno de esos ‘viejos’ que aún valoran las cosas tradicionales. Para aclarar, también estoy al día con las redes sociales, tecnología 3D, IA y la nube. Creo que pronto los laptops serán obsoletos y los negocios solo usarán smartphones.
Pero sigo creyendo en el valor de conectar de manera más personal en las relaciones comerciales. No hablo de el auge de los chatbots que entienden las preferencias de cada cliente mediante big data; hablo de un CEO o una empresa que se toma 2 o 3 minutos para enviarte una tarjeta navideña personalizada, incluso siendo ex cliente.
No sé tú, pero creo que pocas empresas hacen eso. Y quienes lo hacen, probablemente serán las que más negocios obtengan conmigo. ¿Por qué? Porque esa empresa estará en la cima de mi mente, en el mejor lugar para su marca.
Si tu marca permanece en la mente de tu mercado, ganas.
Conclusión
Invertir en tarjetas navideñas puede parecer una mala idea al principio. Sin embargo, creo que las relaciones con los clientes valen oro. Las tarjetas navideñas, junto con otros recursos como obsequios en ferias, ayudan a fortalecer los lazos entre tu empresa y tus clientes. Como clientes comprometidos probablemente harán negocios contigo, el retorno de inversión de estas estrategias es muy prometedor.
¿Qué opinas de las tarjetas navideñas? ¿Son una pérdida de dinero o siguen siendo importantes en el mundo digital de hoy? Comparte tu opinión.