Isaan es una de las regiones menos visitadas de Tailandia. Es la zona más rural del país, sin atracciones ni ciudades conocidas internacionalmente para visitar.
Por eso, los viajeros que recorren el sudeste asiático simplemente la atraviesan en su camino a Laos, y quienes hacen viajes cortos la omiten por completo en favor de lugares como Pai, Chiang Mai o las islas del sur.
Aunque Tailandia suele considerarse un destino saturado de turistas, en realidad la mayor parte del país está bastante vacía de visitantes. En mis dos semanas en Isaan, vi solo a seis otros viajeros. ¡SEIS! Los viajeros son tan raros en esta parte de Tailandia que muchas veces recibía miradas de desconcierto por parte de los locales, caras que parecían preguntar: “¿Estás perdido? Chiang Mai está para el otro lado”.
Después de casi diez años viajando y viviendo en Tailandia, decidí que era hora de salir de las rutas habituales y visitar esta región (fue la principal razón de ese viaje en particular). Quería ver el interior rural, conocer la vida tailandesa alejada de influencias occidentales y de la infraestructura turística, y entender mejor la cultura tailandesa.
Isaan es una tierra principalmente de granjas y pueblos (allí se cultiva la mayor parte del arroz y otros cultivos importantes del país), ciudades con poca inspiración arquitectónica y comida picante y deliciosa (algunas de las mejores de Tailandia).
Y superó todas mis expectativas.
Es uno de esos lugares donde puedes salir de los caminos habituales y descubrir cómo es la vida, sin la influencia del turismo, en Tailandia.
En otro artículo ya compartí detalles sobre la logística para viajar por Isaan, así que hoy quiero mostrarte mis lugares y actividades favoritas.
1. Admira los templos de Korat
La ciudad de entrada a Isaan, Korat, es el apodo que recibe Nakhon Ratchasima. Es la ciudad más grande y próspera de la región, con una universidad importante. Como en la mayoría de las ciudades tailandesas, no destaca por su arquitectura, pero sí por sus hermosos templos, como Wat Ban Rai, Wat Phayap y Wat Non Kum.
Vale la pena dedicarle uno o dos días mientras avanzas hacia el interior de Isaan. Cuando estés allí, visita la cafetería Yellow Pumpkin, un lugar genial para tomar café, y come en el puesto de sopa en la esquina de Buarong y Suranaree Rds. Abre por la noche y es muy popular. Lo descubrí por casualidad y fue la mejor sopa de fideos que probé en toda la región.
2. Explora las ruinas de Phimai
Estas ruinas históricas están a un día de viaje fácil desde Korat. Fueron construidas principalmente en los siglos XI y XII por los khmer cuando controlaban la zona. Hermosas y poco concurridas, estas ruinas cuentan con un templo central rodeado de pequeñas estructuras y una enorme muralla cuadrada.
Para llegar al templo, cruzas un puente naga (las serpientes naga eran guardianes del cielo), atraviesas una pared en ruinas y cruzas un campo. El complejo impresiona por su majestuosidad y me recordó mucho a Angkor Wat (fueron construidos en estilos similares), pero sin las multitudes. Solo vi a dos extranjeros más, ya que estas ruinas son principalmente visitadas por tailandeses y grupos escolares.
3. Haz trekking en el Parque Nacional Khao Yai
Situado en la región de Nakhon Ratchasima, si los viajeros visitan Isaan, generalmente es en una excursión de un día desde Bangkok al Parque Nacional Khao Yai. Ubicado a mitad de camino entre Bangkok y Nakhon Ratchasima (a unas dos horas de cada uno), Khao Yai es uno de los mejores parques nacionales de Tailandia.
Fundado en 1962, fue el primer parque nacional del país y ahora es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. El parque es realmente impresionante, lleno de flora y fauna exuberantes, muchas aves, cascadas, rutas de senderismo hermosas, algunos elefantes salvajes y prácticamente sin turistas.
4. Visita las esculturas de Nong Khai
Principalmente una ciudad de paso para turistas que cruzan hacia Laos, Nong Khai tiene comida increíble, cafeterías (prueba Macky’s Riverside Kitchen o Cake at Toey’s), cruceros por el río Mekong y un mercado muy interesante.
