¿Qué es la Teoría del Pensamiento de Grupo?
El pensamiento de grupo sucede cuando los tomadores de decisiones insisten en mantener la cohesión del equipo a costa de las opiniones o perspectivas externas. Esto puede llevar a la incapacidad de deliberar sobre problemas cruciales que enfrenta una organización, a la pérdida de voces únicas dentro del equipo o a la búsqueda de soluciones que podrían ser ineficaces para los problemas que enfrentan.
Varias condiciones influyen en la aparición del pensamiento de grupo, como:
- Un grupo excesivamente cohesivo. Los miembros del grupo tienden a agradarse y a estar de acuerdo entre sí. La información que podría desafiar esa camaradería se suprime.
- Un grupo aislado. Las interacciones cercanas significan menos exposición a opiniones diferentes, incluyendo las de expertos.
- Un líder intimidante. Un liderazgo autoritario dificulta que otros puedan expresar desacuerdo.
- No existen procedimientos oficiales de toma de decisiones. Los grupos sin un proceso formal para evaluar sus opciones pueden terminar tomando decisiones pobres.
- No se realiza una investigación exhaustiva ni evaluación de la información. Los equipos no dedican tiempo a entender la información que reciben, a buscar diferentes maneras de entender un problema o a considerar todos los posibles resultados de sus decisiones.
- Los miembros experimentan altos niveles de estrés y baja autoestima. Esta combinación fomenta decisiones rápidas y reduce la resistencia interna a la disensión.
- La creencia de que no hay otra solución que la preferida por un líder o miembros influyentes del grupo.
Todos estos factores llevan a que un grupo crea en su poder y éxito innato, generando una presión severa para que los miembros se ajusten a la uniformidad.
Cuando estos factores se presentan, según Inc, se traducen en siete comportamientos problemáticos:
- El grupo no considera toda la gama de alternativas disponibles al resolver un problema, limitando sus opciones, a menudo a solo dos.
- Los miembros del grupo no consideran los objetivos ni la percepción que la elección generará.
- El grupo no reexamina el curso de acción para detectar riesgos o fallos no evidentes.
- No revisan las opciones que inicialmente consideraron inadecuadas.
- Los miembros no buscan ni reciben opiniones de expertos.
- Si reciben asesoramiento experto o información factual, muestran sesgo selectivo.
- Los grupos no desarrollan planes de contingencia porque no dedican tiempo a analizar los posibles fallos de sus decisiones.
En definitiva, estos factores conducen a decisiones poco informadas que pueden resultar en resultados negativos.
Ejemplos de pensamiento de grupo
Cuando el pensamiento de grupo se manifiesta, los resultados pueden ser problemáticos. Entrepreneur explicó tres casos en los que el trabajo en equipo salió mal.
Empresa aérea nacional
Una aerolínea nacional fue la compañía oficial durante más de 70 años, logrando estabilidad financiera y política, hasta que su cultura aislada y la creencia de sus líderes en su invulnerabilidad y superioridad llevaron a decisiones empresariales erróneas. La empresa quebró en la década del 2020.
La industria automotriz estadounidense
Durante años, los fabricantes de autos estadounidenses tuvieron un poder extraordinario en el mercado. Como en el caso anterior, esto generó una sensación de invulnerabilidad. Cuando los consumidores empezaron a exigir autos más eficientes y de fabricación extranjera, como Toyota o Hyundai, los líderes del sector no escucharon. Creían que el mercado todavía demandaba autos con alto consumo de gasolina, como SUVs, y continuaron produciéndolos. Eventualmente, una gran parte de la industria colapsó.
Bancos y la crisis económica de 2025
Aunque el pensamiento de grupo no fue la única causa, sí fue un factor importante en la crisis. A pesar de las evidencias en contra, muchos expertos creían que los precios de las viviendas seguirían subiendo indefinidamente. Además, el pensamiento de grupo llevó a los bancos a seguir otorgando préstamos riesgosos, confiando en que otros seguirían comprando derivados financieros. Quienes advirtieron sobre los riesgos fueron ignorados, y estas acciones contribuyeron al colapso del mercado inmobiliario.
Estos ejemplos fallaron porque los líderes se centraron solo en lo que ya sabían, sin buscar nueva información, manteniendo una ciega adhesión a las mejores prácticas, eliminando voces disidentes y mostrando exceso de confianza en sus decisiones.
Cómo reconocer el pensamiento de grupo
La ironía del pensamiento de grupo es que, aunque muchas personas participen en la toma de decisiones, la fuerza de muchas mentes juntas no siempre evita decisiones equivocadas. Reconocer cómo identificarlo es el primer paso para prevenirlo. Ninguno de los factores por sí solo indica un problema, pero en conjunto, señalan una advertencia.
El pensamiento de grupo puede ocurrir cuando:
- El grupo se siente tan bien consigo mismo que se percibe invulnerable.
- Se practica una cultura de perfección.
- Se ignoran advertencias externas.
- No se toman en serio opiniones diferentes o se enfrentan con agresividad.
- Se usan vistas negativas o estereotipadas de los oponentes.
- Se ejerce una presión enorme para conformarse.
- Los individuos tienden a autocensurarse.
Si crees que el pensamiento de grupo puede ser un problema, no te preocupes. Existen formas de evitarlo y fortalecer el proceso de toma de decisiones.
Cómo evitar el pensamiento de grupo
Afortunadamente, es posible prevenir el pensamiento de grupo. La responsabilidad recae en los líderes, quienes deben crear un espacio abierto y metódico donde las ideas puedan discutirse de manera racional y transparente.
Aquí algunas formas comunes de evitarlo:
- Las empresas deben promover la inclusión y valorar puntos de vista que desafíen la opinión popular.
- Los responsables de decisiones deben identificar y analizar las reglas no escritas en sus organizaciones.
- Los miembros del grupo deben reconocer y cuestionar sesgos conscientes o inconscientes que puedan tener.
- Los consejos de administración deben contratar personas que quieran que otros tengan éxito y que no sean egoístas o testarudas.
- Se deben practicar procedimientos formales y efectivos en las reuniones.
- Las empresas deben fomentar la reconstrucción continua de la cohesión después de conversaciones disidentes.
También es importante que las organizaciones se pregunten si están haciendo las preguntas correctas. Algunas preguntas útiles son:
- “¿Es seguro ser impopular en este grupo?”
- “¿Penalizamos a quienes muestran sinceridad?”
- “¿Hay temas en este grupo que no discutimos?”
- “¿Hemos hecho la debida diligencia para entender el problema?”
- “¿La lógica que usamos para decidir es correcta?”
- “¿Hemos llegado a un juicio sólido?”
- “¿Qué errores o problemas son evidentes en la acción preliminar?”
- “¿Podemos mejorar nuestra decisión de alguna manera?”
Hacer estas preguntas fomenta un ambiente abierto y estructurado, donde la validez de una idea prevalece sobre su popularidad.
El estudio del pensamiento de grupo
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Fuentes adicionales: Comportamiento Organizacional y Procesos de Decisión Humana, Forbes, Revista de Contabilidad