Consejos para mantenerte saludable y evitar enfermarte durante tus viajes
Enfermarse es parte de la vida diaria, y estar en la carretera no te exime de ello — especialmente porque viajar te expone a nuevos virus, parásitos y ambientes desconocidos.
En resumen, cuanto más tiempo pases viajando, mayor será la probabilidad de que te enfermes.
Por suerte, hay muchas cosas que puedes hacer para reducir el riesgo y mantenerte lo más saludable posible mientras viajas.
Aquí tienes 11 consejos sencillos para que puedas viajar con seguridad y salud:
1. Comprar Seguro de Viaje
No salgo de casa sin un seguro de viaje. Me da tranquilidad y asegura que, si algo sale mal, no tendré que pagar de mi bolsillo.
Con los años, me he perforado el tímpano, necesitado citas médicas de emergencia e incluso he sido apuñalado.
No quieres enfrentarte a estas situaciones solo, y mucho menos pagar por ellas tú mismo.
Siempre compro seguro de viaje antes de salir. Tú también deberías hacerlo.
Para mí, SafetyWing es la mejor compañía de seguros de viaje en general.
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2. Lava tus manos (y usa mascarilla si estás enfermo)
Lo que COVID nos enseñó es que lavarse las manos es MUCHO más importante de lo que la gente pensaba. La mitad de las enfermedades transmitidas por alimentos se deben a manos sucias, y hasta un 15% de los hombres ni siquiera se lavan las manos después de usar el baño. ¡Qué asco, ¿verdad?!
Sé que esto suena básico, pero lavarse las manos es una de las mejores formas de evitar enfermedades como diarrea, intoxicación alimentaria, gripe, hepatitis A y COVID-19.
Siempre que sea posible, usa agua y jabón durante veinte segundos, pero el gel antibacterial también funciona en emergencias.
Y si no te sientes bien, usa mascarilla cuando estés en público. Esta práctica ha sido común en Asia durante años y ayuda a prevenir la propagación de la gripe. COVID-19 la convirtió en una práctica global y, aunque es muy útil para detener el COVID, también ayuda a prevenir otros virus. Así que usa mascarilla si estás enfermo o viajas en temporada de frío o gripe.
¡Después de todo, ya has visto cómo se comportan las personas en aviones y transporte público! La higiene básica te mantendrá saludable.
3. Bebe agua filtrada
En muchas partes del mundo, el agua del grifo no es apta para consumo. Aunque los locales puedan beberla sin problema, tú no deberías intentarlo.
El agua embotellada es una buena opción de respaldo, pero genera mucho desperdicio. Te recomiendo llevar un filtro como Lifestraw o SteriPen. Ambos eliminan el 99.9% de bacterias y parásitos del agua.
4. Cuida la contaminación de los alimentos
Nadie quiere diarrea o problemas estomacales en su viaje. Para evitar contaminantes como E. coli, Salmonella, Giardia y otros, asegúrate de que la comida esté fresca, caliente y bien cocida.
Como regla general, elige lugares con muchos locales. Si los locales comen allí, probablemente la comida sea segura.
Presta atención a signos de buena higiene, como personas usando guantes, otra persona manejando el dinero y lavado frecuente de manos.
Evita:
- Ensaladas preparadas con agua no tratada
- Frutas y verduras crudas que no hayas pelado o lavado tú mismo (si lo hiciste, generalmente están bien)
- Comida que ha estado expuesta mucho tiempo
- Buffets
No podrás evitar completamente un malestar estomacal, especialmente en viajes largos. Pero siguiendo buenas prácticas de higiene alimentaria, podrás minimizar el riesgo de enfermarte.
5. No temas comer comida familiar
Como amante de la gastronomía, probar la comida local y sumergirte en la cultura culinaria es una de mis partes favoritas de viajar. No deberías perdértelo.
Pero, con sentido común, claro. Comer curries picantes o carnes rojas en exceso puede causar molestias si tu estómago no está acostumbrado.
Las intolerancias alimentarias ocurren cuando tu intestino no digiere bien ciertos alimentos, causando dolor, gases, diarrea, vómitos o acidez.
No es grave y suele pasar rápido. La clave es variar un poco y no exagerar con comidas muy pesadas o nuevas si tienes estómago sensible.
Si tienes un estómago delicado, empieza con calma y no temas comer comida conocida de vez en cuando.
6. Mantente activo
Una de las mejores formas de mantenerte saludable y fortalecer tu sistema inmunológico es hacer ejercicio. Los beneficios son bien conocidos: mejora tu salud general y te hace menos susceptible a enfermedades.
Y si te enfermas, tu cuerpo podrá combatir mejor la infección y recuperarte más rápido. Aunque no es infalible, en general, estar en forma ayuda a resistir virus y enfermedades.
Si no eres activo antes de viajar, úsalo como excusa para empezar. Haz senderismo, camina por la naturaleza, nada en el mar, corre, ¡lo que prefieras, siempre que te esfuerces un poco!
Aquí tienes algunas ideas para ejercitarte mientras viajas.
