Habla con un mentor de confianza sobre tus sentimientos
Tuve la suerte de contar con un mentor increíble cuando asumí mi primer puesto como directora de una empresa. Siendo una mujer joven en un entorno mayoritariamente masculino, sentía mucha presión y a menudo cuestionaba mi propia capacidad para desempeñarme. Reconocer y hablar sobre esas dudas fue fundamental para poder superarlas.
Contar con un mentor neutral que haya experimentado sentimientos similares fue de gran ayuda para ofrecer consejos y orientación. Un mentor puede ofrecer racionalidad en una crisis de confianza, además de perspectivas e ideas que quizás no habías considerado para afrontar los desafíos en el trabajo.
Celebra tus logros cada día
Por lo general, nos centramos en los problemas laborales, ya que muchas veces estamos intentando encontrar soluciones. A veces, es fácil quedar atrapada en resolver un problema y olvidar todos los logros positivos que has tenido. Si te sientes desanimada, tómate un momento para escribir tres logros de tu día o semana en el trabajo.
También, reconoce que todos tenemos fortalezas y debilidades. En lugar de enfocarte en lo que crees que son tus puntos débiles, concéntrate en tus fortalezas. Si estás teniendo dificultades, pide a un colega que comparta tres habilidades positivas que considere que tienes; te sorprenderá lo valorada que eres.
Reconoce las situaciones en las que necesitas fortalecer tu confianza y practica
A menudo, hay situaciones o áreas en las que nos falta confianza en nosotras mismas. Reflexiona sobre tu rol e identifica esas situaciones y áreas. Una vez que las reconozcas, piensa en cómo puedes enfrentarlas con más confianza.
¿Puedes abordarlas de otra manera? ¿Te ayudaría una formación adicional o practicar más? Si es así, habla con tu jefe o con la empresa sobre estas opciones.
Cuando nos falta confianza, esto se refleja en nuestra voz y lenguaje corporal. Esto puede crear un ciclo negativo y convertirse en una profecía autocumplida. La falta de confianza hace que hables en voz baja o actúes nerviosa, lo que puede hacer que sientas que no te escuchan o que has fallado, generando un efecto dominó que disminuye aún más tu confianza.
Una excelente forma de romper este ciclo es reconocer la situación antes de que ocurra. Prepara tus puntos y practica hablar en voz alta. Visualiza la situación y cómo tú actuarás en ella. La visualización ha sido científicamente comprobada para mejorar el rendimiento en deportes, negocios e incluso entrevistas de trabajo.
Usar tu mente para imaginar una situación es como hacer una prueba previa, ya que estimula las mismas áreas del cerebro que cuando realmente realizamos la acción.
Vístete para impresionar
Me siento mucho mejor cuando me visto de forma elegante. Puede parecer simple, pero ponerte tu mejor ropa o atuendo (o lo que más te guste) es una excelente manera de aumentar tu confianza al instante. Cuando te sientes bien, es más probable que te sientas positiva y segura.
De hecho, un estudio realizado por la Universidad de Hertfordshire encontró que la elección de tu vestimenta impacta en tu productividad y confianza. Es especialmente tentador, si trabajas desde casa, quedarte en pijama, pero esforzarte en vestirte bien puede prepararte para un día lleno de confianza y buen ánimo.
Por último, sé paciente
Construir tu confianza en ti misma lleva tiempo. No te rindas. Es necesario entrenar tu cerebro para responder de manera diferente en distintas situaciones. Intenta implementar estos cambios durante al menos dos o tres semanas. Al principio puede requerir perseverancia, pero pronto se convertirá en tu nueva norma si mantienes el esfuerzo.
Celebra los pequeños logros y añade gradualmente nuevos pasos cuando te sientas preparada. Recuerda que todos en algún momento dudamos de nosotras mismas y no estás sola en esto.