1. Explora el Parque Nacional Abel Tasman
Entrar en Abel Tasman en la Isla Sur es en algunos aspectos como adentrarse en Tailandia. Sus hermosas playas y el agua azul parecen pertenecer a los trópicos, no a Nueva Zelanda. Las caminatas son increíbles, rodeadas de helechos gigantes, árboles frondosos y un clima templado. Además, aquí se encuentra la Caminata Costera Abel Tasman, un recorrido de 60 kilómetros (37 millas) que es una de las Grandes Caminatas de Nueva Zelanda.
El parque abarca más de 23,876 hectáreas (59,000 acres), y aunque es el parque nacional más pequeño del país, hay mucho por ver. Si quieres explorar más allá de sus senderos, alquila un kayak. Así podrás visitar calas y playas que hacen que esta zona sea tan especial. Los alquileres de día completo comienzan en unos 110 NZD, o puedes unirte a un tour guiado en kayak desde 190 NZD. También puedes hacer un crucero panorámico por el parque por 95 NZD.
Lo mejor es hacer una excursión de una noche o varios días, ya que desde Nelson está bastante lejos para aprovechar en un solo día.
2. Trekking en glaciares en Fox y Franz Josef
Todo el mundo visita Franz Josef por una razón: los glaciares. Caminar sobre ellos aquí cumple con las expectativas y es una experiencia inolvidable. Debido al retroceso y derretimiento acelerado de los glaciares por el cambio climático, las cuevas y caminatas en glaciares han sido cerradas.
Ahora, la única forma de recorrer los glaciares es mediante heli-hike (una experiencia épica de medio día o día completo en helicóptero y caminata). Son costosos (los tours comienzan en 695 NZD), pero el viaje en helicóptero, la caminata y toda la experiencia valen la pena, en mi opinión.
Por otro lado, puedes hacer un tour en helicóptero sin caminar (que dura unos treinta minutos y cuesta desde 447 NZD) o simplemente caminar hasta la cara del glaciar y tomar fotos desde lejos.
Sea cual sea la opción que elijas, no dejes de pasar por esta zona mientras recorres la Isla Sur. ¡No te arrepentirás!
3. Practica un deporte extremo
Si eres amante de la adrenalina, no te pierdas el salto Bungy en Nevis — ¡el más alto del país!
4. Caminata por el cruce alpino de Tongariro
Considerada la mejor caminata de un día en toda Nueva Zelanda, esta ruta de 19 kilómetros (12 millas) atraviesa paisajes épicos mientras serpentea por el Parque Nacional Tongariro, un Sitio del Patrimonio Mundial (por su importancia natural y cultural). Es una de las Grandes Caminatas de Nueva Zelanda y también pasa por donde filmaron Mordor en El Señor de los Anillos. Es fácil en algunas partes (el principio y el final) y empinada en otras (especialmente después de “Monte del Destino”), así que hay para todos los niveles.
Incluso si no eres un gran caminante (como yo), el cruce de Tongariro se puede completar en un día (normalmente en 6-8 horas). Caminar por este entorno de volcanes y azufre, de color rojizo, fue lo más destacado de mi tiempo en Nueva Zelanda.
Recuerda llevar agua, protector solar, un sombrero, papel higiénico y un suéter o chaqueta (el clima puede cambiar rápidamente). El costo del transporte de ida y vuelta en shuttle para la caminata es de aproximadamente 60 NZD, y para un tour guiado de día completo cuesta unos 395 NZD.
5. Conoce la cultura maorí
Los maoríes fueron los habitantes originales de Nueva Zelanda, llegando desde Polinesia entre 1320 y 1350. Me encanta aprender sobre su historia y cultura (sobre todo después de ver la película La mujer del tambor. Es increíble. ¡Míralo!). Son un pueblo amigable y orgulloso, y no conocí a ningún maorí que no me cayera bien.