También cuenta con muchos templos. Me gustaron mucho Wat Pho Chi y Wat Phra That Khlang Nam. Pero lo que realmente me sorprendió fue Sala Kaew Ku. Este parque de esculturas, construido por Bunleua Sulilat en 1978, alberga cientos de estatuas (la mayoría de Buda) en todas las formas y tamaños. Es lo más genial que vi en toda la ciudad. Me encantó especialmente el Buda gigante con las serpientes naga sobre él (¡eso es mucho concreto!).
5. Relájate en Ubon Ratchathani
Otra ciudad de paso para turistas en ruta a Laos, me gustó mucho su ambiente relajado. Los extranjeros que permanecen en esta ciudad suelen estar casados con tailandeses o enseñar inglés.
No hay mucho que hacer, así que es un buen lugar para descansar. Puedes visitar uno de los muchos templos budistas (mis favoritos son Wat Tai Prachao Yai Ong Tue y Wat Thung Si Muang), recorrer el famoso mercado nocturno o el interesante Museo Nacional Maha Viravong, y cenar junto al río. Pero no hay mucho más en la ciudad.
También te recomiendo tomar un taxi hasta Wat Nong Pah Pong, fuera de la ciudad. Es un templo pequeño, con terrenos cubiertos de árboles y varios senderos, un lugar muy tranquilo para pasear. Tiene un aire muy japonés.
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6. Visita el Parque Histórico de Phanom Rung y Prasat Ta Muen Thom
Entre Korat y Surin, se encuentra Phanom Rung, una importante ruina khmer construida en el siglo XI. Es un hermoso palacio/templo, con un gran prasat (templo interior) en el centro y ruinas al estilo Indiana Jones que lo rodean.
Más al sur (a unos 60 minutos cerca de la frontera con Camboya) está el complejo de Prasat Ta Muen Thom, por donde pasaba la antigua Carretera de los Khmer (que conectaba Angkor Wat con Phimai). Me gustó más este complejo, ya que había mucho menos gente (conté solo ocho visitantes en mi visita). También tiene cuatro estanques hermosos y una muralla bien conservada que rodea el templo.
Se pueden visitar ambos en una excursión de un día desde Korat o Surin, pero si tienes más tiempo, quédate en Nang Rong una noche y alquila una moto para recorrer la zona. Te recomiendo Honey Inn. Es económico y los dueños son increíbles (te llevan a la estación de autobuses en la mañana). Además, ofrecen varias formas de explorar la zona, incluyendo alquiler de motos, conductores particulares y tours grupales a los sitios cercanos.
7. Explora el Parque Histórico de Phu Phra Bat
A una hora de Nong Khai, se encuentra Phu Phra Bat, un parque arqueológico nacional con antiguas casas de piedra y formaciones rocosas. Tras un hermoso recorrido escénico, llegarás al parque (probablemente solo tú y algunos escolares), donde podrás pasear por un bosque y ver arte rupestre. La finalidad del lugar aún es un misterio para historiadores y arqueólogos, pero las formaciones rocosas de hace 3,000 años se cree que se formaron inicialmente por erosión fluvial y luego fueron modificadas por grupos religiosos.
8. Explora el campo
La mejor parte de Isaan es recorrer el campo rural, y eso es muy difícil sin transporte propio. La región carece de una red de transporte extensa fuera de las ciudades principales. Mis recuerdos favoritos son los paseos en bicicleta por los arrozales, granjas y pequeños pueblos, y por caminos de tierra. Pero no habría podido hacer eso si hubiera contratado conductores todo el tiempo, ya que resulta costoso.
Y nunca llegué muy lejos porque solo podía contratar transporte por un día. Cuando recorría Isaan con un conductor, deseaba tener mi propio medio de transporte. Alquila una moto o coche (usa Discover Cars para encontrar las mejores ofertas), ve a tu ritmo, adéntrate en caminos rurales y disfruta de los verdes y vibrantes campos, la gente local amable y curiosa, comidas económicas y vacas bloqueando tu camino.
Es una lástima que no muchos visiten esta parte de Tailandia y me arrepiento de no haberla visitado antes. Aunque es rural y carece de las actividades de otras regiones, Isaan es un diamante en bruto y una visita aquí te dará una mirada fascinante a la vida en los pequeños pueblos de Tailandia. Es un lugar para desconectar y disfrutar del país.
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