3 Estrategias para lograr un equilibrio saludable entre trabajo y vida en casa

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En este momento, llevamos varios meses adaptándonos a nuestro estilo de vida en cuarentena por COVID-19, y ahora, las demandas del trabajo remoto ya son parte de nuestra rutina. Todos hemos aprendido a desmutearnos rápidamente en videollamadas y a lucir un uniforme de trabajo arriba y pijama abajo.

Pero a medida que pasa el tiempo y consolidamos nuestros hábitos de trabajo desde casa, podemos darnos cuenta de que lo que estamos haciendo no siempre es lo mejor para nuestra salud mental y física. Además, estudios recientes muestran que cuando nuestra salud se deteriora, también lo hace nuestro rendimiento y productividad en el trabajo. Por eso, no solo es en nuestro propio interés mantener una rutina saludable, sino también en la de nuestro trabajo.

Mantén un horario

Al comenzar la cuarentena, tomaba clases en línea para la universidad, así que podía mantener un horario bastante constante basado en los horarios de mis clases. Me acostaba, comía y hacía ejercicio a la misma hora todos los días.

Una vez terminado el semestre, empecé una pasantía remota que no sigue un horario de 9 a 5, y además de reuniones semanales y mensuales, no hay horarios fijos. Trabajamos según nuestro propio ritmo.

Al principio, fue difícil adaptarme a este nuevo entorno, y descuidé mi horario de sueño y comía en horarios impredecibles. Esto también afectó mis hábitos de ejercicio, ya que me despertaba demasiado tarde para entrenar en la mañana como solía hacerlo.

Me di cuenta de que para cumplir con mis tareas y mantener mi salud, necesitaba crear un horario que funcionara para mí. Ahora, mantengo una hora fija para dormir y despertar, y pongo alarmas para el almuerzo y para terminar mi jornada laboral.

Trabajar desde casa puede ser genial porque te permite personalizar tu rutina para rendir mejor. Como trabajo mejor en la mañana y la tarde que en la noche, me aseguro de realizar las tareas más difíciles en esas horas, así termino antes de que llegue un bajón de energía.

Cada persona tiene un momento del día que le funciona mejor, así que prueba diferentes horarios para dormir, levantarte, comer y hacer ejercicio, y encuentra una rutina que se adapte a tu vida.

Crea un espacio de trabajo

No todos tienen una oficina en casa, y con el tiempo, todos hemos encontrado lugares en nuestros hogares para trabajar. Si puedes, intenta crear un espacio en tu hogar que funcione como oficina y que esté dedicado solo a eso.

Puedes sentir la tentación de llevar el portátil a la cama o al sofá, pero esto puede hacer que sientas que no estás realmente en modo trabajo. Además, puede generar distracciones o que te cueste relajarte en ese espacio después, porque lo asocias con el trabajo.

No necesitas una habitación completa para tu oficina en casa, solo busca un lugar relativamente tranquilo, sin muchas distracciones y que te permita trabajar de manera productiva.

Cuando trabajo, a veces me siento en el patio para tomar aire fresco, pero generalmente hago reuniones por Zoom y eventos semanales de integración en la sala de comedor, que es un espacio poco usado para comer. Tengo una cesta con todos los materiales que necesito y mi silla cómoda de oficina, y cuando termino, puedo guardar mi portátil en la cesta y relajarme en otras áreas de la casa.

Mantener mi trabajo en ese espacio me ayuda a equilibrar mi vida laboral y personal, evitando sentir que siempre estoy trabajando.

No tengas miedo de tomar un descanso

Hablando de estar siempre en modo trabajo, puede ser muy difícil mantener un equilibrio entre la vida y el trabajo cuando sientes que vives en la oficina. Es fundamental que pongas un horario para dejar de trabajar y dedicar tiempo a otras cosas.

Por supuesto, a veces hay que esforzarse para cumplir con una fecha límite, y surgen emergencias laborales que requieren horas extra. Pero en general, debes recordar que tener la capacidad de trabajar las 24 horas del día, los 7 días de la semana, no significa que debas hacerlo.

Mantener un equilibrio entre trabajo y vida personal requiere disciplina, comprensión y recordar el panorama general para crear una rutina saludable. Con un poco de prueba y error, puedes encontrar un balance que funcione para ti.

Sobre el autor

Kara Pauley es una pasante de análisis de relaciones públicas y marketing en Leda Health, una organización que apoya a sobrevivientes de agresiones sexuales.

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