7. Protege tu piel del sol
Las quemaduras solares pueden arruinar un buen viaje. Hace años me quemé en Tailandia por no reaplicar protector después de snorkelear mucho. ¡No quiero volver a vivir esa experiencia!
Los dermatólogos recomiendan usar un mínimo de SPF 30.
Protegerse del sol no solo es evitar quemaduras, también debes mantenerte bien hidratado, usar ropa ligera y cubrirte con sombreros o bufandas.
De lo contrario, la deshidratación puede aparecer rápidamente y provocar problemas graves como exposición, agotamiento por calor o golpe de calor, que pueden convertirse en emergencias médicas si no se atienden a tiempo.
Sé sensato, usa protector solar, cúbrete y mantente hidratado.
8. Mantente vacunado
No todas las vacunas son necesarias para todos los viajes, y depende de qué vacunas tengas, a qué país o región viajes, y factores personales como tu historial médico, duración del viaje y actividades planeadas.
Por eso, es fundamental consultar con un profesional de la salud antes de viajar.
Para entender qué vacunas podrías necesitar, generalmente se dividen en tres categorías:
- Vacunas de rutina – Las que la mayoría recibe en la infancia o juventud, como difteria, tétanos, tos ferina, hepatitis B y A, sarampión, paperas, rubéola y HPV. Es importante estar al día con ellas si viajas.
- Vacunas recomendadas – Las que no forman parte del calendario habitual y dependen del destino, como rabia, encefalitis japonesa, cólera, tifus, entre otras.
- Vacunas requeridas – Las que exigen algunos países, como fiebre amarilla, meningococo y poliomielitis. Muchos países piden prueba de vacunación antes de ingresar, especialmente si has estado en zonas con estas enfermedades.
Esta página del CDC te permite buscar por país las vacunas actuales y requisitos.
9. Cuidado con los mosquitos
Las picaduras de mosquito son un problema para cualquier viajero. Pueden ser solo molestas o transmitir enfermedades como fiebre amarilla, dengue, encefalitis japonesa y malaria.
En muchas regiones, los mosquitos representan un riesgo, pero en sitios con bajo riesgo, aún así conviene prevenir las picaduras. Aquí algunas formas de protegerte:
- Usa habitaciones con aire acondicionado, que suelen estar mejor selladas y menos propensas a dejar entrar mosquitos.
- Cubre tu piel con ropa ligera y suelta, especialmente en horas de mayor actividad de los mosquitos, como al atardecer o cerca del agua.
- Duerme bajo redes tratadas con permetrina cuando sea necesario.
- Utiliza repelentes y dispositivos eléctricos anti-mosquitos.
- Aplica un repelente con DEET al 30-50% y reaplica según las indicaciones.
Recuerda que ninguna medida es 100% efectiva, pero ayuda a reducir las probabilidades de picaduras.
10. Toma antipalúdicos si es necesario
Los medicamentos antipalúdicos son necesarios en zonas con alto riesgo de malaria. Si viajas a áreas con bajo o ningún riesgo, probablemente no los necesites.
Decidir cuándo tomarlos depende de varios factores, como:
- El nivel de riesgo en tu destino
- La época del año
- Presencia de brotes actuales
- La duración de tu estadía
- Las actividades que realizarás
- Experiencia previa con estos medicamentos
Consulta con tu médico o un especialista en salud de viajes para determinar si necesitas tomar antipalúdicos. Recuerda que, como todos los medicamentos, tienen efectos secundarios y debes sopesar los beneficios y riesgos.
11. Consulta con un profesional de salud de viajes
Es importante hablar con un profesional de la salud antes de viajar para planificar tus vacunas y medicación. No dejes esto para último momento, ya que algunas vacunas y tratamientos requieren tiempo para hacer efecto.
Lo ideal es agendar una cita con 6 a 8 semanas de anticipación, así tendrás tiempo suficiente para prepararte.
12. Empaca un kit de primeros auxilios
Aunque no ocurra nada grave, pequeñas lesiones o molestias pueden suceder en cualquier viaje. Llevar un kit bien equipado te ayudará a estar preparado para esas pequeñas emergencias. Banditas, tijeras pequeñas y medicamentos OTC como paracetamol son útiles en cualquier parte del mundo.
Puedes comprar un kit de primeros auxilios ya preparado o armar el tuyo propio. Aquí tienes consejos de un profesional sobre qué incluir en tu kit de primeros auxilios para viajar.
Estos pasos sencillos reducirán drásticamente el riesgo de enfermarte en el extranjero. Antes de tu próximo viaje, tómate un momento para cuidar tu salud y prepararte adecuadamente. Así podrás disfrutar con tranquilidad.
Recuerda que estos son consejos generales y no sustituyen una consulta con un profesional de la salud. Cuando tengas dudas, consulta siempre a un experto. ¡Es mejor prevenir que lamentar!
Disclaimer: No soy profesional médico. Esto es solo mi consejo personal sobre cómo cuidar tu salud en el camino. Antes de viajar, busca asesoramiento médico, especialmente sobre vacunas y medicación. ¡Este contenido no reemplaza la atención profesional!
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