4 principios para que las empresas gasten con mayor propósito y claridad

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Cuatro consejos para un gasto más inteligente

Ahorrar un dólar es tan valioso como ganarlo. Por eso, gastar con inteligencia es igual de importante para tu rentabilidad que optimizar tus ingresos.

Al final, no importa de dónde provenga el dinero, porque un dólar es un dólar. Aunque todos celebramos cuando aumentan los ingresos, a veces las estrategias que más impacto tienen implican mejorar la gestión de tus gastos.

A continuación, te comparto algunas formas de hacerlo.

1. Simplifica y mantén una estructura ligera

Es fácil caer en la trampa de querer hacer todo a la vez. Otra forma de verlo es que intentas ser todo para todos, pero esa estrategia puede hacer que tus gastos se disparen sin control.

Es mucho mejor enfocarte en una propuesta de valor específica para un público determinado y usar un enfoque simple y eficiente para ofrecer lo que ese mercado necesita. Por ejemplo, nunca hagas una compra — ya sea un equipo físico o una suscripción de software — sin preguntarte primero: “¿Realmente lo necesitamos?”

También ayuda preguntarse: “¿Cuál sería el mejor escenario después de hacer esta compra?” Las respuestas de tu equipo a estas preguntas pueden darte una idea más clara sobre la necesidad real de esa inversión.

Mantener una estructura ligera requiere decisión estratégica en todos los niveles de la organización. No gastes más de lo necesario cuando menos puede ser suficiente. Cuanto más ahorres en cosas pequeñas, más flexible serás para manejar los gastos principales.

2. Externaliza tareas que no son clave

Con la expansión de la economía freelance, ya no es tan necesario contratar y mantener un empleado a tiempo completo para cada tarea en tu empresa. En algunos casos, puede ser mucho más económico externalizar que incorporar personal fijo.

Externalizar te permite pagar solo por el trabajo y los resultados que necesitas, sin tener que pagar salarios, beneficios, impuestos laborales o usar espacio físico adicional.

Lo importante es saber qué tareas externalizar. Las tareas clave, como desarrollo de productos y ventas, es mejor mantenerlas en casa. Las tareas no esenciales, como contabilidad, atención al cliente, diseño, etc., pueden ser delegadas a un socio estratégico.

3. Implementa procesos de compra y pago

¿Conoces el proceso de compra y pago? Es una metodología que integra los sistemas de adquisición y cuentas por pagar para lograr mayor eficiencia.

Cuando se digitaliza con software especializado, este método mejora el cumplimiento y control entre proveedores, compradores, contratos, regulaciones y finanzas. Entre sus beneficios destacan:

  • Control y mejora del gasto global
  • Reducción de errores mediante la automatización de procesos
  • Optimización del mantenimiento de catálogos (lo que libera recursos)
  • Aceleración en la aprobación de nuevos proveedores

En resumen, el proceso de compra y pago aporta valor a tu rentabilidad al reducir costos y aumentar la flexibilidad.

4. Contrata con estrategia

Aunque tú controlas la visión general, tus empleados ejecutan tu plan día a día. Por eso, es fundamental contratar personas que sean conscientes de los costos y compartan la filosofía de tu negocio.

También es importante ser cuidadoso con el talento que contratas. Contratar empleados es costoso, pero despedirlos puede ser aún más caro.

“Aunque puede ser doloroso y costoso retrasar una contratación hasta encontrar al candidato perfecto, a largo plazo vale la pena tener un equipo realmente calificado”, escribe un empresario.

“De igual manera, no dudes en ofrecer salarios justos a empleados que tengan otras ofertas. Es importante considerar a tu equipo como el activo más valioso de tu negocio. Y, como con cualquier sistema o recurso, hay que invertir para crear y mantener calidad.”

¿Cómo puedes mejorar la gestión de tus gastos?

A medida que desarrollas tu negocio, no pierdas de vista la importancia de gestionar bien tus gastos. Al enfocarte en cómo y dónde asignas tus recursos, puedes impactar positivamente en la rentabilidad.

Identifica dos o tres cambios específicos que puedas implementar en el próximo trimestre. Muchas mejoras se logran con pasos pequeños y constantes.

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