Rotorua suele ser la mejor ciudad para ver espectáculos culturales maoríes, aunque hay otros sitios destacados en todo el país, como los Terrenos del Tratado de Waitangi y Tane Mahuta en Bay of Islands, además del museo Te Papa en Wellington.
Los espectáculos duran aproximadamente entre 2.5 y 3 horas e incluyen un recorrido por un pueblo tradicional, presentaciones y una comida. Los boletos cuestan entre 150 y 250 NZD (el Experiencia Cultural Maori Te Pa Tu en Rotorua fue la que yo tomé).
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6. No te pierdas Wellington
Todo el mundo habla de Auckland (que, contrariamente a la creencia popular, no es la capital), pero la verdadera magia sucede en Wellington (que sí es la capital). La arquitectura, los murales interesantes y la vibra ecléctica le dan a esta ciudad una personalidad única. Wellington tiene carácter.
Su vida nocturna es vibrante, hay muchas galerías de arte, excelente comida, cafés increíbles, un hermoso puerto (que se ve mejor desde Mount Victoria, que domina toda la ciudad), y es una ciudad muy caminable.
No olvides visitar Te Papa (el museo nacional de Nueva Zelanda), subir en el teleférico hasta el Museo del Teleférico, y visitar Weta Workshop (un estudio galardonado con premios Oscar de efectos especiales y props).
7. Descubre las luciérnagas
Definitivamente una de las cosas más increíbles que hice en Nueva Zelanda, la cueva de luciérnagas de Waitomo es famosa y turística, pero sigue siendo impresionante. Caminas o te rapelan (abseil) en la oscuridad y flotan por un río (muy frío) mientras miras hacia arriba, donde hay cavernas cubiertas de “luces”. Es como mirar las estrellas — pero en realidad son moscas que brillan por una reacción química para atraer alimento.
El recorrido de tres horas me pareció suficiente, pero si te gusta el abseil, puedes considerar la versión de cinco horas. Esta experiencia es uno de mis recuerdos más duraderos del viaje.
Los precios comienzan en 79 NZD para un tour en bote y 195 NZD para tours extendidos con abseil. Si solo quieres recorrer las cuevas y ver las luciérnagas, los boletos cuestan alrededor de 113 NZD.
8. Disfruta en Queenstown
Todo el mundo habla de Queenstown. Todo el mundo. Y cumple con las expectativas — ¡y más!
La ciudad tiene una energía vibrante y aventurera. Aunque es muy popular y está llena de gente, no puedo dejar de amar Queenstown. Está rodeada de picos hermosos, tiene calles estrechas y avenidas peatonales con tiendas y restaurantes, un lago espectacular, muchos senderos y parques, y Queenstown Hill que vigila la ciudad como un benevolente overlord.
Es uno de los mejores lugares del país para practicar deportes extremos (salto Bungy, salto en paracaídas, jet boat, etc.), hacer una cata de vinos, o simplemente relajarte en una playa cercana.
9. Visita Hobbiton
Si eres fan de El Señor de los Anillos, Nueva Zelanda es imprescindible. Aquí se filmaron todas las escenas, y en todo el país puedes hacer tours y visitar Fangorn Forest, Gondor, y donde Frodo destruye el anillo. La mayoría de los sets ya no existen, pero aún quedan algunas casas de hobbits y un pedazo de La Comarca en la Isla Norte.
Para visitar Hobbiton (que está a unas dos horas de Auckland o una hora de Rotorua), debes hacer un tour. El Tour Clásico dura unas 2 horas y cuesta 120 NZD para adultos. También hay otros tours temáticos, como el Segundo Desayuno o el Banquete, con comidas y bebidas inspiradas en los hobbits.
10. Explora Fiordland
Ubicado en la esquina suroeste de Nueva Zelanda (y también escenario de muchas escenas de El Señor de los Anillos), la región de Fiordland es considerada una de las más escénicas