¿Qué causó el cambio?
La legislación fue la raíz del cambio hacia la igualdad. En 1963, se aprobó la Ley de Igualdad de Pago, seguida por la Ley de Derechos Civiles de 1964 y la Ley de Discriminación por Edad en el Empleo de 1967. Estas leyes comenzaron a equilibrar las prácticas de contratación y las escalas salariales para todos, sin importar su género, raza, color, religión o edad.
Hoy en día, la fuerza laboral se está volviendo más diversa. A medida que la tecnología y las redes sociales conectan a las personas más que nunca y sacan a la luz temas importantes, ambos aspectos hacen que los lugares de trabajo sean responsables. Las fuerzas laborales más diversas benefician a todos — las investigaciones muestran que los equipos inclusivos toman mejores decisiones y entregan mejores resultados.
Reglas tradicionales que aún siguen vigentes
Aunque todos estamos mejor gracias a lugares de trabajo más iguales e inclusivos, algunas prácticas tradicionales de oficina todavía tienen valor hoy en día:
1. Recuerda el poder del contacto visual
Muchas personas pasan sus días mirando sus pantallas o teléfonos, concentradas en sus tareas o en las redes sociales. En lugar de eso, sé alguien que hace el esfuerzo de mantener contacto visual y relacionarse con las personas con las que trabaja. Sé presente y demuestra a tus empleados la importancia de escuchar activamente con tu propio ejemplo.
2. Sal de tu escritorio para almorzar
No necesitas salir de la oficina para un almuerzo de tres martinis, pero sí es importante salir y llevar a tu equipo o clientes a comer de vez en cuando. Esto te ayudará a crear conexiones con colegas y otros contactos.
3. Sé consciente de las conversaciones ruidosas
Intenta mantener al mínimo las conversaciones fuertes cuando sea posible, y pon tu computadora y teléfono en silencio o en modo vibración. Aunque es genial conversar y conectar con las personas en la oficina, recuerda que no quieres distraer a otros empleados o hacerles sentir que invaden su privacidad.
4. Siempre da la mano
En algún momento, un apretón de manos fue reemplazado por un choque de puños, y luego por la falta de contacto. Sin embargo, pocas cosas son tan poderosas como mirar a alguien a los ojos y estrecharle la mano de manera sincera. Adoptar la forma más tradicional de saludarse y ofrecer un apretón de manos firme transmite fuerza y honestidad.
5. No ignores las llamadas telefónicas
Los mensajes de texto y correos electrónicos se han convertido en las formas habituales de comunicación, lo que ha llevado a muchas personas a evitar hablar por teléfono. Lamentablemente, enviar a alguien directamente a buzón de voz puede parecer impersonal o que estás ignorándolo. Siempre contesta para que la persona sepa que la valoras y que estás atento a su llamada.
6. Escribe notas de agradecimiento, no solo correos electrónicos
Una nota de agradecimiento muestra que tomaste el tiempo y el esfuerzo para expresar tu gratitud. En pocas palabras, demuestra que te esforzaste un poco más, y eso puede marcar una gran diferencia.
Conclusión
El lugar de trabajo en español ha mejorado en muchos aspectos y ha avanzado mucho más allá de los días de la era de los “Mad Men”. Pero ciertas prácticas nunca pasan de moda, especialmente aquellas que hacen del respeto y la consideración una parte fundamental de cómo operan los lugares de trabajo.